En ésta ocasión trataremos la tercera aplicación o fundamento de la atención el de la mente. Este es un tema verdaderamente importante pues en realidad no ponemos mucha atención a lo que en ella acontece.
En la mente encontramos recuerdos, pensamientos, imágenes y proyecciones. En realidad en un día o en una hora se despliegan en ella una cantidad numerosa de eventos mentales, la noticia aquí es que en realidad no nos damos cuenta de ellos, no tenemos filtro o algunas veces somos bastantes permisivos con lo que en la mente aparece.
pensamientos positivos, negativos y neutros
Por ejemplo, si se nos presenta un problema en el trabajo inmediatamente aparecen en nuestra mente pensamientos, positivos, negativos y neutros…de ahí que experimentamos confusión y desconcierto ante lo que sucede, no sabemos cómo reaccionar, y si no estamos acostumbrados a poner atención a nuestra mente…lo más seguro es que encontremos cómo única respuesta a la situación el actuar por impulso…sin pensar…sin considerar consecuencias…sin reflexionar…y nos veremos gobernados por el hábito. De manera contraria si hemos observado nuestros pensamientos y lo que en la mente acontece….sabemos que es lo qué nos sucede ante una dificultad….sabemos que tal vez tenemos la tendencia a pensar que los que nos rodean están equivocados, o que no importa lo que digamos no arreglaremos la situación, esto del lado pesimista del asunto o que es posible que exista un posición de acuerdo entre los involucrados analizando con calma el inconveniente…ésta es la forma positiva de pensar una situación.
nuestros condicionamientos e importancia personal
La realidad es que por nuestros condicionamientos y la importancia personal, la tendencia es a lo no constructivo, que normalmente hemos fortalecido con nuestros hábitos. Aquí el ego es el peor consejero y todo un reto a trabajar para nuestro desarrollo personal y espiritual.
Lo recomendado es atender a nuestros pensamientos, y a que nuestra reacción a los acontecimientos no responde a lo que nos están diciendo, es resultado de lo que pensamos acerca de lo que nos están diciendo.
En Oriente se le conoce a estos pensamientos como factores mentales y aunque es complicado tener una profunda atención es posible tener buenos resultados con la atención presente y sostenida y es mucho más eficiente con la meditación.
“somos los que pensamos”
No es un cliché lo que se dice de que “somos lo que pensamos”…es totalmente cierto somos una proyección de lo que pensamos e interpretamos respecto a lo que nos acontece y nos dicen. La mayoría de las veces creemos que el exterior tiene la culpa y que es el detonador de nuestros pensamientos negativos…y no que los responsables somos nosotros…nadie nos dice qué pensar…nosotros elegimos que pensar y que hacer ulteriormente.
Así que tomemos como propósito el estar atentos de nuestros pensamientos, hacernos responsables de ellos, dejar de echarle la culpa a los otros y que nadie nos dice que pensar, nosotros decidimos que decir y como actuar.
somos responsables de nuestros pensamientos
Seleccionar pensamientos positivos nos llevará a resultados positivos. Los pensamientos negativos nos llevarán a acciones y palabras negativas…a conflictos innecesarios y al sufrimiento por haber reaccionado sin pensar.
La interpretación de los acontecimientos acontece en nuestra mente y reaccionamos a lo que pensamos de ellos, no a que es únicamente la posición mental de la otra persona, si lo observamos de ésta forma podemos comprender que la vía más sana de relacionarnos es analizar y conversar detenidamente con el o los otros acerca de lo que acontece para llegar a un acuerdo, no proyectar ni suponer lo que piensa el otro pues seamos sinceros la mayoría de las veces ni siquiera sabemos lo que nosotros pensamos.
Debemos actuar en todo momento con respeto a la posición mental de cada uno de los involucrados que raramente será idéntica a la nuestra, existen muchos factores, condicionamientos y hábitos que difícilmente permitirán que piensen exactamente como nosotros. La mejor opción es…ser abiertos…tolerantes…generosos y a conciliar nuestros pensamientos de manera clara y asertiva con los demás. Sin duda nuestro entorno será más positivo y saludable, un lugar ideal para crecer y experimentar.
AUTOR: Pilar Vázquez, colaborador de la gran familia de la Hermandad Blanca
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