jueves, 31 de agosto de 2017

¿Quién siente más dolor, el hombre o la mujer?



Pedro González Núñez..


“Detrás de cada cosa hermosa, hay algún tipo de dolor”. Así es como habla Bob Dylan, el célebre cantante, detrás de cuyas canciones parece esconderse un profundo sufrimiento. Ahora bien, quién siente más dolor, sea más o menos hermoso, ¿el hombre o la mujer?

Históricamente, se le asocia a la mujer una mayor capacidad para aguantar el dolor. Por eso predisposiciones biológicas como la menstruación, el embarazo o el propio parto suelen estar asociadas a cierto grado de sufrimiento. Es más, siempre se ha dicho aquello de “si los hombres tuvieran que pasar por esto…”.


“Si tuviera la posibilidad de elegir entre la experiencia del dolor y la nada, elegiría el dolor”
-William Faulkner-

¿Quién siente más dolor?

Ya sabemos que las habladurías y tradiciones son muchas. Pero hoy día, la ciencia ha avanzado lo suficiente como para estudiar prácticamente todo. Sin embargo, no se puede hacer una investigación real sobre a quién duele más un pinchazo, ya que no tenemos forma humana de medir la misma sensación en diversas personas sin salirnos al terreno subjetivo.

Pero el dolor, pese a ser una percepción individual, sí que ha sido objeto de diversos estudios. Uno de los más célebres, parte de la Universidad de Stanford. Según los investigadores de este estudio, las mujeres suelen reportar más dolor en una mayor diversidad de diagnósticos si se compara con el feedback de dolor que reportan los hombres. Sin embargo, parece más bien cuantitativo, no cualitativo. Es decir, no es una reacción según el género a un estímulo concreto.



Además, existen factores que podrían contaminar las conclusiones que se derivan de estos resultados. Por ejemplo, el hecho de que las mujeres suelan ser más comunicativas que los hombres. Así pues, los chicos, parcos en palabras, reportan menos diagnósticos dolorosos o menos completos. Otra variable que podría contaminar los resultados es la motivación de los hombres para no mostrar debilidad, ya que esta “se supone” que es una característica de su género.

El estudio sobre el dolor en función del género

Los estudiosos de Stanford se preguntaron quién siente más dolor, ¿el hombre o la mujer? Para poder responder recogieron información de más de 11.000 pacientes con problemas circulatorios, digestivos, respiratorios y musculoesqueléticos.

Según los datos obtenidos, parece ser que las mujeres reportaban una intensidad algo más alta que los hombres. De hecho, crearon una escala del 1 al 11, y ellas obtuvieron un punto por encima de ellos. No obstante, otro punto negro que se le achaca a este estudio se basa en las diferencias biológicas entre hombres y mujeres y los problemas de diagnóstico.

Entonces, ¿quién siente más dolor?

Ya vemos que seguimos sin poder dar respuesta a este interrogante. ¿Quién siente más dolor, ellos o ellas? Lo cierto es que los estudios también aplican variables como los ciclos menstruales, que acarrean infinidad de molestias en las mujeres. Así pues, cualquier estudio llevado a cabo debiera realizarse en igualdad de condiciones entre varones y hembras en estado similar. De lo contrario, existen muchos valores, como los citados ciclos menstruales, que pueden adulterar el resultado.

Sin embargo, sí que hay informes que indican, por ejemplo, que las mujeres van más al médico, y normalmente con dolores más severos, duraderos y frecuentes respecto a los hombres. Así el tema, también parece que las mujeres suelen sufrir niveles de estrés más elevados, algo que adultera también cualquier resultado, ya que hace que se intensifique la sensación de dolor.

Más datos sobre los dolores según este estudio

Como nota curiosa, parece ser que los hombres son más precisos al marcar un punto en particular donde les duele. Mientras, las mujeres señalan zonas y no puntos específicos. También encontramos otros datos singulares, como la existencia de dolores crónicos, algo más común en ellas. De hecho, existen enfermedades como la fibromialgia, casi exclusiva del género femenino, que implica fatiga y dolor muscular. Este punto agrava la percepción del dolor.



