martes, 15 de septiembre de 2015

EL BIOSHOCK




Es un concepto muy importante en biodescodificación. 
En el origen de todas las enfermedades, para el doctor Hamer hay un acontecimiento específico, al que llama DHS (Dirk Hamer Síndrome (como homenaje a su hijo). 
Cuando descubrió que tenía un cáncer de testículos, lo relacionó con la muerte de su hijo en sus brazos.

El shock biológico es permanente. 
El azúcar que tenemos en sangre baja cuando trabajamos. Nuestro cerebro que controla todo el organismo, da la orden al hígado para que libere glucógeno. El azúcar vuelve a la sangre y seguimos trabajando. Pero hay un momento que en que ya no hay reserva: es el resentir “tengo hambre”.

Cuando no hay solución en el interior la busco en el exterior.

Doy la orden a los músculos, a través de los músculos, para comer. Así funciona todo el organismo: si me falta O2 cuando corro, mi cerebro acelera el corazón y los músculos respiratorios.

Cuando no es suficiente, llegara a la conciencia que debemos parar de correr. 
Si no hay comida en la nevera o necesito correr porque tengo un león detrás, ya no escucho mi biología. 
Esto es el Bioshock. Es un impacto emocional que me avisa que alguna necesidad biológica no puede ser satisfecha.

Entonces hay una solución de excepción: fabricaré más hígado, para agrandar la reserva, o voy a dilatar mis bronquios.

La enfermedad es un plazo suplementario de adaptación de supervivencia. No es una moneda de cambio para la eternidad. No es una solución definitiva. El conflicto está ahí para que lo superemos.

Si hay un león tengo que aprender a correr rápido, o a subirme a los árboles, porque ahí estoy en lo real. 
Los osos panda no tenían alimento y hace años se adaptaron a comer bambú. Si no hay bambú, unos probarán otra cosa y se adaptarán. Otros morirán. 
Las jirafas comen hojas de acacia. Hace unos años, la mayoría de las jirafas murieron en un parque de África. Los zoólogos se preguntaban porque. Las acacias se estaban muriendo porque había demasiadas jirafas. Si todas las acacias mueren, las jirafas también. Las acacias fabricaron por primera vez un veneno. Algunas jirafas se adaptaron y sobrevivieron, otras murieron, y las acacias también sobrevivieron.

“todo se adapta a todo o desaparece”

El cuerpo tiene su realidad biológica, informa al cerebro que dará la solución que corresponda. Si esto es imposible, a partir de cierta intensidad llegará el resentir, la emoción.
Esta voluntad biológica buscará la solución en el exterior, pero si es imposible, el cuerpo es una reserva de recursos, de reservas biológicas, y también un lugar de aprendizaje (las jirafas se transformaron).

Hace 100 años dejaron caballos en Egipto porque los alemanes tenían minas de oro y los necesitaban. Cuando las minas se agotaron, se fueron pero dejaron los caballos en el desierto, pensando que se morirían. Un tiempo después, algunos caballos habían sobrevivido y habían tenido hijos. Estos tenían una mutación en los riñones para que recuperar el agua.

Este es el fundamento biológico del bioshock, es el arquetipo, la referencia de lo que nos pone enfermos. 
En la vida, todos tenemos un pequeño bioshock cada 20 segundos, y se da cuando sentimos que nos falta oxígeno para respirar, por lo tanto, como soluión, respiramos.
Si durante el día sentimos el "bioshock" de "falta de alimento, lo solucionamos comiendo.

Todos los seres humanos funcionamos biológicamente, pero hay ciertos bioshocks que debido a factores externos nos alteran biológicamente, y es ahí cuando enfermamos.

Para mi, la vida es biológica en esencia y pero psicológica por accidente.

Esta es la genialidad del doctor Hamer. 
Porque si comprendemos que la vida es biológica, las cosas se vuelven simples. Porque somos un conjunto limitado de células, un conjunto limitado de funciones biológicas, entonces somos un conjunto limitado de resentires y tratamos de satisfacer estas necesidades y estas son limitadas.

Entonces, si de pronto enfermamos, deberemos preguntarnos:
¿Cuál es la necesidad biológica que no está satisfecha?

Lo sabremos gracias a la enfermedad, gracias al lenguaje. Cuando conocemos estos elementos los podemos reconocer en la vida, en los comportamientos.

Todo es expresión de nuestros elementos biológicos.

