domingo, 31 de mayo de 2015

QUE TIENE FUERZA?




En el silencio hay más amor que en el ruido cuando sabemos que nos amamos es paz, honestamente sin esperar al otro o por el otro... solo por mí....
Siempre creemos que todo comienza permanentemente, que todo va a estar mejor, mañana, al día siguiente. Creemos  que todo va a cambiar como en un cuento de hadas, que seremos más amados o amaremos más, que hablaremos más.... soñamos en que lo vamos a lograr. 
No nos damos cuenta que todo muere permanentemente mas que otra cosa...y la gran oportunidad de lo que era se desvanece ante nosotros.... 
Lo "no" expresado, sacado desde adentro;  pierde su momento de haber sido visto y uno cree que algo comenzará mejor;  pero no funciona así.... 

Cuando se hace pesado fue porque había chance de intentarlo una vez mas: "diferente" y no pudimos, luego nos arropa doblemente un sentimiento tan absurdo,  que agobia, nos cierra y nos incapacita de estar libres....una confusión única pero que se hace familiar... y la frase para terminar de aniquilarnos es: "estoy de vuelta en el principio". 
El único chance es tratar de encontrar… la verdad de lo que estamos confrontando, esta magia… es la verdadera libertad.... 
Comunicar como sea lo de adentro. Cuando hay respeto entre dos, amor y consideración estamos a salvo de hacerlo....Las preguntas desde la responsabilidad:¿Qué tengo?
¿Por qué siento esto?
¿Qué pudo haber pasado que me disparó todo esto?
Me doy cuenta que viene de mi y lo miro y si puedo lo hablo, lo lloro, lo grito....No tiene fuerza:¿Por qué no me entiendes?
¿Por qué no lo haces como yo?
¿Por qué te tengo que buscar?
Me gusta que se ocupen de mí....
Yo te pongo condiciones... mas tu a mi no!
Tu eres el (la) culpable.
Por tu culpa. 
Tiene fuerza:Expresar desde lo profundo aunque sea difícil lo que estamos sintiendo:Tengo miedo a la soledad.
Algunas veces no se cómo hablarte.
Se paciente mientras comprendo qué es lo que me sucede.
Llámame y dame meriendas de cariño en llamadas o actitudes de cercanía.
No quiero estar tan distante de mi emoción, es que tu me recuerdas el dolor viejo que he comenzado a mirar... mientras tanto acompáñame.
Tócame aquí... allí es donde me gusta...
Gracias por mostrarme lo que aún me molesta… así me puedo encontrar.
 

Con las rupturas se aprende en especial si son con amor.
Nos rompen el corazón a menudo pero es por nuestra irresponsabilidad de seguir en lo mismo....no hemos aprendido lo suficiente y continuamos en lo mismo...hasta que aprendamos la lección, seguiremos haciéndolo de igual manera sin cambios… definitivamente no será sino a través de estos llamados Maestros que alcanzaremos la meta… 

Que hermoso sería decir: Aún duele pues aún me falta saber quién soy…contigo me consigo... Me comunico pues deseo sacar lo que hay dentro de mi...para yo seguir avanzando...Calma, compasión, reto y compromiso son la llave para encontrarnos en nuestra pareja. Cuidado con tu niño pequeño que es frágil, está aprendiendo a gatear en sus emociones... lo viejo ya no sirve de tanto, queda poco de donde agarrarse. El verdadero miedo comienza cuando empezamos a vernos a nosotros mismos…El día de ayer no fue igual a todos como pareció, hubo cambios…  pero esta vez más profundos...los mismos se quedarán para siempre pues son los verdaderos… 

La semana será como será, el mes y así el año….la vida… 
Habla, pero primero comprende qué hay en el hablar dentro de ti…
Sueña, pero realmente mira quién es el protagonista del sueño…
Lucha, pero que cuando tomes decisiones la paz te lleve a saber que fue la mejor….
Descífralo todo dentro de ti y sentirás el bálsamo de la vida... y veras la magia de la verdad...
De igual manera en un abrazo, en una buena conversación está lo básico....

