miércoles, 31 de agosto de 2016

Diez rasgos que definen a las personas que consiguen lograr sus objetivos.


Comienzo diciéndoles que existe un error habitual y en pensar que las personas que consigue resultados, digamos “excepcionales”, que a muchas personas les gustaría lograr, son gente “especial”,dotada de talentos innatos o que la naturaleza les ha señalado como los elegidos.
 
 No es así. Son gente como cualquiera, pero que sí aglutinan una serie de características, que lo más importante es que están al alcance de todos.

¿Cuáles son esas cualidades?
1. Son personas que tienen claro lo que quieren. 
La principal causa por la que la gente no consigue lo que quiere es que no sabe lo que quiere. Muchas personas funcionan por inercia, dejándose llevar, en piloto automático; y como decía Séneca
: “No haybuen viento para quien no sabe a dónde va”.
 
Cuanto más concretas, detalladas y específicas son nuestras metas, más fáciles de conseguir, porque entonces se pueden alinear todos los recursos, concentrar todas las energías y diseñar todas las acciones hacia ese fin. De otro modo, cuando las metas son difusas, uno anda pegando tiros por aquí y allá y las fuerzas andan demasiado están dispersas.
 
2. Son personas de Acción 
Si decides hacer algo y no actúas en realidad no has decidido nada. La acción es la verdadera medida de la inteligencia. Son personas que no esperan a que se den las circunstancias perfectas, a contar con todos los medios a su alcance, o a ver todo el camino por delante.
 
Son personas que se ponen en movimiento y sobre la marcha van descubriendo las soluciones.
 
 
Cuando uno se pone a caminar está provocando que ocurran cosas.
 
 
Lo peor es el inmovilismo, quedarse quieto, parado a que venga la inspiración divina o aparezcan las circunstancias idóneas.
 
Nunca ocurre y encima el tiempo pasa. Y el tiempo es la variable más importante con la que contamos las personas, porque el tiempo es el que es y se agota; no se puede recuperar, reciclar y nada.
 
 
 
Cada hora que pasa y no se aprovecha, se pierde. Por eso Karen Lamb decía: “Dentro de un año te arrepentirás de no haber empezado hoy”. El secreto de avanzar es siempre comenzar.
 
3. Son personas disciplinadas 
La disciplina es hacer lo que se tiene que hacer aunque no apetezca. Lo difícil no es saber lo que hay que hacer, es hacerlo.
 
 
 Si uno quiere adelgazar se va a un especialista en nutrición, le dice la dieta que tiene que seguir, pero luego la gente se la salta. Si uno quiere tener un cuerpo diez, se va a un especialista en preparación física, y le dice los ejercicios a realizar, pero luego la gente deja de ir al gimnasio.
 
 
La Pereza es el mayor enemigo de la disciplina. Mucha gente no consigue resultados porque prefiere hacer lo cómodo a lo necesario. Lo decía Víctor Hugo“A nadie le faltan fuerzas, lo que a muchos les falta es voluntad”. Para conseguir resultados extraordinarios no hay que hacer cosas extraordinarias, pero sí ciertas repetidas a lo largo del tiempo.
 
 
4. Son personas que no pierden el Foco. 
Son personas que han decidido dedicarse intensamente a algo. La dispersión es uno de los grandes enemigos en la consecución de objetivos. Steve Jobs decía en una ocasión: "Cuando te dedicas a construir algo tan grande como Apple tienes que dejar de vivir otras vidas que podrías estar viviendo".
 
Vivir es elegir y elegir es descartar. Son gente que sabe decir no a muchas cosas, y no se centran en lo que pierden con las alternativas descartadas sino que se centran en lo que ganan con la elegida.
 
 
5. Son personas que tienen paciencia. 
Casi todo lo bueno de la vida se cuece a fuego lento. Tarda tiempo en llegar. No se siembra hoy y se recoge mañana. Para mí la Paciencia es, quizás, la virtud más difícil de encontrar en el Desarrollo Personal, porque hablar de Paciencia es hablar de futuro; y el futuro no nos lo puede garantizar nadie.
 