Por ejemplo: un hombre puede decidir hacerse ermitaño para buscar a Dios, y otro hombre, puede decidir vivir en una comunidad, para lo mismo. 
Si les preguntamos preguntamos a esos dos hombres cómo fue su infancia, el ermitaño puede decir algo como:
"de pequeño me apartaban, me molestaban”. 
Por el contrario, el hombre que ha decidido buscar a Dios junto a una comunidad, podría responder algo como:
"de pequeño estuve separado de mi familia”.

Eso no cuestiona la calidad de su búsqueda de Dios, nos da una información sobre “su manera de ser en el mundo”. 
Los elementos biológicos permiten conocernos a nosotros mismos.

Elementos del bioshock

El primer elemento fundamental del bioshock es: la entrada en la enfermedad es un momento preciso y concreto.

La enfermedad es una “encarnación” de cierta y precisa emoción.
Una psoriasis en la piel, una caries en la muela, un dolor de cabeza.
Y se debe buscar la emoción que no ha quedado resuelta, para sanar.

Una mujer me dice un día: “todos los hombres son malos”. ¿Todos los hombres?
-bueno, los de mi familia
- pero ¿realmente todos los de tu familia?
- bueno, sobretodo el hermano de mi padre
- ¿siempre?
- no, en realidad hace tres meses
- ¿y en que momento?
- estaba en la mesa y se olvidó de preguntarme si quería un postre
- …

La persona debe revivir el momento para que lo que diga sea de calidad y pueda utilizarse en terapia. 
Si una persona dice “todos los hombres son malos”, de alguna manera es incorrecto. 
Lamentablemente puede volverse verdad y será el título de su pintura. 
Si encontramos la experiencia de origen la vamos a ayudar mucho a romper la creencia, a encontrar la emoción y a cambiar.

En un cierto nivel no importa mucho si es la mañana, el mediodía o la noche, si es la cocina o el baño, pero estas preguntas la llevan a su cuerpo, a sus sensaciones.

Un día, una mujer tiene un melanoma de piel, una mancha negra en la espalda. Ella se está divorciando y se siente muy infeliz. 
La gente le dice que el cáncer de piel fue ocasionado por haberse asoleado mucho cuando era joven.
En Biodescodificación no hacemos semejante declaración, porque sabemos que además de ser falsa hay dos componente que se deberán analizar:
-Tejido afectado (Piel) y el significado.
- Síntoma (Cáncer) y significado.
Y habremos de localizar el momento justo del impacto emocional que lo ha provocado.

Como es un melanoma, le pregunto si se ha sentido sucia y, como está en la espalda, le pregunto si se ha sentido ensuciada a sus espaldas. 
La espalda está a menudo asociada al pasado. 
Le pregunto ¿la han ensuciado en el pasado en su espalda?
- en este momento encuentra el acontecimiento: “estoy con una amiga en la cocina, se que mi marido quiere divorciarse y mi amiga me dice – tu marido dice a todo el mundo a tu espalda que, incluso de novios, eras una cerda-. 
En este momento se siente en shock, atacada en la espalda. Pero no dice nada. Solo habla del exterior “es estúpido”.

Debemos entender que es un bioshock, porque tenemos muchos shocks pero no siempre enfermamos. Un bioshock tiene criterios específicos.

Cuando miramos esta foto, vemos que este hombre que conduce el coche se ve adelantado por una de las ruedas del coche. 
Esto no es una experiencia intelectual, no puede decir que resiente en este momento, pero está asociado a su sentir. 
Es imposible analizar la experiencia cuando estás dentro de la experiencia y concretarlo en este momento. Mas tarde, en terapia, descubrimos lo que hemos pensado. En el momento del bioshock, todo el mundo es muy estúpido. No es un juicio sino una observación.

Una amiga vive en Israel, y hace unos años, cada día había bombardeos. Cuando oía un avión, ella y sus hijos ponían la cabeza bajo la cama, porque tenia miedo de que la casa fuera bombardeada. 
Un día su marido, que es militar, llega a casa y los encuentra a todos con la cabeza bajo la cama.
Y pregunta ¿Qué pasa, habéis perdido algo?
- no, es que he oído un avión
- si tiran una bomba, poner la cabeza bajo la cama no sirve de mucho. 
Tenéis que bajar al sótano.
El marido no está estresado y tiene acceso a su cerebro izquierdo.

En el momento del bioshock tenemos una emoción sin inteligencia racional. Cortamos el cerebro izquierdo. En terapia vamos a juntar ambos cerebros.
En el momento del bioshock hay un elemento particular, y es que somos vulnerables, porque no tenemos en memoria experiencias de adaptación. Si no tenemos solución, vamos a sacar una reacción animal, arcaica, biológica.

