viernes, 15 de septiembre de 2017

COMO EVITAR QUE UN CARADURA TE ATRAPE




por evolucion
Normalmente aunque mintamos, todos esperamos encontrar algún día a nuestra pareja perfecta, nuestra alma gemela, o puedes llamarle como quieras.
Por lo que las personas que todavía no tenemos a "alguien definitivo" en nuestra vida, estamos abiertos a conocer a personas nuevas.
Sabemos que en el tema de relaciones, puede haber de todo. Somos muchos y diversos, por lo que lo mas normal es que haya relaciones de todos los tipos y no haya un molde igual para cada pareja, cada matrimonio es un mundo y de va haciendo conforme van pasando los días, los meses, los años....
Vamos a ir al grano de lo que dice el titulo del reportaje y es que no hay que estar desesperados en encontrar a esa persona ideal para ti, o se te pueden colar algunos listos que se las saben todas para meterse dentro de tu casa y vivir a tus expensas a cambio de:
-Darte compañía.
-Darte la razón en aquello del pasado que tu familia no te la dio. (Aunque a ellos no les importe)
-Hacerte reír y mostrarse seductores cuando tu sabes que guapa, guapa,... no eres. (o sea engordarte falsamente la autoestima, mintiendo como bellacos)
-Un polvo. (recuerda que unos cuantos polvos no son el pegamento de las relaciones verdaderas)
... puede ser que hayan muchos mas motivos, cada una debe tener los suyos personales, estos son los mas clásicos y por eso les puse como ejemplo.
Cosas que hará un caradura para colarse en tu casa:
-Te adulara, te dira todo lo que esperas que "el hombre de tu vida" te diga. Pero a diferencia de una observación sincera de alago, el adulador no te dará espacio para que reacciones, porque el quiere llevarte a donde a el le interesa. En este caso, aprende a ver si te deja espacio para expresarte, ademas de adularte. y en caso de que tu respuesta a la adulación sea negativa, fíjate si hace caso omiso a tu opinión o sigue insistiendo en lo mismo a pesar de tu señal de stop.
Exceso de información: te dará información contradictoria con tal rapidez que no tendrás tiempo de procesarla, y acto seguido esperara una respuesta rápida para intentar comprometerte en algo que quizás si tuvieras algo mas de tiempo para pensarlo no deseas hacer.
Te dirá "Vayamos a tu casa" con cualquier excusa, y si accedes a invitarle, ya tiene un pie dentro. Esto puede suceder, porque te cuente cualquier historia que te obligue a darle "asilo" por alguna razón de algo que haya pasado en apariencia "eventualmente" y que de lo que te cuente, debes fijarte mucho en sus palabra ya que primero te da una versión, despues otra y despues otra, con un único fin...conseguir que tu le des entrada en tu casa.
Ejemplos de razones manipuladoras y que pueden parecer verdad que te puede dar:
-He perdido las llaves de mi casa.
-Se me ha roto el coche.
-Ha habido una confusión con la reserva de hotel y hasta mañana no puedo entrar.
-Me ha echado de casa mi pareja
Todas y cada una de estas razones podrían ser muy validad en una persona que pase en algún momento determinado de su vida por alguno de estos trances, pero si la razón que te da, va sumada a las artes manipuladoras de adulación, etc... Debes apretar el botón de alarma y observarle atentamente.
Técnica para pararle los pies a un cara dura si ya se ha conseguido meter dentro de tu casa:
Cuando ya esta dentro de tu casa, puedes hacer dos cosas, dejar que saque todas sus cosas de su maleta y las esparza ppor toda tu casa sin ningun respeto, o puedes empezar por invitarle a un Té, y ponerle las cosas claras.
