Si estas o has pasado por una infidelidad, si sientes que te mienten o engañan a menudo, si ya no confías en tu pareja, quizá estés pasando por un momento de dolor, enojo o mucha irritación. Quizá sentimientos de violencia o desesperación.
Si en verdad deseas salir de esta situación, y no quedarte atorado o atoraInfidelidad, Engaño y Parejada ahí, es necesario que empieces un trabajo contigo, y que crezcas con lo que estás viviendo. Hay personas que pueden llegar a estancarse con una situación así, y guardar rencor, o sentimientos nada favorables para su vida, sobre todo cuando la otra persona parece no importarle la situación, y se aleja sin más.
Para empezar a trabajar con un engaño o infidelidad, es necesario que observes que muchas veces lo que reacciona ante esto no somos realmente nosotros, sino el ego, que se siente ofendido y atacado por una situación que siente no merecer. Y es con el ego con el que debemos de trabajar.
El ego es nuestra personalidad, la cual está llena de creencias, de ideas y experiencias que se resumen en nuestra visión de vida. Tu tienes una forma muy personal de ver las cosas, la cual es la que reacciona cuando vives ciertas cosas.
En muchas culturas existe la creencia de que uno debe ser fiel a su pareja. Y realmente esta creencia se ha convertido en algo tan arraigado que ya es una especie de valor esencial con el que se construyen las relaciones. Se dice que el engaño y la infidelidad son una falta de respeto y que es algo que no se debe. Por eso, cuando la padecemos, el ego (la creencia) reacciona, y es que nos sentimos agredidos, pensamos que nos han faltado al respeto, que han sido “malos”. Y la frustración y el enojo pueden llegar a causar un dolor en verdad fuerte, porque la creencia esta muy arraigada y socialmente así se ve.
La clave para transformar la experiencia de la Infidelidad
La clave del asunto está en que, mientras haya frustración y enfado, mientras pensemos que los demás son los “malos” del cuento, no se puede aprender nada. Y esto solo nos pone como víctimas de los demás. Es decir, muchas veces nuestras creencias no nos permiten aprender porque nos aferramos a que nos “lastimaron” nos “hicieron”, y esto nos causa mucho dolor. Y, además, no podemos ver lo nutritivo del asunto.
Y recuerda algo: si no aprendes de la experiencia, esta te seguirá lastimando.
Lo primero: no enmascares el sentimiento
Así que lo primero para evitar que la experiencia te duela o siga irritando, es el desahogo, permitir que el sentimiento fluya como es, descargarlo pero en un lugar a solas, escribe una carta al infiel o al que engaña, y permite que afloren todas las cosas que sientes y piensas. Es muy importante que no se maquille ni se nulifique el sentimiento con frases como “No vale la pena enojarme por eso” “Voy a dejar todo atrás, ya no me importa” “Ya no quiero ni pensar en eso” , etc. Todo esto podría provocarte más dolor.
Luego de que hayas desahogado bien el sentimiento, y que te hayas permitido expresar lo que verdaderamente sentiste, entonces es momento de comprender el “Por qué?”
Una persona puede actuar con engaño o infidelidad por muchas razones: porque tiene miedo a decir la verdad (para no provocar un caos o dolor a otra persona), porque tiene miedo a perder (su familia, su pareja, su estatus), porque inseguridad (no sabe que quiere), etc.
Sin embargo, en cualquier caso, es importante que sepas que realmente nadie te puede engañar. Una persona sólo puede engañarse a sí misma. Y eso es lo que nos causa dolor: el engañarnos nosotros mismos. Puede que quizá tu pareja te haya sido infiel o haya engañado, pero si esto sucedió, entonces tú no te engañes: quizá algo este faltando en la relación, quizá haya algo que no se está dando, algo que no quieres ver, quizá tu forma de ser impida que la otra persona te diga la verdad o sea honesta. Tienes que observar que donde hay una situación de dos, es de dos. Alcanzar a ver la parte que te corresponde, y dejar de esperar de tu pareja, quizá te ayude en este momento.
No esperes ya nada de tu pareja. Si, en verdad la amas, entonces te importara su felicidad como primer punto. Y si su felicidad no está contigo, si en la relación ya no encuentra lo que busca, entonces hay que saber tener claridad. Habla con tu pareja, sin reclamos ni exigencias. Habla con ella o él como si fuese un gran amigo que en verdad te interesa, tanto su bienestar como su felicidad. Exprésale sinceramente lo que sientes, pero recuerda siempre que el amor es compartir, que nadie realmente te debe nada y que lo más lindo en una relación es que te vuelvas compañero, compañera, de quien amas. Quizá si aprendes a acompañar a tu pareja, a escucharla y ayudarle a entenderse, esta se sienta con más conección contigo, y quzia pueda aclarar cosas que no tiene claras. Y entonces quiza la relación pueda llegar a terminos más favorables.
A veces nuestra necesidad es la que duele, la necesidad es la que causa el enojo con el otro, porque sentimos estamos perdiendo lo que nos daba. Debemos vivir el duelo, pero no engañarnos. Por más enfadados que estemos, eso no hará que el otro o la otra sean más sinceros, o nos quieran más. Trata de pensar en la felicidad de tu pareja. Y recuerda que recibiras exactamente lo que das.
Fuente: http://www.vivirsabiamente.com/infidelidad-engano
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