sábado, 18 de abril de 2015

SOY UN FRACASO..

(artículo publicado en la revista Verdemente)
Dos de los supuestos principales de la práctica de Mindfulness son:
1) Mantener la atención en el momento presente
2) Aceptar ese momento con lo que trae
Atención y aceptación han sido palabras que como mantras se han venido repitiendo, por religiones y filosofías, durante siglos. Además, ahora, son considerados puntos clave para vivir todos los beneficios científicamente demostrados del Mindfulness.
Si la ciencia, la filosofía, la religión y el testimonio de miles de practicantes, coinciden en que estos supuestos son claves para nuestra vida, nos podríamos preguntar: ¿cuál es el problema para vivirlo? ¿Por qué no vivimos en un estado de atención y aceptación?
Todos dicen que vivir el momento presente es fácil de decir pero difícil de hacer. En esto voy a discrepar, no es tan difícil de hacer, de hecho no se puede hacer otra cosa que vivir en el momento presente, si no es en el presente ¿Dónde estamos viviendo en este momento?
Cierto es que a cada momento me voy de viaje como si estuviese viendo un película que se repite en mi mente. Una película que me he aprendido de memoria y en la que confío para que dirija mi vida.
Vivo siempre en el presente pero lo hago interpretando un papel que hay en la película que aparece en mente.
Mi película durante años se ha titulado: “Una vida entre cuatro paredes”. Para mí la vida ha sido lo que se me enseñó y lo que vi en la película de los demás.
Con el paso del tiempo he visto, no solo que había más espacios en mi mente, más allá de esas cuatro paredes, sino que descubrí que había un vasto espacio ahí afuera.
Al ver esta posibilidad se deshizo gran parte del engaño en el que había caído, y pude ver que “otra vida es posible”, para después comprobar que “cualquier vida que uno elija es posible”, y finalmente aceptar que “esa vida diferente es necesaria”.
Mi mayor problema, y creo que el de todos, no es vivir el presente; es intentar vivir el presente en una forma de vida y cultura que intenta evitarlo.
Para poder vivir el presente necesito vivir de manera diferente y eso es lo que casi ninguno estamos dispuestos a hacer: cambiar nuestros patrones de vida, soltar la actividad de nuestra manera estresada de vivir, dejar de ir rápido para creer que hacemos más y mejor…
Si uno no cambia su manera de vivir es difícil vivir el presente, ya que todo en esta sociedad está diseñado para intentar sacarnos de ahí.
Muchas personas me han dicho que querrían vivir en el presente, pero que tienen que pagar su hipoteca y sus recibos y que por eso han de vivir de manera inevitable en un mundo de estrés y tensión. Es con si estuviésemos dentro de esas cuatro paredes, llevando a cabo prácticas ideadas para ayudarnos a salir de ellas, pero que en realidad sólo usamos para sentirnos algo más libres dentro de ellas.
Siento que el gran cambio llega cuando tomamos la decisión de dejar de faltarnos a nosotros mismos para cumplir con la sociedad y las expectativas de otros, aceptando las consecuencias de esa nueva actitud.
Escucharse y no ir en contra de uno, hacer lo que se siente, vivir lo que se siente, decir lo que se siente… no parece ser algo nuevo, es un mensaje que se repite una y otra vez desde hace siglos, y sin embargo lo seguimos escuchando asintiendo y viviendo dándole la espalda.
Ser lo que somos requiere saltar sin red con la ayuda de una sola guía, lo que sentimos a cada momento; y ahí puede estar la clave de nuestros problemas existenciales y prácticos: el negarnos a vivir con una mente libre.
¿Cuál es el estilo de vida para estar en el presente?: me imagino que un estilo sosegado en el que lo más importante de todo sea precisamente eso, estar en el presente.
La aceptación de lo que hay es la clave para no pelearnos con la vida, para no intentar evitar lo que queremos vivir; pero todavía gastamos mucha energía en luchar contra corriente, luchar contra lo que nos nace vivir, para ser lo que se supone que debemos ser y debemos vivir. Esa lucha desgasta mucho.
Al final todo se trata de una rendición: me rindo a la lucha contra la vida y contra lo que me nace vivir, me rindo ante un estilo de vida que no me acerca al momento presente, me rindo ante la sensación de que tengo que ser alguien y mantener una reputación.
Quizá nuestra única misión como seres humanos, al igual que todos los seres vivos, sea abandonarnos al flujo de la vida, no por ser buenos o espirituales, sino por vivir. No decimos que un pájaro es muy espiritual porque vuela, es su vida; de igual manera no me puedo considerar especial por orientar mi vida a vivir en el presente lo que siento, ya que eso es vivir, eso soy yo.
Un sabio decía que si te orientas a vivir lo que eres a cada momento, eso vale un uno, y que todas las demás cosas de la vida valen cero. Entonces, si pones los ceros primero y el vivir lo que sientes después, al final, por muchos ceros que añadas, tienes un resultado de uno. Pero si pones como prioridad el ser tú mismo tendrás un uno primero y después con todos los ceros que añadas tendrás…

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