Yo opto por la segunda opción.
Le dices que se siente a tomar el te, y que no tenga tanta prisa en desempaquetar, le hablas claro y le expones las normas de tu casas:
- Nada de trastos por en medio, sus cosas en su maleta, bolsa, mochila o lo que lleve.
- No va a dormir en tu cama hasta que no le conozcas mejor, mejor en una colchoneta hinchable de playa (bien incomoda) y en el salón o la entrada de casa que es el único sitio disponible. (no le permitas bajo ningún concepto que entre en las habitaciones de casa.
- Como que tu eres tan amable que le dejas dormir en tu casa, el a cambio te va a invitar a las comidas, desayunos y cenas hasta que se regule su situación y se marche, y por supuesto de restaurante y fuera de la casa. No de dejes que toque ni un cubierto.
- Si se ofrece a limpiar los vasos del te, no se lo permitas, le dices que esta es tu casa y que tu te ocupas de tus cosas, que el solo es un invitado.
Si despues de ponerle las cosas así de claras, no ha huido, todavía tienes un As en la manga. A cada cosa que te pida, le dices que NO, bien alto y bien claro, porque el una vez dentro de tu casa no parara de pedirte cosas. Y en el momento que haga caso omiso a alguno de tus NO, le dices como excusa, que si no acepta tu no y lo respeta, que mejor se marche.
En ese momento el cambiara su cara buena y se pondrá muy agresivo. No te asustes. Coge tu teléfono y llama a una amiga, mientras le ordenas que se vaya de tu casa.
Pídele a algún vecino, amigo o incluso a la policía que vengan a apoyarte, ya que si se ve asolas contigo y se pone agresivo, puede sentirse en superioridad e incluso tratar de agredirte, o física o verbalmente. Abre la puerta de tu casa mientras el esta empaquetando sus cosas y no escuches nada de lo que te diga, porque si primero quería inflarte la autoestima con alagos, ahora te querrá derrumbar la moral con insultos.
Piensa que todo lo que te diga en ese momento es falso, que nada de lo que esta diciendo es real, ni es cierto y no le escuches, no caigas en su red y no le respondas ni discutas nada con el, solo dile que se de prisa en salir de tu casa.
Si hace falta le acompañas a su coche, a su puerta de su casa, o as u hotel y déjale en donde en teoria debería estar, o sea bien lejos de casa.
No caigas en su trampa de sentirte culpable, porque el querrá hacerte sentir culpable por todos los medios, como si tu fueras su mama y tuvieras algún tipo de obligación o responsabilidad con su persona. Tu no eres nada suyo, y no estas obligada a hacerte cargo de los problemas de los demás. Mantén tu auto-estima a salvo.
Recuerda tus derechos inalienables
Tienes derecho a ser respetado por otras personas.
Tienes derecho a expresar tus emociones, opiniones y deseos.
Tienes derecho a establecer tus prioridades.
Tienes derecho a decir "no" sin sentirte culpable.
Tienes derecho a recibir eso, por lo que has pagado.
Tienes derecho a expresar tus puntos de vista aunque sean diferentes de aquellos de los demás.
Tienes derecho a protegerte de amenazas físicas, morales y emocionales.
Tienes derecho a construir tu vida de acuerdo a tu propio concepto de felicidad
Consejo final: habla con una buena amiga y cuéntale todo, si ella es buena amiga de verdad, vera que claramente has hecho lo que tocaba y eso te reforzara positivamente la autoestima.
Viva los buenos amigos!!