De hecho, los hombres poseen la proteína GIRK2, que se supone que les ayuda a aguantar mejor el dolor. Sin embargo, parece que la mujer ha aprendido a convivir con su sufrimiento, ya que llevan siglos aguantando niveles de estrés más elevados, dolores menstruales, partos, etc.


“No se ha llegado al colmo del dolor cuando se tiene aún fuerza para quejarse”
-Caballero de Bruix-

Por lo que, si atendemos a los datos del estudio, parece lógico pensar que las mujeres sufren más dolor que los hombres. Sin embargo, no podemos saber qué género es capaz de soportar mejor el daño ante un mismo estímulo. Lo que sí parece que ellas han aprendido mejor a convivir con su sufrimiento.

FUENTE LA MENTE ES MARAVILLOSA.

lunes, 28 de agosto de 2017

PRENDER A ESCUCHAR TU CUERPO




escuchar
escuchar
En este contenido vamos a referirnos a la importancia que tiene el aprender a escuchar nuestro cuerpo.
Para aprender a escuchar el cuerpo primero que nada necesito tener conciencia de cómo soy, es decir qué pienso, qué siento y cómo actúo, cómo vivo: sexo, edad, lugar en el que vivo, tipo de clima, actividad laboral, si soy soltero o vivo en pareja, si vivo en casa o departamento, en la ciudad o en el campo, comprender mi historia personal y familiar, si tengo una vida social intensa o no, mis características psicológicas y emocionales, qué como y cómo como, si hago actividad física y si así fuera cuál, si hago actividades expresivas, si tengo una vida sexual activa o no.
Profundizando más para conocer mi cuerpo necesito saber si estoy en primavera, verano o invierno, ya que dependiendo de cada estación mis órganos y mi psiquis van a funcionar distintos, ya que cada época del año tiene que ver con ciclos dentro de la naturaleza que permiten estados diferentes. Por ejemplo el otoño es un período de descarga, por algo las hojas caen de los árboles, y en nosotros ocurren descargas similares.
El estómago, el páncreas y el bazo son los órganos más afectados en esa época, además comienza un tiempo de meterse hacia adentro con lo cual el sentimiento de introspección y nostalgia es más fuerte; el invierno tiene que ver con la quietud, con el silencio hay un meterse para adentro más hondo y eso conlleva a una situación anímica determinada que afecta el funcionamiento de nuestro estado general. Es decir, cada estación, con sus características y diferencias, genera en los seres humanos estados psico-físicos distintos.
Si la luna está llena, creciente, decreciente o nueva, también afecta a nuestra naturaleza, ya que si las mareas y los cultivos son afectados por el ciclo lunar lo mismo ocurre con nosotros. Por ejemplo, los días de luna llena estamos mucho más energetizados, excitados y se duerme menos horas o bien tenemos más dificultades en conciliar el sueño. El índice de humedad, la presión atmosférica, la temperatura, los vientos, la lluvia, la presencia del sol, la presencia de nubes, la calidad del aire que respiramos, todo afecta íntimamente nuestro estado.