 Por eso hablar de Paciencia es hablar de FE, y qué significa FE, confiar en lo que no se ve; que si uno trabaja y tiene capacidad de esperar, los resultados llegan, pero nadie nos lo puede garantizar.
 
 
El problema de la mayoría de la gente es que al no ver resultados desiste. No existen metas no realistas, sólo tiempos no realistas. Todo es posible si uno se da el tiempo suficiente. El problema es que las personas no buscamos “soluciones” sino “milagros”:sea bilingüe en diez días, aprende a negociar con nuestro curso on line o sea líder con nuestro programa de fin de semana… Y no funciona así la cosa.
 
 
6. Son personas que ponen la responsabilidad en ellos mismos.
 
La autorresponsabilidad es el primer requisito del autoliderazgo. Son gente que no espera a que nadie les resuelva la vida, porque saben que si se hace, puede pasar el tiempo y seguir igual. No se centran en el qué va a pasar sino que ponen el foco el qué voy a hacer.
 
Sí, es cierto, hay injusticias, trabas burocráticas y muchos obstáculos… pero no dedican un minuto a quejarse y lamentarse sino que ponen su atención en cómo bordearlos.
 
 
Quejarse puede hacernos sentir mejor, pero no soluciona nada.
 
 
 
7. Son personas que tienen una fuerte Determinación. 
Y Determinación significa decidir por adelantado que pase lo que pase uno va a seguir adelante. A pesar de los obstáculos, de las injusticias, de las críticas, de los fracasos… no se para.
 
 
Will Smith, el actor de Hollywood, para explicar lo que era su compromiso y determinación con el trabajo, ponía el siguiente ejemplo: "Aquí hay dos máquinas de correr de gimnasio, yo me voy a subir en una y tú en otra, y sólo pueden ocurrir dos cosas: o tú te bajas antes o yo muero en la cinta".
 
 
Eso es Determinación, algo por lo que uno está dispuesto a apostarlo todo. En la vida no hay que preguntar a la gente qué quiere conseguir sino qué está dispuesta a perder, porque eso indica el grado de compromiso que tiene con la causa, con sus metas.
 
 
8. Son personas mentalmente sanas. 
Son gente que tiene diálogos internos constructivos. No se flagelan. El mayor enemigo: los pensamientos negativos que nos torturan, nos sabotean, nos arrinconan y nos hacen sentir pequeños: no soy bueno, no soy capaz, no me lo merezco…
 
La mente es el arma más poderosa con la que contamos las personas, pero la mente o la controlas tú a ella o te controla ella a ti. Cambiar la forma de pensar, cambia la forma de actuar.
 
 
9. Son personas que se mueven en entornos adecuados. 
Hay entornos tóxicos y entornos estimulantes; entornos que sacan lo mejor de uno y entornos que reprimen el potencial que hay dentro de cada; entornos con gente que te carga de energía y entornos con gente que te chupa energía; entornos que potencian la confianza y entornos que alimentan el miedo.
 
 Los límites no están en las personas, están en los entornos.
¿Y qué son entornos? La tierra en la que se cultiva: si la semilla es buena pero el terreno no es fértil no saldrá nada. Por el contrario, si a una persona se la pone en buena tierra y se la riega, crece sin parar; porque estamos hechos para eso para crecer, mejorar, evolucionar.
 
 
10. Son personas que tienen una actitud de mejora continua. 
Nuestra vida es un reflejo de nuestro desarrollo personal por eso no hay mejor inversión que la que se hace en uno mismo. La gente que no se desarrolla se deprecia porque se desprecia. Son gente que siempre piensan cómo mejorar; no dejan de leer, estudiar, acudir a conferencias y seminarios, relacionarse con gente.
 
Y en este tema del desarrollo personal hay una cuestión que conviene destacar. Hay gente que dice: “Es que yo soy así”. Tu siempre puedes cambiar y tú siempre mejorar porque tú siempre puedes aprender. El activo económico más valioso que tiene una persona es su capacidad de aprender.
 