El Perdón, un puente para la Paz ...



El perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. Todo el conocimiento del mundo vale poco si nuestro rencor sigue creciendo cada vez más que el comportamiento de un desconocido que nos recuerda nuestras relaciones no sanadas.
¿De qué nos sirve conocernos a nosotros mismos, si lo usamos para avivar el odio que tenemos y el sentimiento de culpabilidad, que nos dicen que, a pesar de todos nuestros esfuerzos, jamás seremos capaces de ser, de hacer, ni de servir lo suficiente para ser dignos de nuestro amor propio?
El perdón supone aceptar de verdad nuestro propio merecimiento como seres humanos, entender que los errores son oportunidades para crecer, tomar conciencia y desarrollar la compasión, y comprender que la magnitud del amor por nosotros mismos y por los demás es el pegamento que mantiene unido al universo.
El perdón es una respuesta, la respuesta implícita de nuestra existencia. El perdón es el medio para reparar lo que está roto. Coge el corazón roto y lo repara. Coge el corazón atrapado y lo libera. Coge el corazón manchado por la vergüenza y la culpa y lo devuelve a su estado inmaculado.
El perdón restablece en el corazón la inocencia que conocimos en otro tiempo, una inocencia que nos permite la libertad de amar.
Cuando perdonamos y somos perdonados, siempre se transforma nuestra vida.
Las dulces promesas del perdón se cumplen y se nos ofrece un nuevo comienzo con nosotros mismos y con el mundo. El concepto del perdón puede provocar dos cosas: o bien imposibilitarnos, limitando nuestra capacidad para la claridad y la alegría, o bien animarnos, ofreciéndonos una manera de dejar el pasado y ser libres para vivir con mayor paz y felicidad.
Perdonar no es justificar comportamientos negativos o improcedentes, sean propios o ajenos. El maltrato, la violencia, la agresión, la traición y la deshonestidad son solo algunos de los comportamientos que pueden ser totalmente inaceptables. ¿Se puede perdonar a un trabajador incompetente y despedirlo por no hacer bien su trabajo? No es preciso ir y decirle: Te perdono, aunque a veces esto puede ser una parte importante de perdonar.
El perdón solo requiere un cambio de percepción, otra manera de considerar a las personas y circunstancias que creemos que nos han causado dolor y problemas.
Como todos sabemos, la rabia y el rencor son emociones muy fuertes que desgastan nuestra energía de muchas maneras. Cuando nos quitamos las capas, probablemente se descubrirá que esa rabia en realidad es un sentimiento superficial. No en el sentido que sea trivial o falso, sino en el de que hay muchos sentimientos y dinámicas por debajo de él. Cuando nos perdemos en la rabia nos volvemos sordos a nuestros sentimientos más profundos. Hemos aprendido a escuchar solo aquellos que saben gritar más fuerte.
Muchos creen que permanecer enfadados, aferrarse al rencor es sinónimo de poder, energía y dominio. Pero en realidad lo único que descubren son sentimientos de impotencia, desilusión, inseguridad, aflicción o miedo y los usan con frecuencia en sustitución de los sentimientos de verdadero poder personal.
A veces es mucho más cómodo sentir rabia que sentir el temor y la tristeza. De hecho, una razón por la que suele ser difícil perdonar es que para hacerlo se debe sacar a la luz y aceptar la verdad de lo que realmente sentimos. Esto puede ser una revelación dolorosa si hemos aprendido a convivir con la negación y la represión. Sin embargo, se debe tratar de recodar que al otro lado del dolor está el alivio y una mayor paz mental. Cuando se lleva gran parte de la vida sintiéndose víctima, puede que halle una enorme resistencia a perdonar, porque al hacerlo renuncia a una buena parte de su identidad.Perdonar no significa negar que se haya sido una víctima, quiere decir que el hecho de haberlo sido ya no domina necesariamente la identidad y la vida emocional actual.A medida que se vaya trabajando con el perdón, es importante tomar en cuenta los pensamientos que afloran y las reacciones. Si aparece el temor, la autocrítica, las dudas hay que ser amable consigo mismo.
Estos sentimientos son como una parte natural del proceso de cambio. En realidad, ser amable consigo mismo es, de por sí, un gran acto de perdón para con uno mismo. Al margen de los pensamientos o sentimientos que surjan, afirma el compromiso de tratarse con amabilidad. Se amable con uno mismo no significa que no ponga esfuerzo y voluntad, ni que se justifiquen pensamientos o comportamientos que se consideran impropios, sino que se puede aprender sin necesidad de azotarse la dureza con uno mismo y que alimenta un ciclo contraproducente que quita poder y favorece el sentimiento de culpa, falta de respeto y autoestima por uno mismo.
El perdón es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros. El perdón es una decisión, la de ver más allá de los límites de la personalidad de otra persona, sus miedos, idiosincrasias, neurosis y errores, la decisión de ver una esencia pura, no condicionada, por historias personales que tienen una capacidad ilimitada y siempre digna de respeto y amor.
Cada vez que se hace un cambio, debilitamos el monopolio del ego sobre nuestras percepciones y nos capacitamos para dejar marchar, liberar y olvidar el pasado.
El perdón suele experimentarse como un sentimiento de dicha, paz, amor y apertura del corazón, alivio, expansión, confianza, libertad, alegría y una sensación de estar haciendo lo correcto.
El perdón es una forma de vida que nos convierte gradualmente de víctima de nuestra propia circunstancia en poderosos y amorosos creadores de nuestra realidad. Supone un compromiso de experimentar cada momento algo nuevo, con claridad y sin temor. Es la desaparición de las percepciones que obstaculizan nuestra capacidad de amar.
El perdón nos enseña que podemos estar en desacuerdo con alguien sin retirarle el cariño y respeto. Nos lleva más allá de los temores y mecanismos de supervivencia propio de nuestro condicionamiento, hacia una visión valiente de la verdad que nos ofrece un nuevo campo de elección y libertad, en donde podemos descansar de nuestras luchas. Nos guía hacia donde la paz no es desconocida y nos da la posibilidad de saber cuál es nuestra fortaleza.