En el bioshock hay algunos criterios: si están estos criterios estamos enfermos y si no, estamos en buena salud. Hay gente que ha vivido muchos shocks y está en perfecta salud y hay gente que tiene pequeños shocks y están enfermos.

El primer criterio:
es la noción de imprevisto, inesperado, si experiencia previa de referencia. Está en todos los bioshocks.

El segundo criterio:
es siempre vivido en el aislamiento. Lo que vivimos en el aislamiento es lo que sentimos. No es lo que vivimos en el exterior, sino lo que sentimos en el interior lo que se vive en aislamiento.

El señor X se jubila. Todo el mundo lo sabe, pero nadie sabe lo que siente en su interior. El señor X, cada día, después de la jubilación pone el despertador a las 7, se va a la fábrica y luego volvía a casa. No había hecho el duelo del trabajo.
Otro señor se jubila y, un día, en un autobús lleno de jubilados que van de visita a un museo, y que algunos escupen en el suelo, el se siente viejo y que ya no forma parte del mundo de los vivo, del trabajo. Lo habla con su mujer, pero ella le dice que también tiene problemas, que nunca le escucha. El se siente solo.

La mayoría del tiempo somos generales. De vez en cuando hablamos de un acontecimiento y, de manera excepcional, hablamos de lo que hemos resentido. Pero esto no siempre es suficiente, seguimos en el exterior. Nos seguimos sintiendo solos. Y, lamentablemente, la mayoría de las veces, la gente nos da consejos, o hablan de ellos mismos, o moralizan y nos cerramos, a veces durante varios años (intenté hablar de mi, pero no interesó al otro). Es importante porque en este momento somos vulnerables, si el otro no se interesa, nos cerramos.

Lo que es vivido en el aislamiento es el resentir. La terapia es compartir este resentir, sentirse verdaderamente escuchado, entendido, acogido, fuera de cualquier juicio. Si damos un consejo, de alguna manera lleva implícito juicio y una desvalorización (“no eres capaz ni de manejarte solo, pero yo se, tu no sabes”). Cuando escuchamos a alguien, si somos terapeutas, no juzgamos su comportamiento.

Yo acojo este resentir, con benevolencia y es mágico.

El tercer criterio:
es vivirlo sin solución. La energía no puede liberarse “no puedo cambiar el mundo exterior”, por lo tanto no hay solución satisfactoria para el individuo. Tenemos que buscar una solución satisfactoria para el individuo, pero solo el mismo puede encontrarla. Es por esto que debemos evitar dar consejos, evitar dar nuestras soluciones, pero estimular en el otro lo que podría ser una buena solución. Si somos terapeutas tenemos que encontrar una solución en el lugar adecuado.

Tenía una amiga que siempre estaba nerviosa, tenia problemas con el marido, y hacia artes marciales. Después de dos años hacia artes marciales 6 noches a la semana y el domingo corría. Después de dos años ya no podía hacer más, se separó. No era una buena solución.

Así, no puedo cambiar el exterior (“el problema es mi marido”), cambio de exterior (“cambio de marido”).

Mi desacuerdo con el doctor Hamer empieza aquí, en la terapia.

El doctor Hamer tiene un paciente con un cáncer de hígado, porque debe mucho dinero al banco. Este hombre está en un conflicto de falta y no está seguro de poder comer a final de mes. Todo ello porque debe dinero al banco. El doctor Hamer fue a ver al banquero y le dio el dinero (cambió el exterior). Le explicó que el señor tenía un cáncer de hígado porque le debía dinero. Pero, como terapeutas, no podremos pagar las facturas de todos nuestros pacientes.

Una señora tiene un marido alcohólico y hace un cáncer de pecho derecho. El doctor Hamer le dice al marido que tiene que desintoxicarse. Este está de acuerdo y la mujer se cura. Pero tres años más tarde, el marido vuelve a beber, la mujer vuelve a tener cáncer de pecho, porque todavía es víctima del exterior.

Para mí, cambiar el exterior no es una terapia, aunque es lo que a menudo intentamos hacer. Buscar trabajo si nos despiden, o cerrar el micrófono si hace ruido no es una terapia, es sentido común. Hay muchas mujeres que tienen un marido alcohólico y no todas tienen un cáncer de pecho. No es el marido el problema.

