domingo, 17 de mayo de 2015

EL ESTEREOTIPO DEL CHAMAN Publicado por ALICIA KRYSTAL




El chamán se asocia comúnmente a sociedades tribales, por lo que la imagen que con frecuencia se tiene es la de alguien que vive en primitiva simplicidad, que porta un atuendo y tocado confeccionado con elementos naturales, blande una sonaja o extraño instrumento, y recurre a entéogenos para entrar en trance y comunicarse con los espíritus.

Ciertamente, el contacto continuo con la naturaleza, el manejo de instrumental, de vestimenta especial o mágica, y el consumo de entéogenos; son algunos rasgos de los chamanes; sin embargo, por sí solos no hacen a un chamán. No todas las personas que habitan de lleno en la naturaleza se convierten por ello en chamanes. Existen asimismo chamanes urbanos, que no necesariamente se exhiben con sus instrumentos y atuendos especiales, ya porque los han trascendido, o porque propiamente nunca los han usado.

El solo consumo de entéogenos no convierte tampoco a nadie en chamán. Hoy, media humanidad consume marihuana, y otros intentan nuevas experiencias mediante plantas como la salvia divinorum o el peyote, pero no pasan de experimentar una intensificación de los sentidos, o de tener visiones que no son capaces de interpretar, y aprovechar para una mejor comprensión de sí mismos, de los demás, y del mundo circundante.
Los rasgos propios de un chamán




Para el chamán el mundo no se limita a lo material, existe otra dimensión sutil o espiritual con la que se mantiene en continuo contacto, y es con base en ello que desarrolla habilidades especiales, como un entendimiento particular con alguna especie animal, o la maestría en el manejar de algún elemento, como el fuego o el agua; ya que ha desarrollado un entendimiento y relación especial con esos espíritus en particular.




Se podría decir que el chamán hace un uso muy intenso de todos sus sentidos y habilidades para percibir la realidad circundante, pero los buenos chamanes tienen a la vez un buen desarrollo de la razón, ya que esto les permite entenderse con el mundo en sus aspectos más materiales.

El chamán además, tiene como rasgos: augurios o señales de manera previa a su nacimiento, durante el mismo, o en forma posterior; una habilidad natural para entrar en estados alterados de conciencia, ya sea través de los sueños o en otros momentos; en donde puede, entre otras cosas, visitar el cielo y el inframundo (en la perspectiva del chamán y no religiosa); y también puede "ver" el aura, o sentir la presencia de seres etéreos.
Habilidades y antiguo entrenamiento de un chamán

Se sabe que dentro de las sociedades más arcaicas, el chamán estaba a cargo por igual de guiar las actividades de supervivencia como las sociales y espirituales de su clan, por lo que su entrenamiento y desarrollo eran muy completos.





A nivel físico, necesitaba dominar todo lo relativo a la supervivencia: saber desplazarse y orientarse a campo abierto, predecir los cambios climáticos, elegir el sitio para establecerse, conocer a fondo y enriquecer las técnicas para construir un refugio, producir fuego, cazar, pescar, y en su momento, cuándo iniciar la siembra, así como saber sobre las diferentes plantas de la región y sus usos alimentarios y medicinales, junto a otras técnicas de sanación.

En el terreno espiritual, el chamán requería dominar las diferentes técnicas para entrar en la otra realidad, recorrer diferentes mundos como el cielo y el inframundo, distinguir y cultivar la relación con los espíritus provechosos y obtener de ellos conocimiento y poderes, y mantener a raya a los perjudiciales.

Socialmente, el chamán debía cultivar, preservar y divulgar toda clase de conocimientos, formar a los nuevos chamanes, guiar a la comunidad en las actividades cotidianas y llevar a cabo los ritos para asegurar el beneplácito de los espíritus y así asegurar su generosidad en cuanto a alimentos, salud y protección.

El esfuerzo del chamán en estas tres dimensiones, permitía un desarrollo muy completo y una buena comprensión de las leyes de la naturaleza, del mundo de los espíritus, y de la conducta humana; mismas que podía aprovechar tanto para sanar como desarrollar tecnología, crear objetos artísticos, liderar a la gente y alcanzar hazañas inusitadas.




Luego, las sociedades fueron transitando a otros modos de vida donde el universo inmediato perdió su carácter sacro y las funciones propias de los chamanes se fueron disgregando y sus conocimientos se volvieron de uso común, es así como muchos chamanes de hoy solo se circunscriben a algunas funciones como las de curandero o hechicero.

Grandes chamanes de la antiguedad
La historia tradicional china, atribuye a Fu Xi, chamán de la prehistoria, algunos inventos como la red para pescar, o la escritura, así como representar el orden del cosmos en el ba gua.

Para más de uno, Gengis Khan o más propiamente Temujin, quien edificó el imperio mongol, fue en realidad un chamán, y fueron sus virtudes de chamán las que lo convirtieron en un gran estratega y guerrero. De él se cuenta que nació con una mancha muy particular, además de que su estandarte estaba diseñado con una aguila en la parte alta, símbolo de que había hecho el viaje chamánico a los cielos, y nueve colas de yak en la parte baja, señal de haber descendido a los nueve infiernos.

No hay comentarios: