domingo, 20 de marzo de 2016

El biochoque o DHS (Síndrome de Dirk Hamer)


La respuesta de estrés es el elemento clave en el cambio metabólico adaptativo de órganos y tejidos, que puede desembocar en la enfermedad. Hay un tipo especial de situaciones que generan y reprimen una alta carga de estrés, que se pueden calificar como los eventos desencadenantes de una enfermedad grave. A estas situaciones se las denomina biochoques.
Para que una persona sufra un biochoque debe experimentar cuatro condiciones:
  1. La situación vivida debe ser inesperada.
  2. Altamente estresante.
  3. Debe sentirse aislado, real o emocionalmente, de los demás.
  4. Sin salida posible” al problema.
En estas situaciones no es posible la liberación de la carga emocional y ésta queda "congelada" internamente manteniendo el conflicto activo permanentemente. Generalmente, se sufre un biochoque desencadenante de una enfermedad grave de 1 a 2 años antes de ser diagnosticada. Este hecho ya se ponía de manifiesto en los estudios de 1967 de Holmes y Rahe sobre situaciones estresantes.

Desarrollo de la enfermedad

Etapa de programación
En este punto de la explicación surge una pregunta fundamental: ¿por qué no sufren el mismo biochoque todas las personas en la misma situación?, y la respuesta de Claude Sabbah y Mark Fréchet es: porque no todas las personas tienen la misma predisposición subconsciente a interpretar emocionalmente los mismos eventos externos de la misma manera. Esta predisposición subconsciente se va creando a partir de las vivencias acaecidas en las diferentes etapas vitales de la persona, que podemos dividir en:
  1. Transgeneracional: este es uno de los conceptos más novedosos de la Biodescodificación (desarrollado por Salomón Sellam) y propone que las situaciones conflictivas vividas por los antepasados dejan una huella emocional en el subconsciente del clan, que puede ser percibida con mayor intensidad por algunos de sus miembros, marcando fuertemente parte de sus programaciones emocionales.
  2. Concepción y gestación: las células sexuales que formarán al nuevo ser, pueden contener información que le predisponga a unas determinadas maneras de adaptación al ambiente que vivían los padres cuando fueron generadas. Además, en el desarrollo del feto todas las experiencias vitales de la madre pueden ser almacenadas como estímulos-respuesta por las células en crecimiento.
  3. Infancia: desde el nacimiento hasta los 10 -12 años, el niño vive en un estado cuasi-hipnótico, muy sugestionable, en el que las emociones son vividas intensamente y que cuando son reprimidas generan fuertes patrones de comportamiento que reproduciremos el resto de nuestras vidas. Ese estado cuasi-hipnótico se pierde según se van desarrollando las defensas subconscientes (represión, racionalización, negación) que permiten sobrellevar el estado emocional interno. 
    Por debajo de los 7 años las enfermedades de los niños se interpretan como somatizaciones de las tensiones de los padres.
  4. Pubertad / edad adulta: generalmente las situaciones conflictivas que vivimos en esta etapa ya han tenido su programación en las etapas anteriores y lo que producen es un refuerzo de la represión emocional.
La etapa de programación puede variar en duración antes de desarrollar una enfermedad (etapa sintomática). Esto depende de la intensidad de la tensión acumulada en las situaciones programantes y el tiempo que se mantenga dicha tensión.
Etapa sintomática
Para que aparezcan los síntomas se debe haber superado el umbral de aguante. Esto puede ocurrir por un impacto emocional muy fuerte, la suma de muchos pequeños o combinación de ambos. 

Fases de la enfermedad

Según la Biodescodificación la enfermedad consta de las siguientes fases:fasesDeLaEnfermedad
Normotonía
Esta es la fase de equilibrio del cuerpo. Cuando estamos despiertos nuestro organismo está activo, en simpaticotonía, y cuando dormimos se reduce la actividad del sistema, vagotonía.
Biochoque o DHS
Es el momento en el que se supera el umbral de aguante del organismo y se entra en un conflicto activo permanente. 
Sobreestrés (conflicto activo)
El cuerpo dispara la respuesta de estrés y se mantiene en simpaticotonía en todo momento, lo que genera un desgaste del sistema.
Biologización (conflicto activo)
Entramos en esta fase si el cuerpo es capaz de adaptarse al nivel de estrés. El conflicto no está resuelto, pero es posible mantener el ritmo sin síntomas claros.
Conflictolisis
Momento en el que se "resuelve" el conflicto. Se produce una liberación parcial o total de la tensión emocional almacenada que alimentaba el estrés. Se aprecia psicológicamente como la sensación de haber encontrado una solución "válida" al conflicto.
Reparación
El cuerpo entra en vagotonía comenzando la fase de recuperación de los sistemas volviendo al estado de equilibrio. Esta fase no está exenta de peligros, pues también aparecen síntomas asociados a enfermedades catalogadas por la medicina, que pueden llegar a ser mortales, dependiendo de la intensidad de la fase de conflicto activo. 
Crisis epileptoide
A mitad de la fase de reparación el organismo comprobará si se ha solucionado completamente el conflicto entrando en un periodo de simpaticotonía. Los síntomas pueden ser peligrosos dependiendo del tiempo que haya durado la fase de conflicto activo.

