La cuestión “¿Quién soy yo?” aparece tan a
menudo en nuestra vida y, sin embargo, nos apartamos de ella. Hay muchos momentos
en que nos sentimos incitados a preguntar: “¿Qué es la vida?, ¿Quién soy yo?”.
Tal vez hemos sentido, desde la niñez, una vaga nostalgia de algo “más”, un
anhelo divino.
Tal vez sentimos que la verdadera razón de
nuestro nacimiento se nos escapa, nos pasa de largo. Posiblemente nos hayamos
llegado a aburrir con todas las’ formas que hemos utilizado para tratar de dar
un significado a nuestra existencia: la acumulación de aprendizaje,
experiencias y búsquedas religiosas,
asuntos compulsivos, y demás. O quizás nos estemos enfrentando a una crisis en
la que ya no nos sentimos capaces de controlar la situación.
Todos estos
acontecimientos son oportunidades que no deben desaprovecharse. Vienen de la
misma vida, invitándonos a que miremos, porque la vida sabe que, cuando
realmente la vemos, no podemos evitar admirarla…
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