La pregunta es: cuán presente estas para lo básico, para la conversación para el abrazo y finalmente para ti…
 

Carola Castillo

“El tiempo es lo que evita que todo ocurra a la vez.” John Wheeler (1911-2008), físico



“El tiempo es / demasiado lento para aquellos que esperan, / demasiado veloz para aquellos que temen, / demasiado largo para aquellos que sufren, / demasiado corto para aquellos que gozan, / pero para aquellos que aman, / el tiempo no existe.”
Con estas palabras, el poeta Henry Van Dyke nos recuerda lo irónica que es nuestra relación con el tiempo.

 El tiempo es quizá la más elusiva de todas las experiencias humanas. No podemos capturarlo ni fotografiarlo. Al contrario de lo que podría significar adelantar los relojes en el horario de verano, es imposible guardar un poco de tiempo en un lugar para usarlo más tarde en otro.

Cuando intentamos describir el significado del tiempo en nuestras vidas, nos quedamos con palabras que apenas lo calibran de forma relativa. Decimos que algo ocurrió entonces en el pasado, está ocurriendo ahora en el presente u ocurrirá en algún punto en el futuro. La única forma de describir el tiempo es a través de las cosas que ocurren dentro del mismo.

Por muy misterioso que sea el tiempo, ha sido el enfoque de la atención humana por miles de años. Por siglos y siglos hemos trabajado para diseñar y perfeccionar sistemas para contabilizar el tiempo como ciclos, y como ciclos dentro de otros ciclos, por una muy buena razón.

 Por ejemplo, para saber cuando plantar las cosechas que alimentan toda una civilización, es importante conocer cuantos días, ciclos lunares y eclipses han ocurrido desde la última siembra.

 Los sistemas antiguos de cronometrar el tiempo mantienen un registro muy preciso de esto.

Por ejemplo, el calendario maya calcula los ciclos del tiempo desde el año 3113 A.C. (hace más de 5,000 años), mientras que el sistema hindú de yugas cronometra el progreso de los ciclos de creación que comenzaron ¡hace más de 4 millones de años! Hasta el siglo XX en el mundo occidental se tenía típicamente un concepto poético del tiempo, como un artefacto de la experiencia humana.

El filósofo Jean-Paul Sartre describió nuestra relación con el tiempo como “una clase especial de separación: una división que reúne.” Pero esa visión poética cambió en 1905 cuando Einstein postuló su teoría de la relatividad. Antes de la relatividad, se creía que el tiempo era de su propia experiencia, distinto de las tres dimensiones de altura, longitud y ancho que define el espacio.

Sin embargo, en su teoría, propuso que el espacio y el tiempo están íntimamente entretejidos y no pueden ser separados. Es esta unión del tiempo y el espacio, dice él, la que forma un dominio más allá de nuestra familiar experiencia tridimensional: la cuarta dimensión. 

De repente, el tiempo se convirtió en algo más que en un concepto filosófico casual…, era una fuerza de importancia considerable. tiempo-relatividad

En palabras que brindaron un nuevo significado a nuestra percepción del tiempo, Einstein describió su misteriosa naturaleza, diciendo simplemente lo obvio:

“La distinción entre el pasado, el presente y el futuro es solamente una ilusión obstinadamente persistente.”

Con esta poderosa afirmación, Einstein cambió para siempre el concepto que teníamos de nuestra relación con el tiempo. Considere las implicaciones…: si el pasado y el futuro están presentes en este momento, ¿podemos comunicarnos con ellos? 

¿Podemos viajar en el tiempo? Incluso antes de esta osada afirmación de Einstein, las posibilidades que estas preguntas originaban intrigaron a científicos, místicos y escritores.

 Desde los templos escondidos en Egipto dedicados a la experiencia del tiempo, hasta el estremecimiento causado por la novela clásica escrita en 1895 por H. G. Wells, La máquina del tiempo, ha sido parte de nuestros sueños el prospecto de tener la habilidad de asegurarnos un viaje en el flujo del tiempo y ha capturado nuestra imaginación.

 Nuestra fascinación con el tiempo es tan antigua como nuestra existencia, y nuestras preguntas al respecto, parecen infinitas.

 ¿Es el tiempo real? 
¿Existe sin nosotros?
 ¿Hay algo en nuestra conciencia que hace que el tiempo tenga significado? 

Si así es, ¿tenemos el poder o el derecho de interrumpir su avance lo suficiente como para atisbar el futuro… o quizá visitar o comunicarnos con las personas del pasado? 

