Cuando lleguemos a conocer ciertas técnicas para avanzar en este camino de autoconocimiento, muchas veces no somos capaces de aplicarlas el tiempo suficiente, las actividades de todos los días nos distraen, nos olvidamos, pensamientos negativos comienzan a alimentar a las emociones negativas… y dejamos de sentirnos bien.
He Quì una serie de estrategias para cuando nos “salimos del camino”. No son simples “recetas”, sino ideas muy básicas y generales. Son varias y seguramente habrá muchas más. Los recursos a nuestro alcance suelen presentarse así: numerosos, diferentes y podemos elegir el que mejor se ajusta a nuestras preferencias.
Hay diferentes maneras de resolver un mismo problema… (imágenes de Ian’s Shoelace Site)
La oración
En cualquier momento en que nos demos cuenta de que no nos sentimos bien, que actuamos mecánicamente, en cuanto advertimos que no estamos “en nuestro centro”, podemos dedicar apenas un momento a pronunciar mentalmente una breve oración pidiendo la claridad, el equilibrio y la alegría que perdimos.
Es muy importante reconocer con humildad que no somos nosotros los que llevamos a cabo nuestra propia evolución. Hay un Poder Superior que literalmente nos transforma, pero sólo si nos rendimos a Él.
Aquí una reflexión muy interesante:
Ho’oponopono
Siempre es bueno aplicar la técnica de Ho’oponopono, diciendo mentalmente: “Lo siento, Te amo” (podemos agregar también “Por favor perdóname, y Gracias”), dirigiéndonos a la Divinidad, reconociendo nuestra responsabilidad por la realidad (incluida nuestra propia realidad emocional) que creamos a cada instante.
Observarnos a nosotros mismos
Podemos por unos momentos tomar distancia de lo que estamos haciendo y pensando, y simplemente observarnos sin interferir con el discurso de nuestros pensamientos. La simple observación de esos procesos negativos, que habitualmente son “automáticos”, los hace conscientes y los debilita.
Siempre es mejor reconocer y aceptar que estamos “fuera de nuestro centro” que forzarnos, que obligarnos a nosotros mismos a cambiar de actitud. Lo que resistimos, persiste.
Meditar
A través de la meditación creamos las condiciones para que puedan producirse cambios naturales y positivos en nuestra mente, al interrumpir transitoriamente la identificación con nuestro ego.
Hay muchísima información disponible en Internet acerca de diferentes técnicas de meditación. Basta con elegir alguna que nos resulte agradable de practicar. Para quien no tenga ninguna experiencia tal vez sea una buena idea simplemente recostarse durante 20 minutos y respirar lentamente, concentrándose exclusivamente en las sensaciones producidas por el aire al inspirar y espirar. La idea es interrumpir la interminable y desgastante corriente de nuestros pensamientos y conectarnos de manera consciente con el momento presente.
Leer, escuchar música, salir a caminar
Cualquier actividad que serene nuestra mente y que nos devuelva la paz, la serenidad y la alegría es un excelente camino para recuperar el equilibrio perdido.
Cuando estés entusiasmado, “en lo alto”, mantente allí. Y cuando estés “en lo bajo”… toma una siesta. O haz algo para cambiar tu estado. Lo que puedes lograr cuando estás “en lo alto” es mil veces más efectivo y beneficioso que lo que puedas hacer con mucho esfuerzo estando fuera de tu centro.Esther Hicks
Aceptar… pero perseverar
Por último, aceptación y perseverancia son dos valiosas virtudes que de ninguna manera se excluyen entre sí. Es necesario aceptar incondicionalmente el momento presente, reconocer todo lo que nos ofrece y agradecerlo plenamente, aún si estamos “fuera de nuestro centro”. Pero también en esos momentos de confusión podemos perseverar haciendo lo que esté a nuestro alcance (aunque sólo sea esperar pacientemente!) para continuar con nuestro aprendizaje.
Podemos vivir cualquier situación ordinaria como el momento único e irrepetible que en realidad es…… o salir con amigos, o ir a una fiesta…… o simplemente hacer una pausa para tomarnos un café…… o vestirnos elegantes aunque no sea una ocasión especial…… prestando atención a cada detalle, a cada uno de los pequeños milagros que encierra el momento presente.Las imágenes son de Jamie Beck
Axel Piskulic
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