 
He concluido mi intervención con una idea: 
Dentro de cada persona hay un gran poder interior, y la cuestión es si ese poder está activado o no. La gente que consigue resultados es gente que ha activado, consciente o inconscientemente, ese poder. La principal debilidad humana es que nos infravaloramos, que creemos que no somos lo suficientemente buenos.
 
 
A menudo vamos por la vida con el freno de mano echado. Nuestra vida es un reflejo de nuestra autoestima que no es otra cosa que la reputación que tenemos de nosotros mismos; si esa reputación no es elevada es difícil que ocurran cosas grandes. Por ello lo primero y más importante que hay que aprender es aprender a creer en uno mismo. Cada persona es mucho más que lo que ella piensa de sí misma.
 
 
Cuando conseguimos liberarnos de todas creencias, límites y miedos que nos atan, a partir de ahí cualquier meta está a nuestro alcance. Y ojo, que diga que cualquier meta esté a nuestro alcance no quiere decir que sea fácil.
 
 


Como hemos visto: hay que tener claro lo que se quiere, pasar a la acción, ser disciplinado, no perder el foco, tener paciencia, poner la responsabilidad en uno mismo, tener una fuerte determinación por la que queremos, cultivar hábitos mentales sanos, moverse en los entornos adecuados y finalmente tener una actitud de mejora continua.

SOLTAR EL CONTROL INNECESARIO - Bianca Atwell





Cuando estudiamos la naturaleza, nos encontramos con que ésta está regida por una inteligencia que se manifiesta en las dinámicas de las fuerzas fundamentales, en la perfecta geometría en el diseño, en todos los procesos que comandan las funciones vitales de los organismos.
Nuestro cuerpo es un ejemplo clásico de esta inteligencia. Funciona las 24 horas realizando distintos procesos más allá de nuestra conciencia e intervención. Esos procesos son asombrosos y nunca aleatorios o azarosos.
La auto-regulación del planeta Tierra es otro ejemplo de esta inteligencia que subyace en la salinidad de los océanos, en la regulación de la entrada de los rayos cósmicos o en la auto-regulación de la biomasa.
Muchas personas me preguntan ¿Qué tengo que hacer frente a estos cambios planetarios? e incluso hacen cursos y pagan para “aumentar la vibración” y estar en resonancia con el planeta…
A ver, si llueve (un proceso natural), lloverá a pesar de lo que hagas. Este cambio planetario también es natural, y si la vibración de la Tierra aumenta, hagas lo que hagas tu vibración también aumentará. Hagas un curso o lo dejes de hacer, vives en la cavidad de resonancia terrestre y si ésta aumenta su vibración, pues TODO lo que se encuentre en esta cavidad, vibrará a frecuencias más altas.
Este “tengo que” se nos ha instalado en un proceso de educación manipulativa. Se nos educa para producir, para trabajar, para “hacer” y se nos va la mano, porque en esa sensación permanente de que “hay que hacer algo”, también queremos controlar los procesos naturales.
Entonces no confiamos en la naturaleza, en su inteligencia y en su capacidad. Tampoco confiamos en la capacidad natural de nuestro cuerpo a adaptarse a los cambios, a auto-curarse de las enfermedades y a auto-regularse.
Un ejemplo clásico: tomamos vitaminas. Sin embargo, tu cuerpo no absorberá vitaminas que no necesita…y tampoco absorberá vitaminas (aunque las ingieras) si existe en tí un proceso emocional que te lleve a bajar los niveles de inmunidad…