¿Podemos contactar otros reinos e incluso otros mundos con quienes compartimos el presente?

A la luz de estos relatos , la frontera entre “aquí” y “allá” se vuelve menos clara, invitándonos a reconsiderar lo que realmente el tiempo significa en nuestras vidas.
No lo dudes más y toma la decisión de aprovechar tu tiempo y aprender de otros que ya hayan transitado el camino. Pon las leyes del universo a tu favor.


Tatuajes...


Una persona quiere saber si un tatuaje en el cuerpo físico acarrea un problema. Con cualquier cosa que imprimimos en el cuerpo físico, estamos interfiriendo en su armonía. Y principalmente, si hacemos marcas con agujas, dejamos nuestro cuerpo todo cicatrizado, entonces necesitaríamos tener mucho cuidado con esta moda. Para quien no se dejó tatuar aún, que piense bien antes de hacer esto, porque se interrumpe, en cierta forma, el circuito de energía en su cuerpo. Y claro que si es mas profundo, interrumpe más y si es más superficial, interrumpe menos.

Mas, es una interferencia muy seria en los nadis (canales energéticos), en los meridianos del cuerpo. Y el otro día pregunté si era posible sacar un tatuaje. Me respondieron que era posible, pero el trabajo que había que hacer en la piel produce un trauma peor que el tatuaje en si.

 Entonces, en ese caso, es mejor olvidarse del tatuaje, desligarse de aquello, porque eso no tiene un símbolo espiritual, es algo más para el cuerpo, de forma que lo mejor es olvidarse de eso y no coligarse con aquello. Desconocerlo


Temas de Trigueirinho

¿Cómo salimos del molde en el que estamos encerrados?.. Alejandro Jodorowsky





Se nos hace creer que el mundo se divide en opciones enfrentadas y que debemos tomar parte por una de ellas, excluyendo la otra. ¿Por qué no rebelarnos contra las definiciones que nos encierran en torres de marfil? El objetivo del ejercicio consiste en entrar en nuestro inconsciente para descubrir nuestra absoluta falta de límites.

-Pero ¿cómo salimos del molde en el que estamos encerrados? (Molde que la familia, educación, sociedad y cultura nos ha colocado sin que seamos conscientes de ello)

Hacer cosas nuevas es el antídoto contra la repetición. Ahí es donde entra la psicomagia, un teatro sagrado que nos pide hacer algo que nunca hemos hecho, y cuanto más difícil mejor. De esa forma evitamos caer en la tentación del árbol genealógico que nos quiere mantener atados a estructuras caducas.


Respiración Consciente...


 

En nuestra vida diaria, respiramos, pero olvidamos que estamos respirando. El fundamento de toda práctica de la plena consciencia es llevar nuestra atención a nuestra inspiración y espira­ción. A esto se le llama plena consciencia de la respiración, o respiración consciente. Es muy simple, pero el efecto puede ser muy grande. 



En nuestra vida diaria, aunque nuestro cuerpo está en un lugar, nuestra mente está con frecuencia en otro. Poner atención a nuestra inspiración y espira­ción devuelve nuestra mente a nuestro cuerpo. Y de pronto estamos ahí, totalmente presentes en el aquí y ahora.

La respiración consciente es como beber un vaso de agua fría. Conforme inspiramos, sentimos verdaderamente el aire llenando nuestros pulmones. No necesitamos controlar nuestra respira­ción. Sentimos la respiración tal como es. Puede ser larga o corta, profunda o superficial.


 A la luz de nuestra consciencia, la respiración se irá haciendo de forma natural más lenta y más profunda. La respiración consciente es la clave para unir cuerpo y mente y traer la energía de la plena consciencia a cada momento de nuestra vida.

Al margen de nuestro estado anímico (nuestros pensamientos, emociones, y percepciones) nuestra respiración está siempre con nosotros como un fiel amigo. Cuando nos sentimos arras­trados, sumidos en una profunda emoción, o atrapados en los pensamientos sobre el pasado o el futuro, podemos volver a nuestra respiración para recoger y anclar nuestra mente.

 

Práctica

 

Mientras inspiras y espiras, siente el flujo de aire entrando y saliendo de la nariz. Al comienzo puede que tu respiración no sea relajada. Pero después de practicar la  respiración consciente durante algún tiempo, sentirás cómo se va haciendo más ligera y natural, más calmada y tran­quila. 