¿Qué es lo que nos impide escuchar el cuerpo?
Entre las distintas razones podríamos decir, en primer lugar, que tiene que ver con la falta de sensibilidad. Esta falta de sensibilidad está relacionada por un lado con un incesante parloteo mental que genera un estado de embotamiento. El parloteo mental es producto de la falta de meditación, entendida ésta como una posibilidad de conocimiento propio, es decir darse el tiempo y el espacio para quedarse con uno y entender todos esos pensamientos que responden a situaciones no terminadas, no comprendidas y también darse cuenta de la mecanicidad de la mente.
También el miedo en todas sus formas es responsable de la falta de sensibilidad, éste miedo a su vez endurece, encierra y esto quita capacidad de sentir, éste se manifiesta por ejemplo, cuando tenemos un malestar físico y creemos que esto nos puede llevar a una enfermedad terminal, y esto a su vez se ve exacerbado por la actitud que tiene la medicina convencional de funcionar a través de generar temor en las personas. Sucede, en general, que si una persona con un dolor de estómago va al médico, éste primero que nada le manda a hacer una serie de estudios los cuales dan cifras. La lectura de estas cifras se dan en función de promedios donde se leyeron a unas ciertas cantidades de personas, pero fuera de éstas existen otras tantas que tal vez funcionen bien y no responden a esos parámetros.
También aquí existen intereses creados ya que muchos laboratorios medicinales pagan cifras muy grandes para que los parámetros sean de tal forma como para vender más de ciertos medicamentos. Determinar, por ejemplo, que el índice de colesterol sea tal, que haya que vender más medicamentos que ayuden a bajarlo.Volviendo a la persona con dolor de estómago, ésta sale de su médico con una serie de medicamentos para aliviar su estado, eliminar el síntoma y además con el temor de que si no lleva adelante este tratamiento puede desembocar en algo “peligroso”. Este accionar genera insensibilidad, en primer lugar porque se actúa a partir del miedo, se bloquea la posibilidad del organismo de expresar su sentir a partir de una descarga necesaria, es decir, se insensibiliza al no dejar salir las toxinas que están pidiendo ser eliminadas, y estas toxinas son producto tanto del cuerpo como de la mente. En segundo lugar se está ingiriendo una serie de medicamentos, que por su misma química y las contraindicaciones que tienen, insensibilizan los órganos, alteran la calidad de la sangre y la claridad del pensamiento.
Empezar a escuchar el cuerpo sería estar atento y perceptivo al síntoma, descubrir el miedo que hay atrás de toda sensación de malestar, con lo cual probablemente más del 50% de los síntomas desaparecerían. Tomar medicamentos para eliminar el síntoma significa eliminar la posibilidad de entender, comprender todas las motivaciones subyacentes que hay detrás de toda manifestación física. También es importante buscar la información necesaria acerca de cómo resolver malestares, investigando uno mismo a través de una bibliografía adecuada, de profesionales responsables que ayuden a prevenir y trasmitan conocimientos como para generar la independencia. Es importante también no derivar a otro la responsabilidad sobre nuestros problemas físicos y psicológicos, es decir poner interés en aprender y dar posibilidad de ir siendo uno mismo su propio curador.
Jung decía: “La enfermedad es la expresión que tiene el cuerpo de mostrar lo que la mente no ha llegado a comprender”.
Estas manifestaciones están sustentadas en una forma de ser y de funcionar frente a la vida, por lo tanto en lugar de actuar sobre el síntoma, lo importante es poder cambiar la forma de actuar, de funcionar, con lo cual los síntomas desaparecerían.
Es aquí dónde la meditación tiene su validez, ya que permite llegar a la raíz de nuestros conflictos y esto permite cambios naturales, profundos y sustentables en el tiempo, que fortalecen a la persona.

Meditación
Hoy existe lo que se llama una “Nueva Medicina”, que intenta curar por medio de la meditación y de los elementos que la naturaleza ofrece a través de la nutrición, la actividad física, el contacto con el aire, el fuego, el agua, la tierra y la capacidad de vivir creativamente. Existen muchas evidencias al respecto, dónde se ha podido comprobar la capacidad curativa de la meditación y de estos elementos.
Esta manera de cambiar, producto de la comprensión que tiene que ver con el no esfuerzo y con la no lucha dan lugar a una vida plena, con paz interior y libertad.
Sensibilidad, fortaleza, humildad, coraje y fundamentalmente un gran interés en generar un cambio es la conjunción necesaria para que lo anterior sea posible.
Esa es la belleza de la vida.
Autores: Liliana Racauchi y José Bidart