Eliminamos las bacterias usando todo tipo de productos anti-bacterianos como aerosoles y líquidos, y con ello matamos también a las bacterias que sirven para nuestra salud y protección, y además desequilibramos el mundo de las bacterias, tan esencial para nuestras vidas.
Lo controlamos todo. Y no sólo controlamos lo que hacemos nosotros sino que nos pasamos buena parte del día controlando lo que hacen los demás. Los juzgamos, miramos la paja en el ojo ajeno.
Controlamos los rayos UV como si la Tierra no supiese hacerlo, controlamos el clima y controlamos el crecimiento de las plantas.
¿Cuál es el origen del control?
Pues el miedo. El miedo es el origen del control. La desconfianza. La falsa creencia en que si nosotros no intervenimos, todo saldrá mal.
A veces, y en muchas de las situaciones de la vida, hay que hacer exactamente lo contrario: SOLTAR Y CONFIAR.
Sabemos hace muchos años que la naturaleza actúa regulándolo todo en pro de la vida. Sabemos que la mayoría de las funciones del planeta son realizadas para conservar la vida en su seno. Lo viene haciendo hace miles de millones de años, y lo sigue haciendo hagamos lo que hagamos.
Un reciente estudio realizado por los investigadores Aapo Rautiainen, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), y Paul Waggoner, de la Universidad Rockefeller (Estados Unidos), revela que los bosques de nuestro planeta están absorviendo mucho más CO2.
La densidad forestal ha aumentado en 68 países que representan el 72% de la masa forestal mundial.
Tiramos agua dulce en el océano, pero la inteligencia de la que hablo, se ocupa de regular su salinidad y mantener la vida marina.
Creemos que controlamos todo, cuando el 90% de lo que hacemos cotidianamente está regulado por esta inteligencia, cuya naturaleza es omnipresente y cósmica.
Creemos que un psicólogo o un psiquiatra terminará con nuestra depresión invernal u otoñal, pero no podrás evitar que sea el clima (los meses en que hay menos luz solar) quienes cambien tu estado de ánimo.
Son mucho más potentes los factores NATURALES en el control de tu vida, que tu propia intervención conciente en ella. Dependemos de los ciclos lunares (¿qué vas a hacer?), de los ciclos solares (¿vas a controlar las tormentas solares también?), dependemos de las rutas orbitales de nuestro sistema solar en la galaxia…
¿Cuánta gente se pone a hacer dieta porque se ve gorda y no logra bajar? ¿No será que esa persona está pre-ocupada porque no llega a fin de mes, entonces su cuerpo absorve la mayor cantidad de grasas y proteínas posibles de los alimentos esperando que éstos no estén disponibles?
No son algunos, son TODOS los procesos vitales los que están regulados por una inteligencia cósmica, nuestra intervención es mínima.
Por lo que en muchas situaciones, se trata de soltar el control, soltar y confiar en la sabiduría de esta inteligencia evolutiva que lleva tantos años desarrollándose.
Me parece un insulto, cuando leo en algunos artículos que andan circulando por Internet “que sólo evolucionarán los que estén espiritualmente preparados” ¿Qué estupidez es esa? Es lo mismo que decir que cuando venga un tsunami se salvarán los que “vibren en armonía con la Tierra”.
La evolución corre más allá de lo controlable. La evolución de los organismos es un juego que nos condiciona a todos, pero nosotros no podemos controlarla, no podemos dirigirla.
La evolución llega, hace que una nueva combinación de genes comience a expresarse y el papel del organismo es simplemente vivir esa experiencia. Pero nosotros intervenimos, queremos ser los manipuladores de la existencia.
Si por el contrario, comenzamos a soltar algunos de los controles innecesarios y hasta ridículos…por ejemplo: ¿Tú crees que si le dices a un alcohólico que deje de beber éste lo hará? Pues deja ya de fijarte en lo que bebe el otro, porque tú no debes controlar lo que hacen los demás y mucho menos cambiarlo.
¿Tú crees que podrás hacer que un fumador deje el tabaco porque tú se lo dices? Pues desengáñate: fumará más.