 En cualquier momento cuando estés caminando, haciendo jardinería, escribiendo en el teclado, o haciendo cualquier cosa, puedes volver a esta tranquila fuente de vida.

Puedes decirte a ti mismo:

Inspirando, sé que estoy inspirando.

Espirando, sé que estoy espirando.

Después de unas pocas respiraciones, puede que quieras abreviar esto a: ‘dentro, fuera’. Mientras tengas tu atención centrada en la inspiración y la espiración, tu mente dejará de pensar. Ahora tu mente tiene una oportunidad de descansar. En nuestra vida diaria pensamos demasiado. 


Dar una opor­tunidad a nuestra mente de dejar de pensar es maravilloso.

Inspirando, sé que estoy inspirando no es un pensamiento. Es sencillamente darse cuenta de que algo está ocurriendo, de que estás inspirando y espirando. Cuando inspiras y llevas tu aten­ción a tu inspiración, traes tu mente de regreso a una reunión con tu cuerpo.


 Sólo una inspira­ción puede ayudar a la mente a volver al cuerpo. Cuando la mente y el cuerpo van juntos, pue­des habitar verdaderamente el momento presente.

‘Inspirando, sé que estoy inspirando’ es otro modo de decir ‘Inspirando, me siento vivo’. La vida está en ti y a tu alrededor –la vida con todas sus maravillas: el sol, el cielo azul, las hojas del otoño. 


Es muy importante ir al hogar del momento presente para entrar en contacto con los elementos sanadores, refrescantes, y nutrientes de la vida que hay en tu interior y a tu alrededor. Una ligera sonrisa puede relajar todos los músculos de tu cara.

Inspirando, reconozco el cielo azul.

Espirando, sonrío al cielo azul.

Inspirando, soy consciente de las bellas hojas otoñales.

Espirando, sonrío a las bellas hojas otoñales.

Puedes acortar esto a ‘cielo azul’ al inspirar, y ‘sonreír’ al espirar. Después ‘hojas otoñales’ al inspirar, y ‘sonreír’ al espirar. 

Cuando practicas la respiración de este modo, te pones en contacto con todas estas maravillas de la vida. La belleza de la vida está nutriéndote. Te liberas de tus miedos y preocupaciones. 


Te pones en contacto con tu respiración y con tu cuerpo. Tu cuerpo es una maravilla. Tus ojos son una maravilla; con solo abrir los ojos puedes tocar el paraíso de las formas y los colores. 

Tus oídos son una maravilla. Gracias a tus oídos puedes escuchar toda clase de sonidos: la música, el canto de un pájaro, y el viento soplando a través de los pinos. 

Cuando pones atención a tu inspiración y espiración regresas al hogar del momento presente, al aquí y ahora, y te pones en contacto con la vida. Si continuaras perdido en el pasado o corriendo hacia el futuro, te perderías todo esto.

Inspirando, sigo mi inspiración en todo su recorrido.

Espirando, sigo mi espiración en todo su recorrido.

Al comienzo, puede que tu respiración la notes un poco forzada o extraña. Tu respira­ción es resultado de tu cuerpo y de tus sentimientos.


 Si tu cuerpo tiene tensión o dolor,  si estás experimentando senti­mientos dolorosos, tu respiración se sentirá afectada.


 Pon atención a tu respiración y respira plenamente consciente.

Inspirando, sé que estoy inspirando.

Espirando, sé que estoy espirando.

Inspirando, sonrío a mi inspiración.

Espirando, sonrío a mi espiración.

Nunca fuerces la respiración. Si tu inspiración es corta, deja que sea corta. Si no es muy tran­quila, déjala que sea así. Nos limitamos a percatarnos de ello, y tras un tiempo, la calidad de nuestra respiración mejorará de forma natural. 


La consciencia plena de la respiración identifica y abraza nuestra inspiración y espiración como una madre que llega a casa y coge a su niño para abrazarle tiernamente en sus brazos.


 Te sorprenderá que tras uno o dos minutos, la calidad de tu respiración mejorará. 


Tu inspiración se hará más profunda; tu espiración se hará más lenta. Tu respiración se hace más tranquila y armoniosa.

