lunes, 29 de febrero de 2016

La calidad del pensamiento







Pensemos en una semilla. Es como un punto –pequeña, diminuta y compacta- y sin embargo plena de potencial. Un pensamiento es una semilla, que puede ser positiva o negativa, según nuestro estado de ánimo, actitud y carácter. El pensamiento crea sentimientos y actitudes. A esta combinación se le llama conciencia. Nuestra conciencia es un reflejo de nuestros pensamientos, y nuestra vida es un reflejo de nuestra conciencia.

Habitualmente permitimos que nuestros pensamientos se esparzan por doquier, que divaguen por todos los rincones de nuestra mente. Los pensamientos descontrolados son como un automóvil lanzado a toda velocidad: a no ser que frenemos, nos estrellaremos. Una mente sin control está tensa y preocupada. Esto causa muchísimo daño.

Para que nuestra mente trabaje con naturalidad necesitamos aplicar un freno. Una mente natural es pacífica, y una mente pacífica nos da claridad. Cuando vemos las cosas con claridad no hay desgaste porque nuestra mente se vuelve ligera, no se ve agobiada con pensamientos innecesarios. La mayor enfermedad de la mente es pensar demasiado, especialmente en otros: en lo que hicieron, lo que deberían hacer, lo que debieron haber hecho, lo que dijeron, lo que quisiéramos que hubieran dicho, por qué hablaron siquiera. Todo esto perturba la serenidad propia de la mente.

Cuando pensamos demasiado solemos fantasear y reaccionar con desmesura, y así creamos sentimientos negativos. La observación nos da la paciencia y claridad necesarias para pensar y actuar de manera apropiada; al observar nos concentramos interiormente, lo que nos permite ver la realidad.

Si sembramos una semilla de pensamiento positiva y limpia y nos concentramos en ella, le daremos energía, así como el sol se la da a la semilla que yace en la tierra.

Cada mañana, antes de comenzar nuestra jornada, sentémonos tranquilos, en silencio, y sembremos la semilla de la paz. La paz es armonía y equilibrio. Dejemos que la paz encuentre su hogar en nuestro fuero interno.

La paz es nuestra fortaleza original, nuestra eterna tranquilidad del ser.

Extracto del libro:
DESCUBRIR LA ESPIRITUALIDAD
Anthony Strano

Conciencia de Paz Interior en la sociedad actual




   


Solo con Conciencia de Paz Interior habrá Paz en el Mundo
  
A través de mi experiencia personal e institucional como Director General de Fundación Paz, Ecología & Arte, a través de nuestro trabajo de campo, interconectándonos e interactuando local y globalmente con colegas, educadores, docentes, alumnos, políticos, legisladores, economistas, científicos, periodistas, médicos, ingenieros, comunicadores, artistas, religiosos, pensadores de vanguardia, expertos en educación para la paz, tanto académicos como autodidactas. Y especialmente una amplia gama de público en general de diversas clases sociales concluimos lo siguiente.
  
Hemos observado y reflexionado a lo largo de todos estos años de intensísima actividad de comunicar, educar, compartir y concientizar, el lugar que ocupa la Conciencia de Paz en la conciencia del ser humano en nuestra sociedad actual.
  
Todas estas actividades del campo social humano, denotan un denominador común, por el cual no se asume, la importancia y la trascendencia fundamental de la aplicación en nuestros quehaceres cotidianos de una Conciencia de Paz Interior. Es sumamente escasa lamentablemente en la actualidad , – mucho menos del 1%– de acuerdo a nuestra observación, en toda la gama de estas actividades.
  
Todos hablamos de Paz Interior, no llenamos la boca con ello pero muy pocos logramos acceder a una verdadera Conciencia de Paz Interior ya que lamentablemente no la experimentamos en nuestras vidas, forjándonos como ejemplos vivientes de la misma.
  
Nadie puede dar lo que no tiene.
  
¿Por qué existen las Guerras?
  