La adicción de los otros es un proceso de los otros, no es tuyo, por lo tanto debes soltar el control sobre lo que hacen los demás. Es más, controlar las adicciones de los otros es una enfermedad autodestructiva y se llama co-adicción.
Esta enfermedad autodestructiva surge por la incapacidad de resolver los problemas propios. El controlador delega la atención que debería tener en sí mismo y la pone en lo que hace el otro. Así, mientras cree que está ayudando “al pobre adicto” en realidad está descuidando su propio organismo evadiéndose de poner la atención en sus propios problemas.
¿Cuántas veces ponemos la ATENCION en lo que hacen o dejan de hacer los demás? Eso es un mal síntoma. Un muy mal síntoma.
La enfermedad del CONTROL es una de las más comunes de nuestra sociedad. Viene dada por la evasión y por el miedo. Como no tenemos confianza, tenemos miedo a perder el control, no confiamos en que las cosas pueden salir bien si no intervenimos.
Y además el control es el síntoma más claro de una adicción, somos sociedades de consumo y por lo tanto en nuestras sociedades somos adictos. Con esa adicción (a lo que sea, a la TV, a la información, al tabaco, al alcohol, a las personas), vienen las conductas de control añadidas.
Entonces nos convertimos en controladores. Lo medimos todo, lo cuantificamos todo, queremos tenerlo todo en orden.
Y eso es una ilusión.
Porque el orden no viene dado por lo que hagamos, sino por fuerzas mucho más poderosas que dependen de órbitas planetarias, de densidad del plasma solar, de ciclos cósmicos y de procesos evolutivos en constante desarrollo.
Más bien, somos resonadores, actuamos como osciladores armónicos, de la información que vuela en el campo noosférico. Las energías que nos llegan, las vibraciones, la codificación y la información resuena, en nosotros y actuamos como amplificadores, siempre y cuando no intervengamos con nuestro control enfermizo.
Ocuparse de uno mismo, es la tarea más digna de un organismo. Porque hacer eso (si sientes la necesidad imperiosa siempre de hacer algo), mágicamente (naturalmente) hace que contribuyas al desarrollo y la evolución de los demás.
Antes de “hacer algo” fíjate si ello es intervenir en el proceso de otros, o realmente hacer algo por tu propia vida.
Porque si intervienes, puede que estés interfiriendo esa resonancia, cambiando su curso. En cambio si te dejas llevar, si no te opones a la realidad y la aceptas tal y como viene, te conviertes en lo que realmente debes ser: un osciladior armónico de la naturaleza. Un fractal exacto de la inteligencia cósmica.
Controlamos el tiempo, con un calendario gregoriano arbitrario que ni siquiera sigue los ritmos cósmicos…
El humano que vive en la naturaleza no tiene reloj. Lo despierta su glándula pineal (ajustada al reloj biológico), cuando ésta recibe las frecuencias exactas de luz solar que indican que ha llegado la hora de despertar.
Sale a buscar comida porque tiene hambre, lo hace cuando su cuerpo se lo pide. No tirará la flecha antes de que la presa esté en el lugar exacto: esperará a que las señales se lo indiquen. Escuchará la selva, escuchará las señales y se adaptará.
Se irá a dormir cuando se lo diga la Tierra, cuando su pineal sepa que es de noche, del mismo modo que lo hacen todos los mamíferos cuando llega la hora. Pero este humano natural, no sabe que existe una glándula pineal, simplemente se deja llevar por lo que siente. SENTIR.
Una función vital y fundamental de la existencia. Nos pasamos tanto tiempo controlando, que no prestamos atención a lo que sentimos.
Y en el sentir está la guía de supervivencia de cualquier organismo. Sentir es tener la ATENCION en lo que se siente, y no tenerla en controlarlo todo o tener la ATENCION en lo que hace el otro.
Soltar el control y dejarse llevar, significa atender a lo que sentimos, darle rienda suelta a las emociones para que éstas se expresen como guías de supervivencia.
Por último: no necesitas ningún curso para evolucionar, simplemente evolucionarás y eso será irremediable.