(Tomado del Articulo El Valor del Perdón de Víctor Manuel Guzmán Villena).

jueves, 14 de septiembre de 2017

Aprende a aceptar tus emociones..






Por Lourdes -..

Seguramente has escuchado las siguientes frases infinidad de veces sobre aceptar tus emociones:


“No te preocupes, mañana será otro día”
“No mecere perder el tiempo ni la energía con…”
“No tienes motivos para estar triste, mira a tu alrededor tienes todo lo que cualquiera desearía”
“Preocuparse es una tontería”

Muchas veces nos han dicho estas frases a nosotros y otras veces hemos sido nosotros quienes las hemos dicho. Por lo general, parecen planteamientos razonables, pero acaso funcionan?

Piensa en una situación en la que te han dicho alguna de estas frases, ¿ha cambiado algo? ¿Te has sentido mejor? Seguramente, no.

Y es que querer cambiar lo que sentimos es muy complicado por no decir imposible.

Además, en esas ocasiones, mayoritariamente nos sentimos frustrados. Sentirse bien se convierte en una obligación, y al no poder cumplirla, acabamos peor de lo que empezamos: nos sentimos torpes, culpables, creemos que cualquiera puede manejar sus emociones menos nosotros.

Es evidente que de ese modo se crea un círculo vicioso que cada vez nos hunde más en la negatividad. Cuanto mayor es la obligación de estar bien y no dar importancia a las cosas, más grande se hace el problema en nuestra mente y peor nos encontramos.

-Sal del círculo
Una cita que a menudo se atribuye a Einstein, aunque no se sabe si realmente la pronunció es: “Si buscas resultados diferentes, no hagas siempre lo mismo”. Pertenezca o no al genio científico, lo cierto es que es una frase muy inteligente.

¿Cómo se sale de un círculo vicioso? Dando un paso diferente. En este caso, podríamos preguntarnos qué pasaría si cambiáramos las frases y consejos que hemos visto al principio. De hecho, este planteamiento se ha puesto en práctica desde las terapias de tercera generación, como el Mindfulness o la Aceptación y Compromiso.


-Observa y acepta
En lugar de luchar contra las emociones negativas, probemos a aceptarlas. Eso no implica resignarse a que nunca cambiarán, sino más bien darnos permiso para sentirlas. Sí, estoy triste, sí, esto es importante para mí y me preocupa.
Observarnos con la mente abierta, sin juzgarnos, porque los juicios siempre terminan por declararnos culpables. Sin esforzarnos en una lucha continua, porque luchar nos agota y nos deja a la deriva.