La causa última es por que existen esas mismas guerras dentro de la mente de los hombres y luego las manifestamos fuera.
  
Sin duda, por falta de Visión y de Conciencia de Paz Interior.
  
La revolución actual solo deberá ser Interior… y en la propia conciencia del hombre individual para después acceder a un orden social.
  
Si los pueblos del mundo no cambian desde el individuo, sino nos transformamos, seguiremos obteniendo más de lo mismo. cultura de guerra.
  
¿Es esto lo que deseamos entonces?
  
El inicio de la Conciencia de Paz comienza con la aplicación conciente de la NO VIOLENCIA en nuestra vida cotidiana.
  
La práctica de la NO VIOLENCIA conlleva a la Conciencia de Paz Interior.
  
Existe un profundo desconocimiento de nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza interior, sin este conocimiento de nosotros mismos, no podremos jamás experimentar la tan ansiada Paz Interior, por lo tanto nos será imposible forjar una verdadera Conciencia de Paz.
  
Es importante aclarar que todos los esfuerzos son loables e importantes en el campo de la actividad social, mientras colaboren de una u otra forma con Buena Voluntad a la Cultura de Paz, ya que estos deben ser reconocidos, valorados y multiplicados, pero en todos los casos finalmente todos los esfuerzos deberían estar orientados a la toma de Conciencia de nuestra propia Paz Interior.
  
Preguntémonos y observemos estas siguientes respuestas:
  
¿Creemos como individuo que la Paz es posible en el Mundo?
  
Si creemos que es posible, la paz es posible… Si creemos que no es posible, la paz no será posible.
  
¿Podríamos creer que la Paz es posible sin un mínimo de Conciencia de Paz Interior?
  
No...
  
¿Puede haber Paz en el Mundo sin haber primeramente Paz en nuestro Propio Interior?
  
NO… ¿No es así?
  
¿Podría existir una Cultura de Paz sin Paz Interior?
  
Es bien claro que no… por lo tanto sin Conciencia de Paz Interior no habrá nunca Cultura de Paz. Es ridículo pensar en instaurar una Cultura de Paz, si carecemos de Conciencia de Paz Interior, ya que no sería una verdadera Cultura de Paz.
  
¿Podría existir una Conciencia de Paz Interior, si no nos conocemos, si somos desconocidos de nosotros mismos?
  
No, verdad...
  
¿Podría existir Paz en el Mundo, sin haber previamente Paz Interior en cada individuo?
  
Recordemos siempre que sin Conciencia de Paz Interior, no puede haber Conciencia de Paz.
  
Conciencia de Paz es Conciencia de Paz Interior.
  
¿Cómo podemos pretender Paz en el Mundo sin una Educación para la Paz Interior en el Individuo?
  
Ridículo, no es así…
  
¿Cómo concientizar a los Líderes y Gobiernos del Mundo de la importancia de la Conciencia de Paz Interior en las Mentes y en los Corazones de los Hombres?
  
Únicamente siendo nosotros mismos ejemplos vivientes de Conciencia de Paz Interior…
  
¿Por qué no existe la Educación para la Paz Interior como eje matriz transversal indispensable en nuestra Educación actual, aplicado en todas las actividades dentro del campo social, si casi todos los gobiernos del mundo toman la Paz como primer objetivo social?
  
Esto denota claramente ausencia de Conciencia de Paz Social e Individual.
  
¿Qué es lo único que puede garantizar la Paz en el Mundo?
  
Una Sociedad Despierta e Iluminada en la Conciencia de Paz Interior.
  
¿Cómo podremos desarrollar una Conciencia de Paz Interior en nuestra Sociedad?
  
Forjando la conciencia del individuo previamente mediante la auto-observación interior y su consecuente transformación personal. A esto denominaríamos la base de la Educación para la Paz Interior.
  
La Educación para la Paz Interior, especialmente debería verse establecida en todas las actividades directivas dentro del campo social, que deberán responder a estos principios y valores, ya que para poder obtener un País en Paz necesitamos individuos Concientes de su propia Paz Interior, principalmente nuestros llamados representantes.
  