Inspirando, noto que mi inspiración se hace más profunda.

Espirando, noto que mi espiración se hace más lenta.

Cuando notes que tu inspiración y espiración se han hecho más tranquilas, profundas y lentas, podrás ofrecer esa paz, calma y armonía a tu cuerpo. Ahora es tu oportunidad de regresar al hogar de tu cuerpo, reconocer su existencia, y hacerte amigo de él.

Inspirando, soy consciente de mi cuerpo.

Espirando, libero toda la tensión de mi cuerpo.

Estos ejercicios de respiración proceden del mismo Buda. Son muy sencillos, como un juego de niños. Si ayuda, pon la mano sobre tu vientre.

 Notarás que cuando inspiras, se eleva tu estómago y cuando espiras tu estómago desciende. Subir, bajar. 

Sobre todo cuando estás echado es fácil sentir tu abdomen subiendo y bajando. Eres consciente de tu inspiración y espiración desde el principio hasta al final. Se disfruta respirando así. 

Ya no piensas, en el pasado, en el futuro, en tus proyectos, en tu sufrimiento. Respirar se convierte en un placer, un recordatorio de la vida misma.

Inspirando, disfruto mi inspiración.

Espirando, disfruto mi espiración

Más tarde, cuando seas capaz de ofrecer esa paz y armonía a tu cuerpo, ayudándole a liberar la tensión, podrás reconocer e identificar tus sentimientos y emociones.

Inspirando, soy consciente de los sentimientos dolorosos que hay en mi.

Espirando, sonrío al sentimiento doloroso que hay en mí.

Existe un sentimiento doloroso, pero también existe la plena consciencia. La plena consciencia es como una madre, abrazando tiernamente al sentimiento. 

La plena consciencia es siempre plena consciencia de algo. 

Cuando respiras con plena consciencia, eso es plena consciencia de la respiración.

 Cuando caminas con plena consciencia, eso es plena consciencia de caminar. 

Cuando bebes con plena consciencia, eso es plena consciencia de beber.

 Cuando eres consciente de tus sentimientos, eso es plena consciencia del sentimiento. 

La plena consciencia puede traerse para intervenir en cada evento físico y mental, reportando reconocimiento y alivio.

Me gustaría ofrecerte un poema con el que puedes practicar, recitándolo de vez en cuando, mientras sonríes y respiras:

Inspirando, sé que estoy inspirando.

Espirando, sé que estoy espirando.

Conforme se hace profunda mi respiración,

Mi espiración se hace más lenta

Inspirando, calmo mi cuerpo,

Espirando, me siento cómodo.

Inspirando, sonrío,

Espirando, libero.

Permaneciendo en el momento presente,

Sé que este es un momento maravilloso.

Esto se puede acortar recitando una palabra o frase por respiración:

Dentro, Fuera.

Profunda, Lenta.

Calmo, Cómodo.

Sonrío, Libero.

Momento Presente, Momento Maravilloso.

El momento presente es el único momento que es real. Tu tarea más importante es estar aquí y ahora y disfrutar del momento presente.


http://wakeupspain.org/respiracion-consciente/

sábado, 30 de mayo de 2015

PARA QUE SUFRIR...



El dolor existe, tanto el físico como el emocional. No me referiré en ningún momento al dolor físico. El dolor emocional, se debe íntegramente a la no aceptación de la realidad. El sufrimiento, por el contrario, no tiene existencia, no es real: es exclusivamente mental, imaginario.


Si damos un golpe con un martillo en los dedos a varias personas, todas van a sentir el dolor, pero la interpretación de ese dolor, que es lo que llamaríamos sufrimiento, es distinta para cada persona. Y hablamos del mismo hecho.

Ante la muerte del padre en una familia, el dolor ante esa pérdida puede llegar a ser igual para todos los miembros, pero el sufrimiento va a ser de distinta intensidad y duración para cada uno de ellos. Y hablamos del mismo hecho.

El sufrimiento, y esto hay que tenerlo muy claro, es la interpretación que cada uno hace del dolor, y es lo que cada uno hace con ese dolor.

Es la reacción casi lógica a la no aceptación de lo que sucede, y hasta cierto punto, desde el hecho de que somos sensibles y humanos, es comprensible; lo que no es lógico es la persistencia en el dolor alargándolo innecesariamente. 