-Tus emociones son válidas
No hay emociones buenas ni malas, todas forman parte de lo mismo, todas nos hacen humanos. Y es humano tener altibajos y cambios emocionales, esa es la corriente de la vida y ya sabemos la inutilidad de nadar contracorriente.

Considera válidas a todas tus emociones, siéntelas sin luchar por cambiarlas. Aprenderás a identificarlas, a comprenderlas (las tuyas y las de los demás), a tomarlas en serio. También verás que siguen su propio curso y que terminan pasando, dejándose paso unas a otras de forma continua.
¿Influye la personalidad en nuestro corazón?


-Practica con otros
La aceptación no sirve solamente para ayudarte a ti. Cuando alguien se sienta mal, prueba también esta técnica. Ponte en su lugar, acompáñale, siente junto a la otra persona. Empatiza y acepta sus emociones como válidas.

Si te pide consejo, puedes dárselo, pero no juzgues. No le hagas sentir equivocado y torpe. Ofrécete a acompañarle, a hablar si lo necesita o a respetar su silencio. Vive la experiencia emocional y deja que la otra persona la viva.

-Hazte fuerte
Recuerda que el dolor es una parte inevitable de la vida. Que las experiencias positivas cobran sentido porque existen las negativas… el contraste es lo que les da el significado. ¿Cómo diríamos que estamos contentos o felices, si jamás hubiésemos estado tristes?

Respeta también tu propio sufrimiento, como has hecho con el de los demás, y no te castigues imponiéndote obligaciones. Tienes derecho a sentirte mal, a llorar, o a darle importancia a las situaciones.


-No te resignes: el dolor también pasará
Por supuesto, aceptar y respetar no implica resignarnos sin hacer nada. Significa darnos el tiempo y el espacio, el momento que necesitamos para que la emoción ocurra. Después y desde un mayor conocimiento de nuestros sentimientos, podremos decidir si hay algo que podamos hacer para mejorar la situación.

Al final el dolor también pasará, las emociones positivas acabarán llegando, y entonces, será aún más importante poner en práctica lo aprendido. Tendremos que atender a lo que sentimos, observarnos y ser conscientes. Y sabremos mejor que nunca lo que es sentirse bien. Porque sentirnos bien y mal, al fin y al cabo, es sentirnos humanos.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

TE DESEO LA FELICIDAD de Richard Gere..





“Hay un poderoso ejercicio para la Felicidad, muy simple, que empecé a usar hace algunos años. A quien encuentre en mi camino, sea una persona o un insecto, el primer pensamiento que asumo respecto a ese momento es “Te deseo felicidad”. Esto transforma completamente lo que va a ocurrir entre tú y esa persona”.

La propuesta, la invitación, es ni más ni menos que de Richard Gere.

Y sigue: “En ocasiones, es muy difícil cuando te encuentras con tu enemigo o cuando te ves a ti mismo en situaciones inesperadas pensar en la Felicidad…

Pero en este momento creas la oportunidad de hacer más espacio alrededor de ti…

Ves cómo desaparece cualquier emoción negativa antes de que te tome: la ves, la sentís y te da tiempo a transformarla. Transformas lo que sientes y te vuelves al amor”.

Richard Gere lo dice así de sencillo. Nos convoca a desear el bien…

A decirnos ante cualquier encuentro con otro ¡TE DESEO FELICIDAD!

“Prueba a hacerlo y observa todo lo que cambiará en tu vida”, dice el famoso actor, ferviente budista y seguidor del Dalai Lama.

Compartimos los 21 consejos de Richard Gere para tener una vida plena:

1. Olvídate de la edad cronológica, es sólo un número.

2. Mejora tus relaciones con los que te rodean, mejorará el aspecto de tu piel.


3. Despiértate siempre con una sonrisa…

4. Juega por jugar, diviértete con lo que te gusta hacer. Cumple algún sueño infantil.

5. Cuida tu alimentación, disfruta con ella, no te excedas en nada y equilibra las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas.