Segunda forma de terapia: liberar la energía negativa. Hay gente que va al psicoanalista, o terapias que lloran, gritan, pegan con un bastón y entonces sueltan la energía negativa. Pero si la energía negativa sigue estando dentro, lo único que se logra es soltar la presión, pero no se soluciona el problema.

Segunda forma de terapia biológica es la enfermedad: es la solución inconsciente de nuestro cuerpo. La terapia que propone la biodescodificación es trabajar sobre el sentido, cambiar la etiqueta. A veces la terapia consiste en hacer un vínculo entre la enfermedad, el resentir y el acontecimiento. Cuando se logra este vínculo hay una descarga emocional y es muy liberador.

En el momento del bioshock hay un imprevisto, inesperado y una ausencia de solución.

Cuarto criterio:
algo más o menos dramático. Si es poco dramático da un pequeño síntoma. Si es muy dramático, da un gran síntoma. 
Los dos últimos criterios requieren del terapeuta mucho respeto y mucha dulzura, ya la terapia va a consistir en llevarlo al momento del biochoque. Pero nadie quiere volver a vivir este momento, porque fue desagradable, dramático y no encontró ninguna solución.

Cuando no tengo solución la gran solución es la amnesia, la represión y lo olvidamos por completo, para no seguir sufriendo.

El biochoque siempre está reprimido en el inconsciente, es demasiado doloroso, no se puede soportar. Si, como terapeutas, no tenemos respeto, dulzura, la persona nunca volverá al momento preciso porque es un momento muy duro, y necesita medios como permiso, protección, dulzura. Debe sentirse arropada por el terapeuta.

El terapeuta hará revivir este instante, pero su sola presencia crea ya un cambio. La calidad de la relación es primer medicamento: no juzga, no aconseja, y la persona puede exprimir la parte dramática. No siempre hay solución concreta, pero siempre hay la solución del compartir.

Una desgracia compartida siempre disminuye la mitad y otra vez compartida, disminuye otra mitad, así en otro momento ya no existe. Pero el terapeuta jamás se hace cargo de la desgracia, porque después de la desgracia hay el resentir del ser y tiene mucha suerte porque vive cada día momentos de verdad y esta en contacto con el verdadero ser. Es algo muy poderoso cuando somos terapeutas y exige no estar en nuestro ego para estar en el ser.

El biochoque tiene cuatro criterios y cuando están, habrá consecuencias, uno de ellos es la represión.

Un terapeuta le pregunta a una mujer:
- ¿ha abortado usted?
- ¡No!
- ¿Cuántas veces?
- tres.

La primera respuesta es la que controla, la razonada, la justificada. Una segunda respuesta ya no es controlada.

Cuando hay bioshock hay una represión parcial o total del acontecimiento. Parcial quiere decir represión de la emoción, aunque recuerda el evento. Pero estamos disociados, lo recordamos como si fuera una película. O bien es total y no recordamos nada. 
Algunas veces también puede sufrir algún tipo de distorsión, va a inventar recuerdos, transformando la realidad para hacerla soportable.

Si ha borrado el acontecimiento, no hay problema, por tanto, no hay enfermedad. O bien ha reprimido el acontecimiento y hay enfermedad, siempre tendremos acceso, directa o indirectamente, a este acontecimiento. De manera directa es volverse a encontrar este acontecimiento. De manera indirecta es encontrarlo de manera metafórica. Esto se aprenderá en los protocolos que se darán más adelante.

Tenia una amiga que hacia ejercicios de musculatura durante años. Pero un día entendió que su padre le reprochaba haber sido niña en lugar de niño, y decía que las mujeres son frágiles. Buscaba una solución metafórica. Por tanto, la terapia es también metafórica. Cuando lo comprendió dejó de ir al gimnasio.

A Salvador Dalí le gustaba mucho pintar el Ángelus de Millet: hay un hombre, una mujer y un carro de patatas. Dalí pintaba a menudo este cuadro. 
El drama de Dalí es que su hermano vivió unos meses y después murió. 
El hermano se llamaba Salvador. 
Dos meses después su madre se queda embarazada de Salvador Dalí, para reemplazar a su hijo muerto anteriormente. Años después de la muerte de Dalí, se hizo un escáner del cuadro original del Ángelus de Millet, y se vio que había un niño muerto. 
Pero el autor pensó que no era comercial y pintó un cesto de patatas. 
Pero esta pareja está enterrando al niño. 
Salvador Dalí lo sabe inconscientemente, está obsesionado por el entierro de su hermano pero esto está oculto, es metafórico.

Akasha Sanación Integral 

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