viernes, 9 de septiembre de 2016

LA VIDA CONSISTE EN DEJARTE FLUIR Y APRENDER A FLUIR




by ElizaCavazos



Porque voy a decirte algo: fluir con lo que te rodee va a hacer que llegues muy alto. Te va a permitir vivir más tranquilamente y además vas a poder alcanzar grandes logros. Verás.

Cuando hablamos de fluir y de aprender a fluir estamos partiendo de un supuesto que lo impregna todo: existe una inteligencia superior, llámala como quieras (no tenemos tiempo para discusiones), que rige el orden de las cosas. Esa inteligencia organiza todo para que todo exista, coexista, fluya, se mantenga, evolucione y se perpetúe. Si te agregas a ella, funcionas. Si te empeñas en quedarte al margen, sufres.

Si algo no sale como esperábamos solemos entrar en desesperación. Esta no es una respuesta sana, si tenemos en cuenta que muy pocas veces las cosa se dan como las pensamos. Si aprendemos a fluir, seremos capaces de encontrar las oportunidades allí donde se producen los cambios. El resultado es una vida sin angustias y con la mente abierta a encontrar nuevos caminos.

Muchas veces nos encontramos frente a encrucijadas que, simplemente, no sabemos cómo resolver. Puede ser que recibimos una oferta laboral que no nos termina de convencer y nos coloca ante la difícil situación de decidir qué hacer. También puede pasar lo mismo con los sentimientos, a veces deseamos estar con alguien, pero nos sentimos imposibilitados de hacerlo ya. Estas dos situaciones son apenas una muestra del gran número de circunstancias en donde nos vemos obligados a tomar decisiones que no podemos afrontar.

Transformar y avanzar nos lleva al concepto de serendipidad. Estos es la capacidad para realizar descubrimientos ante lo inesperado. Aumentar nuestro grado de serendipidad es un aspecto clave para aprender a improvisar y dejar que las cosas fluyan. Lo que nos tenemos que preguntar es como podemos aprovechar al máximo las circunstancias cambiantes para acercarnos, no importa de qué manera, a los resultados que esperábamos. Esa es la clave de cualquier éxito.

La alternativa natural de aprender a fluir, también tiene que ver con aprender a esperar. Estamos acostumbrados a creer que la única manera de tener éxito es mediante el esfuerzo, el trabajo excesivo y la renuncia a nuestro placer. Esta creencia rige gran parte de nuestra cultura y está presente cada vez que pensamos que debemos aprender del sufrimiento. Pues bien, también podemos aprender de la diversión.

Al fin de cuentas, nuestro propósito en la vida es ser felices. Estamos demasiados acostumbrados a la angustia y el sufrimiento y creemos que así es como se consiguen las cosas. Si supiéramos usar la alternativa natural de saber fluir, sabríamos que ese no es el camino correcto. Dejar que las cosas fluyan no quiere decir que nos tenemos que cruzar de brazos a esperar que otros hagan las cosas por nosotros, sino elegir la paz en lugar del miedo o la resistencia.

Significa trabajar, progresar y expandir nuestros límites aprovechando la fuerza de la corriente de nuestro contexto, sin tratar de contener el mar de cambios (y oportunidades) que se abalanzan sobre nuestros proyectos.


Eliza Cavazos

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