viernes, 25 de agosto de 2017

COMO SUPERAR LA PEREZA VACACIONAL





por evolucion...
Llega el final de las vacaciones y la verdad es que da una pereza volver al día a día que a todos mas o menos nos afecta... Y si hay algo que tienes que hacer porque es importante o porque no hacerlo puede traerte consecuencias negativas, pero aún así, no encuentras la motivación ni la fuerza suficiente y no pareces ser capaz de empezar, sino que te quedas mirando al vacío sin hacer nada en absoluto, pues tranquilos!! que eso nos pasa a todos... Te vamso a contar como podemos superar este estado de transicion de las vacaciones al trabajo, con unos cuantos y facilitamos consejos.
Esto pasa a menudo en los estudios, cuando debes estudiar algún tema que te resulta aburrido y sientes una gran sensación de tedio o aburrimiento solo de pensar en ponerte a estudiar.
Pero puede suceder con cualquier otra tarea, como las tareas del hogar, el trabajo, o incluso salir de la cama por la mañana a una hora en la que el cuerpo te pide a gritos que no lo hagas.
Lo que no solemos tener en cuenta cuando nos pasa esto es el hecho de que, con mucha frecuencia, la desgana desaparece en cuanto empezamos, y el problema está solo en esa etapa inicial; es decir, nos cuesta trabajo arrancar, pero luego todo se vuelve mucho más fácil. Cuando el problema es este, la solución es fácil: tan solo tienes que dividir la tarea en diversos pasos y pensar únicamente en el primer paso que tienes que dar. Por ejemplo, si tengo que escribir un artículo para esta web, el primer paso es determinar el tema. Por tanto, me propondría hacer tan solo eso: buscar un tema sobre el que escribir, bosquejar un título y actuar como si eso fuera lo único que tengo que hacer. Una vez en marcha, las ganas de seguir adelante surgen a menudo por sí solas.
La falta de ganas generalizada
Por desgracia, a veces no es tan simple y la falta de motivación para actuar sigue presente. En estos casos, conviene analizar si se trata de una falta de ganas generalizada. Es decir, ¿te cuesta trabajo realizar la mayoría de las tareas que debes hacer en cuanto te resultan mínimamente aburridas?
¿Tienes energía solo para hacer aquello que te gusta y te divierte pero pareces desinflarte y quedarte sin fuerzas para cualquier otra cosa? Si es así, puede deberse a que tu vida ha caído en una rutina aburrida continuada, donde el tedio, las tareas aburridas y las obligaciones predominan. Esto hace que te encuentres en un estado de aburrimiento o hastío generalizado, con poca energía, falta de entusiasmo y falta de motivación. Con un nivel de energía tan bajo, no es raro que cualquier pequeña tarea que te resulte un poco tediosa se convierta en algo abrumador y te desinfle por completo.
En cambio, cuando tu vida es más variada y rica, cuando realizas diversas actividades diferentes, te diviertes, y disfrutas del día a día, tu nivel de energía es más alto, tu entusiasmo general es mayor, y esto hace que no te cueste tanto trabajo hacer tareas desagradables, pues también las encaras con energía, con una actitud positiva y con más ganas.
Piensa, por ejemplo, en una etapa de tu vida en la que te hayas sentido especialmente feliz, tal vez porque has realizado algún sueño, o te has enamorado y estás viviendo una relación maravillosa… Seguramente te sentías con tanta energía y vitalidad que hasta hacías alegremente esas tareas que ahora te parecen una tortura.
Por tanto, si el hastío, la rutina y el aburrimiento se han apoderado de tu vida, ya sabes que lo que necesitas es empezar a hacer cosas diferentes, divertirte más, salir más, tal vez practicar algún deporte que te guste y, sobre todo, hacer un repaso general de tu vida y cambiar algunas cosas para hacerla menos aburrida y monótona.
La baja tolerancia a la frustración
En otros casos, la causa de este problema es una baja tolerancia a la frustración. Esto sucede sobre todo en personas que, desde pequeñas, se han acostumbrado a que los demás (generalmente los padres) hagan por ellos cualquier cosa desagradable, les den todos los caprichos y satisfagan de inmediato todas sus necesidades.
Cuando crecen y se enfrentan al mundo real, con sus problemas, obligaciones y tareas tediosas por hacer, siguen teniendo esa misma actitud de rechazo a cualquier cosa que les resulta mínimamente molesta.
No han aprendido a ponerse en marcha y hacer lo que tienen que hacer, sin más, aunque les desagrade o no tengan ganas.
No obstante, es tan solo una actitud mental, un modo de pensar que puedes empezar a cambiar a partir de ahora. Puedes hacerlo repitiendo a menudo frases como: "Puedo hacer cosas desagradables; puedo hacerlo aunque no tenga ganas; voy a hacer eso aunque sea molesto; a veces hay que hacer cosas desagradables o que no deseo hacer porque es inevitable, así que lo voy a aceptar". Conforme adoptes este nuevo modo de pensar, tu tolerancia a la frustración será cada vez mayor y te irá costando menos hacer este tipo de tareas.
Otros motivos que pueden hacer que la frase "no tengo ganas" surja en tu mente con demasiada frecuencia son el estrés, la sensación de estar abrumado, los problemas de sueño, alguna enfermedad física que te resta energía o algún problema concreto que ocupa tu mente, te abruma y te estresa.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Reverencia a la Vida.