martes, 30 de agosto de 2016

ENTREVISTA A EMILIO CARRILLO.





¿Es una utopía el Regreso al Hogar; cual es nuestro verdadero Hogar?

Si. para "Recordar" ¿Quien soy? es necesaria la dualidad y para "Olvidarme" es necesario estar en Unidad, en ese AMOR INCONDICIONAL.

¿Es una utopía el Regreso al Hogar de manera eterna ya que todo es un proceso cíclico de experimentación (recuerdo-olvido-recuerdo-olvido).

¿Entonces, si somos impermanentes, si nuestro principio es a la vez nuestro final, si nunca nos quedamos "en casa" ¿Cual es nuestro verdadero Hogar?...

Nuestro verdadero Hogar es el AQUI-AHORA.

El Hogar no es un espacio físico, no es un sitio donde tengamos que estar, no es ni siquiera una especie de sentimiento o emoción.

El Hogar es el momento presente.¿Por que?... porque el momento presente es la Vida.

El pasado no es la vida. Lo fue cuando fue presente, pero ya no lo es.

El futuro...ni siquiera alguna vez ha sido real.

La Vida es nuestro Hogar. Es elemental, pero desde la mente esto te tambalea.

La Vida es vivir viviendo el momento presente.

La gente empieza a hablar contigo y mantienes una conversación con ella, pero te das cuenta que, de pronto, esa persona se ha ido. Hay un momento de la conversación que ya no esta ahí.

Si, esta ahi aparentemente, pero no lo esta porque alguna cosa que has compartido le ha llevado mentalmente a un recuerdo de "no se que" y ese pensamiento la ha situado en otro lugar.

Y tu, estando delante, te has convertido en invisible para ella.

La gente va por la calle y si, esta aparentemente en la calle, pero es sencillo darte cuenta que no lo estan.

Las personas cuando pasean, por cualquier plaza, por cualquier calle de cualquier ciudad, estan ausentes, sumidas en sus pensamientos, en otro lugar.

Nada mas que mirarlas a los ojos. Esas personas no estan ahí.
Vete a saber donde estan: en el trabajo, peleándose con la pareja... no estan ahí.
Esto es totalmente absurdo. Lo consideramos normal cuando no lo es.
Es frecuente, pero no es normal.

Hay cosas frecuentes que son profundamente anormales; y hay cosas normales que son muy infrecuentes.

Vivir en ese mundo absurdo de la mente, de estos vaivenes que acabo de comentar, es frecuente, pero profundamente anormal. El Aquí y Ahora es la Vida.

Entonces, cuando la gente me habla del Hogar, del Amor, de "no se que", de "no se cuanto"... ¡ Vive, vive! ... es la vida.

¿Que es lo que somos? ¿Tu que eres? ¿Yo que soy?..

Ese conductor al que hago referencia lo podemos llamar de muchas formas: consciencia, espíritu, alma, amor, energia. Pero, realmente, ¿que es, mas allá de los nombres que le queramos dar? Es Vida: vivo, existo, soy.

El AQUI-AHORA, el momento presente, tiene dos dimensiones: la dimensión que podemos denominar superficial y la dimensión que podemos llamar subyacente.

La dimensión superficial del momento presente es aquella parte del momento presente que va cambiando de momento en momento. Tu y yo llevamos ya una hora aproximadamente hablando y de momento en momento han ido cambiando las cosas: mi postura, la mano, el movimiento de cabeza, las palabras que he utilizado, tu movimiento....sin embargo, el momento presente tiene una dimensión subyacente: aquello que de momento en momento no cambia, aquello que es inmutable, aquello que no varia, aquello que era, es y sigue siendo igual de momento en momento.

Aquello que cuando tu y yo nos sentamos a iniciar la conversación estaba ahí y de momento en momento sigue estando sin cambio. Y cuando terminemos esta conversación y cerremos Skype, seguirá estando.

Y la pregunta que hace la mente es: ¿Y que es eso que no cambia? ¿Que es eso que permanece inmutable? ¿Cual es el contenido de la dimensión subyacente del momento presente?

Muy sencillo. El hecho de que yo vivo. Yo vivia y existía cuando comenzamos esta conversación. Yo vivo y existo en cada momento que se ha ido desplegando nuestra conversación.