6. Muévete, camina, nada, practica algún deporte. Ve probando hasta que encuentres lo que mejor le sienta a tu cuerpo.


7. Aprende a ver en cada enfermedad un maestro, en cada bache de la vida una lección que aprender.

8. Sé por sobretodo agradecido.

9. Aprende cada día algo nuevo, es un seguro contra enfermedades neurodegenerativas.

10. Exprésate y escucha a los demás, abre nuevos canales de comunicación. Aprende a utilizar las nuevas tecnologías.

11. Practica algún arte. Si no lo has hecho nunca, busca un maestro e imponte una disciplina. Disfrútalo.

12. Aléjate de personas tóxicas, procura estar al lado de quien amas.

13. No contamines tu cuerpo con lo que le perjudica.

14. Abre tu corazón, no digas siempre “yo pienso”, incluye en tus mensajes “yo siento”.

15. Haz todos los días algo diferente. Toma caminos distintos, tira lo que no te sirva, renueva tu vestuario, desordena alguna de tus rutinas, prueba a entrar en lugares nuevos.

16. No te autolimites en la forma de vestir, en la decoración de tu casa, en la música que escuchas… todo lo que hace disfrutar, si no hace daño, está disponible para todas las edades.


17. Encuentra todos los días una noticia positiva y compártela con alguien.

18. Practica la bondad y el desapego.

19. Aprende a recibir.

20. Juzga menos (mejor nada), ama más.

21. Vive cada momento, mantente presente…


Recomendaciones de Richard Gere

domingo, 10 de septiembre de 2017

12 PASOS PARA SIMPLIFICAR TU VIDA Doctor Wayne Dyer





Si no estás preparado para el Espíritu, lo más probable es que no sientas el resplandor de la inspiración. Dios estará a tu lado, te enviará la orientación, y las personas, que necesitas; pero si estás completamente ocupado, te perderás de estos regalos que pueden transformar tu vida.


1. Ordena tu vida, sentirás una gran oleada de inspiración cuando te deshagas de cosas que ya no son útiles en tu vida:


Regala las cosas que llevas uno o dos años sin utilizar.

Regala esos archivadores viejos que ocupan espacio y que casi nunca utilizas.

Dona juguetes, herramientas, libros, bicicletas y platos que no utilices a instituciones de caridad.

Elimina todo aquello que te despierte el deseo de adquirir objetos que contribuyan a una vida desordenada. Recuerda lo que dijo Sócrates: "Está más cerca de Dios quien necesita menos". Así que mientras menos posesiones necesites asegurar, cuidar, desempolvar, organizar y mover, más próximo estarás a escuchar el llamado de la inspiración.


2. Elimina de tu agenda las actividades y obligaciones innecesarias e indeseables.


Si no estás preparado para el Espíritu, lo más probable es que no sientas el resplandor de la inspiración. Dios estará a tu lado, te enviará la orientación, y las personas, que necesitas; pero si estás completamente ocupado, te perderás de estos regalos que pueden transformar tu vida. Así que dile no a las exigencias excesivas, y no te sientas culpable de inyectar una dosis de tiempo libre a tu rutina diaria.


3. Asegúrate de que tu tiempo libre sea libre


Ten cuidado con esas invitaciones que pueden mantenerte en la cúspide de la pirámide social, pero que te impiden el acceso a una inspiración gozosa. Si los cócteles, las reuniones sociales, los eventos para recaudar fondos, e incluso charlar y beber con los amigos no es la forma en que realmente quieres pasar tu tiempo libre, no lo hagas. Rechaza las invitaciones que no activen sensaciones de inspiración.


Creo que pasar una tarde leyendo o escribiendo cartas, viendo una película con un ser querido, cenar con mis hijos o hacer ejercicio, es más inspirador que asistir a un evento en el que suelen abundar las conversaciones inútiles. He aprendido a rechazar esos eventos sin tener que disculparme, y eso me ha permitido tener más momentos de inspiración.