martes, 22 de agosto de 2017

Las cosas son más sencillas de lo que parecen (pensamiento lateral)



Álvaro Cabezuelo ..


Estamos tan acostumbrados a pensar de una manera determinada que enfocar lo que nos sucede de otro modo nos resulta complejo y casi imposible. La cuestión es que en muchas ocasiones nuestra forma de pensar es más un obstáculo que una vía para facilitarnos las cosas. Con la intención de que esto no se convierta en una costumbre, queremos presentaros un nuevo modo de solucionar problemas y retos: el pensamiento lateral o “lateral thinking”.

El término “pensamiento lateral” fue acuñado por el psicólogo Edward Bono para presentar una forma alternativa de pensar que consiste en salirse de la forma de razonar lógica y lineal que tenemos normalmente, para buscar soluciones creativas y originales a cualquier problema o situación.

En este artículo reflexionaremos sobre el pensamiento lateral, la lógica de los esquemas mentales y os propondremos una serie de acertijos que debéis acertar. ¿Aceptáis el reto?


“Ves cosas y dices,”¿Por qué?” Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, “¿Por qué no?”
-George Bernard Shaw-

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El pensamiento lineal como rutina

Estamos acostumbrados al razonamiento lógico, a pensar de una forma lineal y a resolver problemas de forma secuencial, dando pequeños pasos hasta dar con la clave. Desde pequeños nos enseñan que la vida se compone de complejos acertijos que tenemos que resolver utilizando todo nuestro potencial en un mundo lleno de laberintos.

Claro que la vida no es fácil y los caminos de nuestra mente son, en la mayoría de las ocasiones, un rompecabezas que hay que aprender a descifrar o a veces, dejar de intentarlo. Somos seres acostumbrados a buscar explicación a todo lo que nos rodea.



De hecho, cuando nos encontramos ante una situación de la que no contamos con suficiente información, nosotros mismos completamos los datos que nos faltan en base a la manera que tenemos de entender el mundo y en función del aprendizaje que a través de nuestras experiencias hemos construido.

Lo cierto es que esta forma lineal de pensar, en ocasiones, puede traernos problemas porque no somos capaces de ver más allá. Nadie nos ha dicho que existen más caminosque aquel que está en línea recta, que podemos movernos hacia todos lados y que si lo hacemos también estaremos estimulando a nuestra mente.

El despertar del pensamiento lateral

Como vemos, la lógica nos dice que de un paso vamos al siguiente, completando peldaños y avanzando a la solución. Sin embargo, en el pensamiento lateral tenemos que abandonar el proceso lógico de pensamiento para resolver acertijos que son más sencillos de lo que parecen.

Con esta nuevo tipo de pensamiento, en lugar de pensar de esa forma escalonada, debemos hacerlo como su propio nombre indica, en lateral. No todas las soluciones son tan difíciles como imaginamos. Es decir, pensamos demasiado sobre lo que existe y poco sobre lo que podría existir. ¡Atrevámonos a experimentar!

Las reglas del juego

A continuación, te propongo un juego para fomentar tu ingenio y creatividad en la resolución de problemas y poner en práctica el pensamiento lateral. Tan solo tienes que leer las instrucciones y manos a la obra:

Lee detenidamente el acertijo.
Elige aquel que más te guste.
NO busques información sobre la solución del mismo.
Si ya conocías la solución intenta resolver otro, pero NO la digas directamente. Ayuda a los demás a llegar hacia la ella.
Disfruta, comenta y participa en nuestras redes sociales.