No nos afectan mal la alegría o las cosas buenas, porque nonos oponemos a ellas, porque sí las aceptamos; en cambio, las cosas desagradables, las que no queremos aceptar, nos oponemos a ellas, y eso es lo que produce el dolor.

Mi propuesta es sentir el dolor, cualquiera que sea, en toda su intensidad, hasta su extinción natural, porque no puede ser eterno. Además, no se debe alargar artificialmente a base de engancharse a él, y repetirlo, ni regodearse en el dolor y apegarse a él.

 No es bueno negarlo, ni insistir en auto-convencerse de que no nos afecta, porque sí nos afecta; en mayor o menor medida afecta, gracias a Dios, porque es bueno que uno tenga sentimientos.


Pero mi propuesta también es deshacerse lo antes posible del sufrimiento. 

Hay quien piensa que esto no es de personas, que esto es no tener la caridad cristiana de sufrir como sufrió Jesucristo, que esto demuestra falta de humanidad, o insensibilidad… No es cierto: esto demuestra auto-respeto, cordura, comprensión real de la situación, coraje para no engancharse al lamento, y reconocimiento dela responsabilidad que uno tiene sobre sí mismo.


Personalmente, prefiero sentir dolor, y sufrir un poco, antes que permanecer inafectado e impasible ante el padecimiento de los demás, o ante mis propias decepciones y fiascos, pero me niego a sufrir más allá de lo imprescindible.


Cuando nos sucede algo que calificamos como desgraciado, trágico, o muy duro, es correcto que sintamos dolor.


Ese primer impacto del dolor, que nos puede afectar grandemente, es lo habitual y lo correcto. No soporto cuando alguien está manifestando su dolor con el llanto y otro alguien se le acerca y le dice: “no llores…”; yo le digo, o pienso en decirle: “llora… llora todo lo que te apetezca, no te reprimas, no te guardes nada de tu rabia o tu dolor; maldice, protesta, golpea al aire o a una almohada; grita, blasfema, no te calmes antes de tiempo, permite que se manifieste, íntegramente y sin censura, todo tu dolor”.


 Para deshacernos del dolor tenemos que dejarle que se exprese hasta el final, sin aplacarlo ni negarlo, aceptándolo; pero una vez que se ha expresado, hay que dejarlo ir convencerse de que no nos afecta, porque sí nos afecta; en mayor o menor medida afecta, gracias a Dios, porque es bueno que uno tenga sentimientos.

 Pero mi propuesta también es deshacerse lo antes posible del sufrimiento. Hay quien piensa que esto no es de personas, que esto es no tener la caridad cristiana de sufrir como sufrió Jesucristo, que esto demuestra falta de humanidad, o insensibilidad… No es cierto: esto demuestra auto-respeto, cordura, comprensión real de la situación, coraje para no engancharse al lamento, y reconocimiento dela responsabilidad que uno tiene sobre sí mismo.

 Personalmente, prefiero sentir dolor, y sufrir un poco, antes que permanecer inafectado e impasible ante el padecimiento de los demás, o ante mis propias decepciones y fiascos, pero me niego a sufrir más allá de lo imprescindible. 

Cuando nos sucede algo que calificamos como desgraciado, trágico, o muy duro, es correcto que sintamos dolor. Ese primer impacto del dolor, que nos puede afectar grandemente, es lo habitual y lo correcto. 

No soporto cuando alguien está manifestando su dolor con el llanto y otro alguien se le acerca y le dice: “no llores…”; yo le digo, o pienso en decirle: “llora… llora todo lo que te apetezca, no te reprimas, no te guardes nada de tu rabia o tu dolor; maldice, protesta, golpea al aire o a una almohada; grita, blasfema, no te calmes antes de tiempo, permite que se manifieste, íntegramente y sin censura, todo tu dolor”. 

Para deshacernos del dolor tenemos que dejarle que se exprese hasta el final, sin aplacarlo ni negarlo, aceptándolo; pero una vez que se ha expresado, hay que dejarlo ir, sin pretender sujetarlo, sin permitir que nuestra conciencia se oponga a esta acción de dilución, que es la adecuada

Todo dolor lleva una lección implícita. Ese daño nunca es gratuito. Sólo el contactar profundamente con tu dolor te permitirá ver tu enseñanza. Y una de las enseñanzas para todos, además de la personalizada, es que la búsqueda de la alegría, y la felicidad y el bienestar, es más importante que satisfacer a lo que pida dentro de nosotros más sufrimiento.

