El comienzo de la libertad implica que para liberarnos del cuerpo del dolor debemos, ante todo, reconocer que lo tenemos. Después, y más importante todavía, es preciso mantenernos lo suficientemente presentes y alertas para notar el cuerpo del dolor cuando se activa en nosotros, como un flujo pesado de emoción negativa. Cuando lo reconocemos, ya no puede fingir que es nosotros, ya no puede hacerse pasar por nosotros, ni vivir ni renovarse a través de nosotros.
Eckhart Tolle.
La comprensión no es intelectual; por lo tanto, es la más elevada forma de inteligencia, y ser inteligente en este sentido significa ser altamente sensible, darse cuenta de la naturaleza y estructura completa del temor. Si reprimo el temor o escapo de él, entonces no hay percepción sensible del temor y de todas sus implicaciones; por consiguiente, debo aprender del temor y no escapar de él. Y sólo puedo aprender acerca de algo si estoy en contacto directo con ello, y puedo estar en contacto de una manera tan íntima sólo cuando puedo mirar libremente. Esta libertad es la más alta forma de sensibilidad, no solo en lo físico sino también en lo mental; el cerebro mismo se vuelve altamente sensible. Esta comprensión es inteligencia y es esta inteligencia la que va a operar; y en tanto exista esta inteligencia no hay temor; el temor aparece sólo cuando esta inteligencia está ausente.
Jiddu Krishnamurti.
Abre la mente a experimentar. Experimenta cualquier cosa que surja sin filtrarla ni juzgarla. A medida que la mente se va abriendo, se abandonan los conceptos. Abrir la mente al dolor, o a cualquier otro fenómeno físico, emocional o mental, puede revelar lo que se encuentra en el núcleo de cualquier fenómeno. El dolor,experimentado sin historia, revela la naturaleza de buda.
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