Solo en esta forma podremos consolidar bases sólidas y sustentables para poder acercarnos a una verdadera sociedad pacifica.
  
¿Cuánto evolucionaría nuestra sociedad si decidiera impulsar en nuestros directivos una autentica Conciencia de Paz Interior?
  
Para una sociedad sana, una sociedad pacifica.
  
¿Parecería esto una utopía social?
  
Si al menos no comenzamos hoy con nosotros mismos y con las nuevas generaciones, no existirán entonces futuras generaciones.
  
¿Cómo forjar una sociedad pacifica?
  
Partiendo del propio individuo.
  
Finalmente la Conciencia de Paz Interior es el sendero directo que nos conducirá a la tan necesaria Armonía con las Fuerzas de la Naturaleza, y al estar en armonía con ellas, lo estaremos también con todo el Cosmos, con la Creación, con nuestro Padre Creador.
  
por el Prof. Marcelo G. Martorelli


LA  VIDA ES SINONIMO DE  BIENESTAR..

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Recopilamos algunos consejos médicos, estéticos y filosóficos que subrayan los beneficios de mantener las cosas simples.
Uno de los grandes malentendidos sobre la espiritualidad moderna es que para conseguirla se requieren muchas cosas: lecturas, prácticas, alimentos, ejercicios, íconos, viajes, grupos y técnicas. Pero quizás habría que plantearse que uno no crece hacia lo espiritual; se encoje hacia lo espiritual. En otras palabras, el espíritu siempre está allí y al quitarle atavíos asoma su lustro. Ya lo decía Angelus Silesius de la manera más comedida: “La rosa, sin más, florece porque florece”.
Pero quizás es más sencillo entenderlo en términos médicos. Los doctores, como afirma el médico John Schumann, no pueden explicar la mayoría de los síntomas, al menos al nivel de detalle que a todos nos gustaría. “A pesar de la ciencia y la tecnología en medicina”, dice Schumann, “lo que hacemos los doctores se trata más de adivinaciones educadas… Pero la prevención es diferente”.
La prevención de enfermedades –y valga obviar que el cuerpo no es un ente separado del espíritu– es algo de lo que la medicina sabe mucho. Hay un enorme cuerpo de investigación epidemiológica que afirma que, para estar sano, sólo hay que seguir una serie de pasos. Schumann se arriesga a enlistar los siguientes:
-Dormir suficiente.
-Mover el cuerpo a lo largo del día.
-Comer bien: una sana variedad de alimentos, en su mayoría plantas, y no demasiado.
-Interactuar socialmente. El aislamiento no es bueno para el cuerpo o la mente.
-Tomarse tiempo para reflexionar en lo que uno agradece.
No se requiere demasiado para notar que lo que Schumann recomienda, desde su papel de médico, es lo mismo que nos han dicho las mejores mentes de todos los tiempos, las filosofías orientales o inclusive la neurociencia. Por otra parte, sin embargo, sí se requiere mucho para alcanzar la simplicidad. La complejidad se vende más fácil. Tenemos además la costumbre intelectual de pensar que la sofisticación reside en el grado de complejidad de algo. Pero en el universo japonés, por ejemplo, que a nadie le pide sensatez o elegancia, se cree que lo simple acentúa el lado interior de las cosas: el refinamiento es simplicidad; la simplicidad, comunión con la naturaleza.

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Así, el tejido de que están hechos los grandes consejos de los sabios es simplemente la ley primitiva de la vida. Saber escuchar un árbol sin querer ser el árbol, saber que mirar por la ventana es un acto fundamental del espíritu, saber “llamar al pan pan y que aparezca sobre el mantel el pan de cada día”. Ante cualquier encrucijada mental, emocional o médica, baste encoger el alcance de nuestra vida. Baste dormir, beber, caminar, bailar y agradecer al final del día.
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La Depresión y El Sufrimiento Emocional



La depresión y el sufrimiento emocional
El dolor mental, el dolor físico  y el sufrimiento emocional se manifiestan de diferentes maneras, una de ellas es  la depresión, que parece ser la enfermedad  mas común en estos  tiempos en que vivimos  Otra, es el padecimiento causado por las memorias de sufrimientos que se han  ido implantando en nuestra vida y que nos ha impedido disfrutarla de una forma placentera y feliz.