 No aceptar la realidad, que es el origen del sufrimiento, puede deberse al hecho de aferrarse, como un masoquista imprudente, a la razón que para uno es válida de por qué hay que seguir en la imprudencia de sufrir más y más.

 El que una razón sea válida para uno no quiere decir que sea buena ni adecuada, por tanto conviene revisar por qué uno se empeña en prolongar ese estado. Y no hacerlo es señal de una crueldad intolerable para con uno mismo.

 Estos son algunos de los síntomas asociados al sufrimiento: 

Aflicción, auto-castigo, miedo, angustia, pesadumbre moral, inquietud, estancamiento, tristeza, sensaciones molestas, pena, congoja, depresión… 

¿De verdad crees que todo esto es necesario?,

 ¿De verdad quieres todo esto para ti?,

 ¿Por qué?

 Un ejemplo de razonamiento justificativo bastante habitual es: “Mi vida no es como yo quisiera”.

 Mi pregunta es: 

¿Y crees que sufriendo va a cambiar?,

 ¿No es mejor desapegarte del sufrimiento y encauzar toda tu energía hacia el logro de la vida que sí quieres? “Mi pareja no me ama” 

¿Y piensas que sufriendo te va a amar más?,

 ¿Quieres amor o quieres lástima? Porque si te sobrepones al dolor y te conviertes en una persona valiosa, optimista, viva, serás más atractiva a los ojos del mundo entero.

Dice el diccionario que el sufrir es recibir con resignación un daño moral o físico

… ¿Con resignación?,

 ¿Por qué?, 

¿Por qué hay que resignarse?,

 ¿Por qué hay que conformarse con las adversidades?, 

¿Para qué sirve? Dice que sufrir es resistir

… ¿Para qué resistir?,

¿Qué sentido tiene resistir el daño cuando uno puede deshacerse de él?

 Dice que es aguantar, tolerar, soportar

… ¿Y con esto qué se resuelve?,

¿Esto es necesario o es masoquismo?,

 ¿Realmente es imprescindible?, 

¿Qué consideraciones mínimamente racionales avalan esta idea? 

Pregúntate:
 ¿A quién le beneficia tu sufrimiento? 
A nadie.

 ¿Sirve para algo bueno? No. Entonces… 

¿para qué seguir sufriendo, si ya sabes que todo lo que te aporta es negativo? 

El sufrimiento se puede deshacer con la razón, con la lógica, y con la convicción de que lo mejor que uno puede hacer ante el sufrimiento es preservarse, inmunizarse, por amor propio, por respeto a uno mismo, y porque es mejor sentirse bien que mantenerse en la prolongación redundante. 

Los actos recomendables para relacionarse con el dolor y el sufrimiento son:

1 - Acepta todas las realidades o situaciones, aunque no sean de tu agrado.

2 - No pierdas el tiempo en sufrir.

3 - Serenidad y resolución.

4 – Admite esto: que sufras no es voluntad de Dios, ni esculpa del karma, ni se viene al mundo a sufrir, ni la vida es “un valle de lágrimas”

5 – Si hay dolor en tu vida y es inevitable, acéptalo. Pero no sufras

.6 – Valora que es más importante preservarte que caer en sus garras.

7 – Este sufrimiento que ahora aparenta ser grande, algún día te parecerá pequeño, y te reprocharás que te haya afectado tanto.

8 – Cuando sufras, obsérvate en el sufrimiento. Te darás cuenta de que tú y el que sufre sois distintos.

9 – Actitud y pensamientos positivos.


10 - Elige dejar de sufrir. Decide que ya has sufrido bastante y “baja de la cruz”. 

RESUMIENDO: Esto está muy claro para quien lo quiera ver. El dolor existe, tanto el físico como el emocional El sufrimiento, por el contrario, no tiene existencia, no es real, es exclusivamente mental, imaginario, y se puede alargar innecesariamente todo lo que se quiera. 