Diferentes visiones dentro del nuevo paradigma

Aunque la mayoría de la base teórica es común entre la Nueva Medicina Germánica de Hamer y los desarrollos posteriores que han dado lugar a la Biodescodificación, hay conceptos que se interpretan de manera bastante diferente. La visión de Hamer es muy biológica y determinista, no dejando lugar para el efecto del neocortex/subconsciente humano sobre la biología animal básica. Para él un lobo y un humano funcionarían de la misma manera. En Biodescodificación se tiene más en cuenta la capacidad de nuestro cerebro de crear asociaciones libres y metáforas, evitando ser categórico al diagnosticar la fuente del conflicto, confirmando siempre con la historia del paciente.
En este punto nosotros, coincidiendo con Salomon Sellam, añadiríamos que las fases de la enfermedad, aunque biológicas, no son reglas inamovibles. Hay "remisiones espontáneas" de enfermedades que no parecen pasar por la fase de crisis epileptoide, ni respetar la evidencia experimental de que las fases de conflicto y reparación suelen durar lo mismo. De hecho, poder entrar en conflicto en la fase de reparación nos parece indicativo de que no se ha resuelto el conflicto totalmente, cosa que solo puede ocurrir si se han tratado todas las situaciones programantes.
[...] por favor, memorizar una cosa que para mí es primordial, mientras este el síntoma, el conflicto está ahí. Si me duele existe todavía el conflicto y si he mejorado en un 30% sigue habiendo un 70% de conflicto, esto es muy, muy importante, en biodescodificación soy el único que digo esto, yo no lo he inventado, es lo que yo constato cada día en consulta. A lo mejor os voy a desestabilizar un poco, se habla fases de sanación y de conflictos de enfermedad, ¿esto, lo habéis aprendido?, ¿lo tenéis claro?, a mi esto no me importa, porque para mí si hay enfermedad hay el conflicto, y yo esto le he verificado mucho, así que no hay fase activa y fase de reparación, para mí hay síntoma, hay actividad, esto es un problema, pienso que a lo mejor no tengo razón, pero sois vosotros qué vais a verificar en vuestras consultas. Salomon Sellam, curso del 6 al 8/abril 2010 ­ En Sant Cugat (Barcelona)
La capacidad que poseemos los seres humanos de ser conscientes y cambiar los programas internos del subconsciente, nos habilita para superar las "leyes" de la biología (si un programa no se cambia siempre se cumple). Estamos en un momento en el que hemos empezado a descubrir las increíbles habilidades de nuestro cuerpo y sería volver a caer en el mismo error de la medicina oficial el poner límites a nuestras capacidades sin antes haberlo comprobado concienzudamente. Con que haya una sola excepción la ley deja de ser universal.

Cómo tratar la enfermedad

Biodescodificación emplea principalmente procedimientos de PNL para trabajar el resentir (emociones atrapadas en el recuerdo) de las situaciones conflictivas, una vez encontradas. En el diccionario tienes un montón de ellos. Nosotros te proponemos nuestros métodos. Experimenta y elige los que mejor se adapten a ti.
Tienes tres vías principales para trabajar con tu enfermedad. Pero, por supuesto, ninguna de estas vías reemplaza de algún modo al sentido común, ni al proceso de diagnóstico. Tampoco dan las directrices necesarias para establecer el tratamiento adecuado que solo un médico está habilitado a prescribir o a modificar en función de los resultados clínicos y en particular al cese de la terapia.
  1. Tratarla globalmente.
    Aplicando el audio de la receta 3 veces al día podrás empezar a ver cambios al cabo de unas semanas y si eres persistente la enfermedad puede desaparecer totalmente. Es el sistema más sencillo y más lento, requiere ser un poco metódico, pero funciona. 
  2. Tratar los síntomas, ya sean físicos o emocionales.
    En la página del enlace se explica como trabajar con una fobia a través de sus síntomas físicos. Así que, puedes aplicar el mismo sistema para reducir o eliminar los síntomas de la enfermedad.
    Para encontrar las emociones puedes recordar o imaginar el momento en que peor te has encontrado con tu enfermedad y vas liberando el malestar hasta que desaparezca. Una vez las molestias lleguen a cero puedes empezar a hacer pruebas, con mucho cuidado¡Si tienes dudas no avances!, libera hasta que desaparezca la dudaEl síntoma que te dice que ya no tienes la enfermedad es estar totalmente convencido (sensación interna no racional) de que ya no estás enfermo
  3. Encontrar el recuerdo emocional que programó la alergia y liberarlo.  
    Te puedes guiar por las emociones que te despiertan los síntomas para encontrar la situación en que viviste esas emociones antes de los primeros síntomas. Una vez encontrada, aplicas el procedimiento descrito en la página de Autosesión y compruebas con mucho cuidado (como te describimos en el apartado anterior) los cambios en tu sintomatología.

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