sábado, 3 de septiembre de 2016

¿Para qué me sirve el GPS Interior?




Dentro de cada uno de nosotros tenemos una brújula interior que nos guía y orienta en la vida. Está ahí, aunque no sepamos, esperando ser activado para regalarnos sus efectos beneficiosos.
¿Qué gano si pongo atención a mi GPS, qué ventajas me produce, qué méritos tiene para que yo considere hacer un cambio en mí y empezar a darle crédito? El GPS interior tiene 8 funciones que harán mucho mejor mi vida. Se detallan a continuación

1. Me pone en emociones positivas. Si estoy desconectado del GPS, son las emociones inferiores, negativas y tóxicas -que se manifiestan en el plexo solar- las que me conducen. Para todos es corporalmente sabido que en el plexo y la zona estomacal se alojan las emociones de baja vibración, pues esa parte de nuestro cuerpo se enferma rápidamente cuando estamos en baja energía. Aparecen úlceras, colon irritable, cálculos renales y biliares, trastornos gástricos, diarrea y estreñimiento, entre otros. La razón es que no sabemos digerir la rabia, purificar la pena, canalizar la angustia, exorcizarnos de la culpa, drenar la vergüenza, soltar el resentimiento, asimilar los dolores, limpiarnos la resignación o consumir la impotencia.
2. Me permite salir de las emociones negativas y los pensamientos que me atrapan. El GPS conecta con los afectos superiores, esos que ocurren en torno al corazón. La energía sube y me conecta con sentimientos estables y que movilizan mi acción en el mediano y largo plazo. Aparece la paz, la alegría, el amor, la tranquilidad y la armonía. Asentando esta energía superior de alta vibración, el GPS escala un nivel en mi energía y hace que suba a la garganta y el cerebro, donde se despliegan la sabiduría y el entendimiento conciente. Eso permite sacudirme de la rumia mental, los pensamientos negativos y las minas anti-personales de negatividad gratuita y espontánea. Pienso con más lucidez, mi conciencia ve más, comienzo a comprender patrones de conexión entre los fenómenos que antes no veía y mi poder se traduce en lenguaje, palabras de mayor sabiduría que al ser dichas crean una realidad superior.
3. Me muestra el camino ante lo incierto para encontrar las respuestas y actuar con certeza. En esa mente y afectos superiores en que me pone el GPS, me permite encontrar respuestas y certezas ante mis preguntas. Al inicio es una certeza sentida en el cuerpo y en los sentimientos, con poca claridad mental. Sé que es así, aunque no sé como irá ocurriendo en los hechos. Es clave tener paciencia y mantenerse en emociones positivas, pues así aseguro la atmósfera interior para que mi mente siga a la claridad de las sensaciones y los afectos. Luego de esa espera, esa certeza se devela a mi mente y las respuestas aparecen. Mi mente tiene nuevas ideas y distinciones de qué hacer “afuera” en mis roles externos.
4. Atrae oportunidades. Es sabido que uno recibe lo que da, lo que se conoce como ley de causa-efecto. Por lo mismo, cuando estoy en un nivel de alta positividad, con ideas lúcidas y una corporalidad tranquila, mi conducta es armónica y más inteligente, por lo que la vida me ofrecerá más oportunidades. Algunos pensarán que esta es la conocida ley de atracción. Efectivamente. Si aumento mi nivel de energía personal, encajo con las oportunidades que estaban esperando a que yo activara mi GPS interior. A la mayoría nos cuesta aceptar que la vida sea tan simple como para operar por encaje o desencaje energético. A pesar de su sencillez, este mecanismo matemático funciona así. Es hora de que aprendamos esta clave.
5. Me instala en la efectividad, pues aumenta notablemente mi creatividad y la capacidad para afrontar desafíos y resolver problemas. EL GPS interior activa recursos y fortalezas que han estado dormidas y en potencial. Las neurociencias han mostrado que en altos niveles de positividad, la conectividad cerebral crece, lo que se traduce en nuevos comportamientos, nuevas capacidades y más inteligencia balanceada. Sorprendente. Por lo mismo, mi acción es mucho más certera y efectiva, tanto en la percepción de los otros como en mi sensación de satisfacción y felicidad.

6. Activa mis mecanismos de auto sanación. Como el GPS produce un alineamiento y despliegue de la energía de mi corporalidad, afectos y mente, el funcionamiento biológico se acerca a su óptimo, activándose la salud natural del cuerpo humano. Son cientos los testimonios y evidencias de personas que al sostenerse en positividad se han curado de enfermedades mortales. Es por esto que cuando se está en armonía, centramiento y balance, se activa la salud originaria del cuerpo.
7. Me facilita conectar con lo Superior. Cuando la energía propia alcanza sus mayores niveles de positividad se ubica en la zona media y alta del cerebro. Al activarse la glándula pineal y la pituitaria, se producen las hormonas que me sensibilizan a la conexión con la energía de lo Superior. Al decir Superior nos referimos a cualquier interpretación o idea sobre aquello que las personas entendemos como la fuente creadora del universo y lo humano. Puede adquirir diversas denominaciones, por ejemplo, la fuente, el gran arquitecto, la energía cósmica, el uno, Dios, el tao, la matemática perfecta, el sistema de sistemas, la Presencia, el gran sol central, la causa primera, el espíritu, Alá o como cada uno quiera nombrarlo. Simplemente es la constatación de algo Superior a nosotros, perfecto, incondicionalmente amoroso, gratuito y de una inteligencia sin límites.
8. Me permite operar en perfección. Cuando todo lo anterior ha ocurrido, las personas reportan que sus actos “humanos” son causados y movidos por el referente superior. La perfección de los campos superiores se manifiesta en acción, en co-creación entre yo y lo Superior, haciendo realidad la afirmación de cómo es arriba es abajo, como es adentro es afuera.

En síntesis, el GPS interior la lleva y está dentro de nosotros. De su guía y de la humildad de dejarnos conducir depende nuestra felicidad. Es hora de darle la importancia existencial que tiene, dejar de buscar las respuestas afuera, encontrar las certezas dentro y aceptar que este mecanismo es de una simplicidad asombrosa.


Ignacio Fernández
Director Magíster en Psicología de las Organizaciones Universidad Adolfo Ibáñez

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