Hasta que uno decida terminar con él. Porque este es un asunto que sólo uno mismo puede resolver. No pierdas la vida en sufrir. Sufrir nunca está justificado. Y no hay que darle más vueltas

COP DE LA WEB.

viernes, 29 de mayo de 2015

¿Cuando llega la noche oscura del alma y cuales son sus síntomas?




ayuda contra la depresion

Se dice que dentro del desarrollo personal y espiritual del hombre, hay un proceso llamado: La Noche Oscura del Alma (frase atribuida a San Juan de la Cruz), y es parte del ciclo de nuestra existencia. Cuando existen cambios importantes como un cambio de residencia o de trabajo, y a veces dolorosos, como la pérdida de un ser amado, se desata en nuestro interior un cambio en nuestras emociones y en nuestra forma de pensar; definitivamente evolucionamos, crecemos, maduramos y aprendemos con los cambios radicales que por lo general, generan una crisis existencial (a veces negativa y a veces positivamente) y nuestra visión de las cosas suele ser distinta a la de antes, con sucesos que cambiannuestra realidad. A veces no tener respuesta a nuestras preguntas, nos da la fuerza para reencontrarnos con nosotros mismos de nuevo, nuestra esencia… descubrir por qué y para qué estamos aquí. La crisis y la soledad, por ejemplo, son motivo para valorar lo que aún tenemos, para confrontarnos y encontrar de nuevo el sentido de la vida, con nuevos caminos. Sostenerse después de la tormenta, encontrando la calma y el equilibrio, es un proceso que todos pasamos alguna o varias veces en la vida y que también es conocido como enfrentamiento con la propia sombra.

Nuestro mundo interior necesita redefinirse en la etapa de la Noche oscura del alma, y por ello suelen presentarse síntomas como depresión o soledad, que nos obligan a generar un cambio positivo, dejando a un lado ese lado oscuro que una parte de nosotros piensa que va a quedarse, pero no es y no debe de se así. En la psique del ser humano debe de hacerse de forma consciente, la necesidad de desechar lo inservible, para beneficio de nuestra evolución y eso a veces duele. La separación de las personas, de los pensamientos y de las cosas, duele. Ese dolor es otro de los síntomas. Se incluye en este caso la relevancia del desapego en nuestras vidas; ejercerlo es un acto de valor que nos acerca a lo espiritual, pues con él, llega la luz a nuestras vidas. El proceso se afronta, para encontrar a Dios, y puede presentarse: tristeza, soledad, desesperación, miedo, angustia y a veces, confusión. Así, los síntomas de la noche oscura del alma, pueden aparentar en conjunto, un túnel sin aparente salida, un desequilibrio emocional, que por lo general, luego de ser superado, muestra la luz en el camino y entonces, todo parece más fácil, los procesos creativos surgen luego del proceso del desahogo y el alma renace, dándonos una oportunidad, una vez más, de encontrarla felicidad con lo que hay, con nuestros actos y con nuestras decisiones y forma de vida. Todo lo anterior a voluntad, gracias al crecimiento espiritual que se da cuando la tristeza pareció abatirnos, pero que ahora ello es reemplazado de fe. Para encontrar nuevas etapas, el camino primero se obscurece. En este proceso personal y único para afrontar la vida, puede existir abandono de fe, para luego encontrarla. Existen incluso tentaciones de “tirar la toalla”. Primero, hay que tocar fondo. Ya lo dijoNietzsche , que para renacer, primero hay que convertirse en cenizas

La noche oscura del alma, más que un misterio es una prueba de resistencia. La fase de noche oscura sucede cuando la conexión con nosotros mismos, en apariencia, se pierde. A veces se presenta como efecto de sucesos, otras veces es parte de una decisión consciente; la fase de oscuridad no debe de darnos miedo, es normal y parte del proceso de evolución. Permanecer y fortalecerse, como parte de una metamorfosis. Los Teósofos pensaban que el proceso del que hablamos, era una desconexión con el mundo espiritual y que la guía para la transformación debía ser la fe, justo cuando parecen desaparecer los guías, y la confianza en nosotros mismos y en nuestra esencia, debe de ser encontrada como un aprendizaje. Luego llega la inspiración y la sabiduría. Es inevitable, experimentar noches oscuras, pero ello forma parte de la construcción de nuestra identidad. Saltar es evolucionar, continuar, no claudicar, seguir adelante.

“En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra.”
Eugenio Trias