4. Saca tiempo para la meditación y el yoga


Saca por lo menos 20 minutos diarios, siéntate en silencio y establece un contacto consciente con Dios. Escribí un libro sobre este tema, “Cayendo al abismo”, así que no me extenderé más. Sin embargo, diré que he recibido miles de mensajes de personas de todo el mundo en los que me expresaron su agradecimiento por haber aprendido a simplificar su vida cuando comenzaron a meditar. Te invito a que busques un centro de yoga cerca de tu casa y comiences a practicar con regularidad. Las recompensas son maravillosas: te sentirás menos estresado y más saludable e inspirado por todo lo que podrás hacer con y por tu cuerpo en muy poco tiempo.


5. Regresa a la sencillez de la naturaleza


No hay nada que sea más inspirador que la naturaleza. La fantasía de regresar a una vida menos tumultuosa casi siempre implica vivir en el esplendor de las montañas, los bosques o de un valle, en una isla, cerca al mar, o al lado de un lago. Estos deseos son universales, pues la naturaleza ha sido creada por la misma Fuente que nos creó a nosotros. Estamos constituidos por las mismas sustancias químicas de la naturaleza (somos polvo estelar, ¿recuerdas?).


Tu deseo de simplificar y de sentirte inspirado es impulsado por el deseo de ser tu "yo" natural, es decir, la naturaleza de tu yo. Así que camina o acampa en el bosque; nada en un río, lago o en el mar; siéntate frente a una fogata, monta a caballo, o esquía en la nieve. Esto no significa que tengas que darte unas vacaciones largas ni planearlas con meses de anterioridad: no importa dónde vivas, a pocas horas siempre habrá un parque, campamento o sendero que te permitirá disfrutar de la sensación de estar conectado con todo el Universo.


6. Marca distancia entre tú y tus críticos


Decide alinearte con personas que también quieran encontrar una inspiración simplificada. Dales una bendición silenciosa a quienes andan buscando defectos o son amigos de las confrontaciones, y apártate de su energía tan rápido como sea posible. Simplificarás tu vida enormemente si no tienes que justificarte ante nadie, y si recibes apoyo en vez de críticas. No tienes por qué soportar las críticas; simplemente agradece con amabilidad y promete pensar en lo que te digan, pues representa un conflicto que no te permitirá sentirte inspirado. No necesitas justificar tus deseos ni tu personalidad, pues esas sensaciones internas son el Espíritu que te habla: son pensamientos sagrados, así que no permitas que nadie los destruya.


7. Saca un tiempo para tu salud


Recuerda que el mayor problema de salud en nuestra sociedad parece ser la obesidad. ¿Cómo puedes sentirte inspirado y vivir con sencillez si consumes cantidades excesivas de alimentos y no haces el ejercicio que tu cuerpo te pide? Recuerda que tu cuerpo es el templo sagrado donde vives durante esta vida, así que saca un poco de tiempo cada día y haz ejercicio. Si sólo puedes darle una vuelta a la manzana, simplemente hazlo. De igual manera, incorpora a tu consciencia las palabras control de porciones: ¡tu estómago tiene el tamaño de un puño, no de una pala! Respeta tu templo sagrado y simplifica tu vida haciendo ejercicio y comiendo con moderación; ¡te prometo que te sentirás inspirado si comienzas a hacerlo ya!


8. ¡Juega, juega, juega!


Simplificarás tu vida y te sentirás inspirado si aprendes a jugar en vez de trabajar toda tu vida. Me encanta estar rodeado de niños porque me inspiran con sus risas y su frivolidad. De hecho, muchos adultos me han dicho:"Wayne, no has madurado: siempre estás jugando". ¡Esto es algo que me enorgullece profundamente! Juego cuando hablo en el escenario, y juego mientras escribo ahora.