Ahora, en este momento presente, vivo, existo, soy. Y cuando terminemos, vivo, existo, soy. Y, ademas, como la muerte es un imposible porque es el coche "el que muere", pero el conductor nunca muere, eso significa que por los siglos de los siglos Yo Soy: vivo, existo, soy... fuera del tiempo y del espacio.

En cada momento, eso no cambia. La dimensión superficial si, cambia mucho. Pero yo no.

Cuando percibimos esto, podemos percatarnos igualmente de lo siguiente: Cuando te das cuenta de que TU ERES, que YO SOY y sigo siendo de momento en momento, te percatas de un hecho que a la mente la distorsiona tremendamente. Y es que la vida existe porque yo existo.

Si yo no existiera, tu no existirias. Si yo no existiera, los demás no existirían. Si yo no existiera, la vida no existiría. ante esto, ¿que es lo que nos dice la mente?...NO Emilio, no. Estas equivocado. Si tu no existes, el mundo continua existiendo. Si tu no existes, la vida sigue. Pues no. Eso es una falacia mental. Si yo no existo, tu has dejado de existir. Te has diluido. Tu presunta existencia es un juego mental.

Si yo dejara de existir, la vida entera dejaría de existir conmigo. Mi existencia es infinita y eterna.

En los textos antiguos, por ejemplo en la Biblia cristiana, a la divinidad se le asocia al Yo Soy. Y muchas corrientes se le asocia al Yo Soy. Y muchas corrientes conscienciales mas recientes ( Saint Germain por ejemplo) insitieron mucho en el Yo Soy.

Esto es el Yo Soy.

El Yo Soy es percatarte de lo que tu eres, de que existes, de que vives, de que tu eres la vida. Y la vida eta en el momento presente, en el AQUI-AHORA, estamos compartiendo esta charla por Skype encarnados en seres humanos.

Este es nuestro Hogar: el AQUI-AHORA, la vida. No hay otro Hogar. No hay un sitio donde ir, al que llegar.

Por supuesto que de momento en momento, tu y yo, que no cambiaremos nunca (vivo, existo, soy) estaremos en muchos sitios. Y hemos estado en muchísimos sitios,. Y en otros mundos, en otros planos... pero ahora la vida es esta.

Puede ser incluso que seamos multidimensionales, pero tu y yo ahora la consciencia que tenemos es de este momento aqui y ahora.

Y este es nuestro Hogar. Este espacio sagrado de libertad. Este sitio que esta siempre lleno de Amor y donde puedo moverme en libertad y decidir y modular (salvo que os sistemas de creencias y los viajes mentales por el tiempo me tengan aturdido) la frecuencia vibracional de las actitudes con las que vivo las experiencias cotidianas y las acciones que derivan de esas actitudes.

Una persona que ha profundizado mucho en la practica del Aquí-Ahora es Eckhart Tolle.

Voy a utilizar dos palabras que, a modo de mantra, se pueden tomar de la obra de Tolle para no olvidar lo que estamos compartiendo, para que este presente en tu vida. Y son dos palabras muy sencillas traducidas al castellano: ALERTA Y ESPACIO.

¿Que es eso de alerta? No olvidar lo que eres. No olvidar que existes. No olvidar el Yo Soy. Eso es estar alerta. En tu vida pasan cosas. Unas, tu mente las califica de placenteras. Otras, de turbulencias. Vale, ahí estan. Incluso en tu cuerpo físico puede aparecer la enfermedad, el dolor o el placer. Eso va a ir mutando.

Eso va a ir cambiando. De momento en momento va a haber cambios.

¿Que es lo que no cambia?

El hecho de que vivo, existo, soy: tu Yo Soy. Eso hace que te conviertas en observador. Esa alerta, te lleva a que veas que tu Yo Soy es una cosa y lo que va cambiando es otra. Y a que no te identifiques con lo que va cambiando, con tu yo físico-mental-emocional, que va cambiando de momento en momento.
Tu eres otra cosa. No te identifiques con lo que cambia. Date cuenta que lo que realmente eres es lo inmutable.

