El complejo de Edipo es un concepto que surge de las teorías clásicas de Sigmund Freud. Este término psicoanalítico tiene su origen en una obra de la antigua Grecia, donde Edipo, hijo del rey de Tebas, acaba por matar a su padre y ocupar su puesto, casándose con la reina Yocasta, su madre.
Freud se sirvió de esta obra para explicar una de las primeras etapas del desarrollo psicosexual del niño, que ocurre entre los tres y los cinco años de edad, en la cual se produce una modificación de su conducta, de tal modo que idealiza a la madre aflorando hacia ella un sentimiento de amor y mostrándose acaparador con ella en competición con cualquier otro varón que le quite su atención y rivalice con su cariño.
Normalmente el padre se convierte en objeto de sentimientos de alejamiento y odio.
El niño muestra profundos sentimientos negativos hacia el padre, que es el competidor más directo del cariño de su madre.
Estos sentimientos se expresan en forma de enojos y rabietas, sin hacerle caso y con comportamientos de desobediencia que buscan provocar y enfadar al padre, todo ello para expresar su desacuerdo con que le esté quitando protagonismo delante de la madre.
Este complejo, según el padre del psicoanálisis, es universal y afecta a todos los pequeños entre los tres y cinco años de edad, y su resolución se produce de forma natural con el paso del tiempo, despareciendo en torno a los seis años, sin mayores consecuencias. Es por ello que con un correcto conocimiento de esta etapa por parte de los padres se evitarán malos entendidos y preocupaciones innecesarias.
Por el contrario si estos comportamientos se extienden llegando incluso hasta las parejas, podemos estar hablando de un problema ancestral donde necesitaremos ver el árbol genealógico.
En transgeneracional hablamos de un complejo de Edipo cuando las fechas de un hijo coinciden con las de su madre, sean estas de nacimiento o de concepción.
Complejo de Electra
Algunos autores afirman que la teoría de Freud ha sido creada para explicar el desarrollo del niño, olvidándose de la niña. Otros en cambio afirman que la teoría es válida tanto para el niño como para la niña, y que ambos pasarían por las mismas etapas de desarrollo psicosexual. Para Jung, discípulo de Freud, era una teoría insuficiente, por lo que para dar explicación al desarrollo de la niña aportó el término de complejo de Electra.
El complejo de Electra, por tanto, sería el complejo complementario, que daría cuenta exactamente de lo contrario, es decir, la relación de la niña con sus progenitores, buscando la aceptación y el cariño de su padre a quien le muestra sentimientos amorosos, convirtiéndose la madre en una competidora por acaparar el cariño del padre, siendo a quien se dirigen sus sentimientos negativos.
En el transgeneracional encontramos el complejo de Electra cuando las fechas de una hija coinciden con las de su padre, sean estas de nacimiento o concepción.
Transgeneracional, Enric Corbera
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