LA APROBACION...

La mayoría de las personas buscan la aprobación de los
demás. Van por la vida haciendo cosas para que otros se
sientan satisfechos u orgullosos de ellos. Día a día,
esperan que su pareja, padres, hijos, amigos, compañeros y
hasta desconocido les apruebe lo que hacen. 


Esta es una de las manifestaciones más cotidianas del ego y se convierte en una ego barrera que nos impide ser nosotros mismos. La busqueda de la aprobación trae como consecuencia varios resultados.

1. Que nadie les apruebe porque simplemente ni lo piensan.

2. Que alguien apruebe lo que has hecho pero no te lo diga.

3. Que alguien te apruebe y te lo diga.

Las dos primeras, producen un efecto de frustración en quien no es aprobado, llevándólo a la tristeza y en muchas oportunidades a la apatía y depresión.

La tercera, trae como resultado que quien es aprobado
continúe realizando las cosas que satisfagan al otro,
simplemente por complacerle y no por ser una motivación y un
objetivo real de quien necesita ser aprobado. 

En pocas palabras, la necesidad de aprobación provoca que las
mayorías de las personas vivan frustradas, tristes o
deprimidas. O vivan la vida de otros dejando de vivir la
suya.  Es decir, el Ego es rey en su predio, es dueño y
señor de tu vida.  Te pregunto: ¿realmente necesitas de la
aprobación de los demás para ser feliz? 

Piensalo un rato,

¿eso es verdaderamente importante?

 Pues, así mismo es, NO ES IMPORTANTE, el único que debe aprobarte eres tu mismo,  si tu estás satisfecho con tus acciones, no necesitas de más nadie. Y cuando, salgas de ese deseo de ser aprobado y rompas con esa emoción de necesidad y escasez....... magia, los demás empezarán a aprobar tus acciones, pero ya tu serás feliz contigo mismo y con tu vida real, liberada de esa ego barrera.

Recuerda que el éxito, no está en la cantidad de esfuerzo
que hagas, sino en alto nivel de autoestima que  tengas.
Si para ti está bien, pues para el universo está bien.