Y cuando en tu vida ocurran cosas tranquilo... no pierdas nunca la quietud, la calma de tu Yo Soy.

Forma parte de la lógica de la vida. Tu mantente alerta.
No te confundas. Vive la experiencia, claro que si, plenamente, aceptandola en su integridad, pero no te identifiques con ella. Tu estas en el hecho de que existes, en el hecho de que vives y de que esa existencia no tiene tiempo y se va desplegando en un momento presente continuo que es lo Eterno.

La segunda palabras es espacio.
¿Que significa?

Darte cuenta de que Yo Soy es el espacio en el que la Vida se produce, en el que la vida acontece y se desenvuelve. La vida sin mi no existiría. Y a partir de ahí, yo interacciono con la vida y empiezo a adquirir una percepción de la vida muy distinta porque la vida ya no es distinta a mi. Yo Soy y la vida, a su vez soy yo porque la vida se esta desplegando en mi existencia.

La gente habla de que somos cocreadores, de que podemos crear la realidad.... no es que seamos cocreadores, es que la vida soy yo. Es algo mucho mas que co-crear. Es algo mucho mas intimo, muchisimo mas directo. Y lo mas espectacular de esto es que desde este Yo Soy alerta y este Yo Soy espacio, puedo afirmar con toda legitimidad que la vida existe porque yo existo y que la vida es porque Yo Soy.

Pero con la misma legitimidad puedes decirlo tu. Cada ser vivo lo puede decir.

Esto es espectacular. Cuando me di cuenta de esto, del Yo Soy y del espacio en cuanto a que yo soy la propia vida, tuve un tiempo donde me sentí solo, muy solo en el sentido emocional.
Hay una parte consciencial de la soledad que es magnifica que es la Edad del Sol, que yo llamo. Son las dos palabras que forman la soledad: Sol y Edad, la edad del Sol.

Pero yo estoy refiriéndome aqui-ahora al mundo emocional: la soledad tal y como entendemos desde el mundo de las emociones. Me sentí solo porque digo, vamos a ver: Yo Soy. Yo existo. Siempre (entendiendo por siempre esa eternidad de un momento presente continuo) Y la vida es mi propia existencia. Yo soy el contenedor de la vida y la vida soy yo. No hay mas.

¿Donde esta la gente?
¿Con quien me relaciono?
¿Con quien interacciono en realidad?

Emma esta ahí porque yo te estoy creando a ti. Tu eres yo. Entonces, emocionalmente tve una serie de turbulencias, de sentirme solo. Hasta que me di cuenta de que no, de que Emma esta viviendo lo mismo que yo.

Entonces es como si el Yo Soy de cada uno y la vida que cada uno estamos haciendo posible por el hecho de que existimos, empezara a relacionar con eso mismo que estan viviendo los otros.

Tu estas en mi vida porque yo te he creado, pero yo estoy en tu vida porque tu también me has creado. Y estoy en la vida de mucha gente como tu estas en la vida de mucha gente.

Esto es francamente divertido porque me he dado cuenta de que yo estoy en la vida de mucha gente, pero en la vida de cada uno soy distinto porque cada uno me ve de una manera determinada que es diferente según cada cual.

Mis seres queridos me ven, si, pero cada uno me ve a su manera.

En función de su estado de consciencia, en función de como son, ven de mi cosas distintas.

No me ven exactamente igual. Por expresarlo matemáticamente seria como una especie de esfera donde cada punto es la esfera entera. Yo puedo verme como punto, pero no soy un punto, soy la esfera entera. Y lo mas maravilloso es que tu tambien eres un punto y eres, igualmente, la esfera entera.

Y aqui-ahora, en lugar de sentirme solo, lo que me veo es absolutamente acompañado y en una vida que es francamente divertida porque es una vida que yo estoy viviendo, que depende enteramente de mi y que yo percibo. Y se que la que estan viviendo los otros depende enteramente de ellos, aunque no se den cuenta ni por asomo alguno.

Fuente: Reproducción parcial de la entrevista a Emilio Carrillo por Emma Vazquez.