Quiero aprovechar para darle las gracias a Howard Papush, quien escribió un maravilloso libro titulado “Tiempo de receso: sorteando tu vida en medio de las tensiones”, el cual te recomiendo (Howard también ofrece seminarios en los que enseña a jugar y a divertirse). En su libro, Howard comparte esta hermosa frase de Richard Bach: "Tu vida está orientada por un aprendiz interior, por ese ser espiritual y juguetón que es tu verdadero yo". Estoy totalmente de acuerdo: ¡por favor, entra de nuevo en contacto con tu yo real y juguetón, y aprovecha la menor oportunidad para jugar! Verás que todo será más dulce y más simple.


9. Disminuye el ritmo


Una de las observaciones más iluminadoras de Gandhi nos recuerda que, "La vida es algo más que aumentar el ritmo". Este es un gran consejo para simplificar tu vida; de hecho, disminuye el ritmo de todas tus actividades durante un momento, aquí y ahora. Lee estas palabras lentamente. Desacelera tu respiración para que seas consciente de cada inhalación y exhalación...


Cuando vayas en tu auto, disminuye la velocidad y relájate. Desacelera tu forma de hablar, tus pensamientos y el ritmo frenético de todo lo que haces. Dedica más tiempo a escuchar a los demás; sé consciente de tu inclinación a interrumpir y a dar por terminadas las conversaciones, y opta más bien por escuchar. Detente y aprecia las estrellas en una noche despejada, o las formas de las nubes en un día gris. Siéntate en un centro comercial y observa cómo todas las personas parecen ir deprisa y sin rumbo alguno.


Si disminuyes el ritmo, simplificarás tu vida y te reunirás con el ritmo perfecto con el que funciona la creación. Imagina que tratas de forzar a la naturaleza halando una planta de tomate que acaba de brotar: eres tan natural como esa planta, así que permítete estar en paz con la perfección del plan de la naturaleza.


10. Haz todo lo posible para evitar las deudas


Recuerda que estás intentando simplificar tu vida, así que no necesitas comprar objetos que la complicarán y la trastornarán. Si no puedes adquirirlos, olvídate de ellos hasta que puedas hacerlo; al contraer deudas, sólo agregas más capas de ansiedad a tu vida. Esa ansiedad te alejará de la paz, que es el lugar donde te encuentras cuando estás en Espíritu. Si tienes que trabajar más para pagar deudas, disfrutarás menos de tu vida actual; en consecuencia, estarás más lejos de la paz y la alegría, que son los símbolos de la inspiración. Te sentirás mucho mejor y disfrutarás tu vida si tienes menos en vez de contraer deudas que no te darán paz y tranquilidad, sino estrés y ansiedad. Y recuerda: el dinero que posees sólo es energía, así que niégate a conectarte con un sistema energético que no es real.


11. Olvídate del valor efectivo


Procuro no pensar frecuentemente en el dinero, pues he observado que las personas que lo hacen no piensan en casi nada más. Entonces, haz lo que tu corazón te diga qué es lo que te hace feliz, en vez de pensar si será rentable o no. No te niegues a los placeres de la vida por razones monetarias; no determines tus compras por el hecho de obtener un descuento, y no te prives de sentir alegría porque no te hicieron una rebaja. Puedes llevar una vida feliz y satisfactoria, y si en este momento estás pensando que yo tengo el descaro de decirte esto porque tienes una situación financiera precaria, es porque tú mismo has levantado tu propia barrera de resistencia.


Deja de ponerle una etiqueta con precio a todo lo que tienes y haces: a fin de cuentas, en el mundo del Espíritu no hay etiquetas con precios. No hagas del dinero el centro de todo lo que tengas o hagas; más bien, descubre el valor inherente a todas las cosas: así simplificarás tu vida y regresarás al Espíritu. Un dólar no determina el valor, aunque vivas en un mundo que intenta convencerte de lo contrario.


12. Acuérdate de tu Espíritu


Si la vida te parece muy compleja, rápida, desordenada, frenética, o difícil, acuérdate de tu propio Espíritu. Estás encaminado a la inspiración, un lugar sencillo y pacífico en donde estás en armonía con la sincronización perfecta de toda la creación. Viaja mentalmente allí y detente con frecuencia para recordar lo que realmente quieres...