El hombre en el ascensor

«Un hombre vive en el décimo piso de un edificio. Cada día toma el ascensor hasta la planta baja para dirigirse al trabajo o ir de compras. Cuando regresa, siempre sube en el ascensor hasta el séptimo piso y luego por la escalera, los restantes tres pisos hasta su apartamento en el décimo. ¿Por qué lo hace?»

Misterio en el campo

“Un hombre yace muerto en un campo. A su lado hay un paquete sin abrir. No hay ninguna otra criatura en el campo. ¿Cómo murió?”.

Una pista: El hombre sabía que iba a morir conforme se acercaba al lugar.

El hombre del bar

“Un hombre entra en un bar y le pide al camarero un vaso de agua. El barman se arrodilla buscando algo, saca un arma y le apunta al hombre que le acaba de hablar. El hombre dice «gracias» y se va”.

Egipto

“Antonio y Cleopatra son hallados muertos en el suelo de una villa de Egipto. Muy cerca se encuentran cristales rotos. El único testigo es el perro guardián. No hay ninguna marca en cualquiera de sus cuerpos y ellos no fueron envenenados. ¿Cómo murieron?”.

La isla de los ojos azules..

“En una isla hay 100 habitantes. Todos ellos tienen o bien ojos azules o bien ojos marrones. Todos ven el color de los otros, pero no el color propio. No pueden hablar del tema y no hay espejos. Eso sí: una ley establece que si alguien descubre que tiene los ojos azules, ha de abandonar la isla a las 8 de la mañana siguientes. Todos los isleños tienen la misma capacidad para razonar y todos son capaces de usar una lógica impecable.

Un día, una persona llega de visita a la isla y, mientras los mira a todos, dice, sin señalar a nadie en concreto: “¡Qué bueno es ver al menos una persona con ojos azules después de tanto tiempo de estar en alta mar!” ¿Qué consecuencias trajo este comentario a los habitantes de la isla?”.



El camino del monje

“Un monje parte al amanecer de su monasterio hasta la cima de una montaña, donde llega tras un camino de varias horas. Se queda a descansar y a dormir, y sale por la mañana de la montaña a la misma hora para regresar a su monasterio.

Es posible que no tardara lo mismo en ir que en volver y da igual que su velocidad no fuera constante o cuándo y cuántas veces se parara a descansar: el monje pasó por algún punto del camino exactamente a la misma hora, pero con un día de diferencia. ¿Por qué?”.

Soluciones

El hombre del ascensor

El hombre es un enano. Al no ser capaz de llegar al botón del décimo piso del ascensor, opta por dar al botón del séptimo y luego, subir las escaleras. Por otro lado, al bajar no tiene problema porque el botón de la planta baja está cerca.

Egipto

Antonio y Cleopatra son dos peces de colores que vivían en una pecera, la cual fue golpeada por un perro.

La isla de los ojos azules

Todas las personas con ojos azules abandonarán la isla.

Si solo hubiera una persona con los ojos azules, lo sabría ya que el 99% restantes, los tendrían marrones por lo que se iría.

Si hubiera dos personas con los ojos azules (A) y (B), el primero podría pensar que se refería al segundo y que solo hay uno y el segundo pensaría lo mismo del primero. Cuando uno ve que el otro no se va de la isla el primer día, deduciría que él también tiene los ojos azules, por lo que ambos se tendría que ir el segundo día.

Lo mismo sucedería si hay tres (A), (B) y (C), ya que el primero vería que los otros dos no dejan la isla y que por tanto, él también tiene los ojos azules, por lo que se tendrían que ir los tres al tercer día; al ver el primero que los otros no se fueron el segundo día.

Y así hasta que se vayan todos los habitantes con los ojos azules, sean el número que sean.

El camino del monje

Para dar respuesta a este acertijo imagínate que se trata de dos monjes que salen a la misma hora de zonas opuestas. Si siguen el mismo camino en algún momento se tendrán que encontrar… Ahora parece evidente, ¿verdad?

Todo es mucho más fácil de lo que pensamos, la cuestión es no dejarnos atrapar por las trampas de nuestros pensamientos y comenzar a crear nuevas perspectivas… Para ello, el pensamiento lateral puede ayudarnos. ¡Atrévete a pensar de forma diferente!

FUENTE LA MENTE ES MARAVILLOSA.