En nuestro planeta hay miles de almas que  padecen estos síntomas,  sufren y los sobrellevan, ocultándolos  y apareciendo como una “depresión encubierta” exteriorizándose  como dolores físicos producidos por las historias de dolor emocional en la infancia, que no han sido debidamente procesadas. Pero nos encontramos siempre que hay un denominador común en todas ellas “el  cuerpo del dolor” esa entidad es la que lo delata. Sin ir más lejos, un  resfriado, una hipertensión, un dolor de cabeza, un problema físico, enfermedades comunes e  incluso graves  etc., son señales que incitan a visitar las consultas médicas para aliviar estos desajustes del cuerpo-alma, cuando generalmente  están producidas  por una caída de energía vital, cuyo  origen es la depresión, el sufrimiento emocional o ambas a la vez.

sufrimiento emocional

¿Pero qué es la depresión y el sufrimiento emocional?

La depresión se puede describir como la  sensación de sentirse  triste, nostálgico, apesadumbrado, infeliz, o derrumbado. Estos estados anímicos los sentimos todos alguna vez pero por periodos cortos y en ocasiones parece  haber una buena razón para sentirnos así. La pérdida del trabajo laboral, la ruptura de la pareja, la muerte de un ser querido, la muerte de la mascota, las necesidades  económicas, las relaciones, etc. Estos síntomas son más o menos lógicos para creer que estamos actuando así, una vez  que estos motivos  hayan aparecido en nuestra vida. Pero si esas señales siguen interfiriendo  en nuestra subsistencia diaria y tenemos la desagradable sensación de que estamos  poseídos por ellas, es que detrás de ese velo  se esconde una depresión, una depresión encubierta  o un sufrimiento emocional.

La persona con depresión esta atrapada en su psiquis y en su voluntad. Los síntomas pueden permanecer  semanas, meses, incluso años. Las personas con un episodio depresivo mayor, a menudo se presentan con un llanto, irritabilidad, tristeza, ansiedad, fobias, quejas de dolor, angustia, problemas en las relaciones personales o problemas de actividad sexual.

Desgraciadamente, cuando una persona empieza a padecer esos síntomas no toma el peso a su estado espiritual y la tendencia es a abandonarse por su falta de voluntad a vivir estos sucesos, lo que agrava enormemente su situación. Una vez pasado un tiempo, si tiene el deseo de salir de esa etapa, su conducta  le lleva a visitar a un profesional para que le cure su enfermedad. ¿Pero que ocurre? En la mayoría de los casos el profesional ve al paciente a través de un historial clínico y comienza a recetarle  antidepresivos como los SSRI, inhibidores de la recaptación de la serotonina, en definitiva otro  inhibidor de la conciencia,  convirtiéndola en una verdadero zombi. Afortunadamente, no todos los profesionales se deciden por este tipo de tratamiento,  hay grandes  expertos en  enfermedades  del alma que van directamente a la raíz del problema  que la persona  padece, tratándola  como un ser unificado donde todo es uno  en cuerpo alma y espíritu. 

¿Pero qué es el dolor emocional?

Los seres humanos estamos diseñados de tal manera que podemos transformar muchísimo dolor y  acumularlo, lo cual va en contra de nuestro diseño original    y se nos condena a vivir de una manera muy limitada y condicionada por el sufrimiento. El sufrimiento siempre es generado por nuestra resistencia inconsciente al dolor real, pero el dolor real no requiere sufrimiento. Cuando hablamos de dolor, nos referimos al  concepto amplio de dolor, definido como un encogimiento de energía. Podemos experimentar dolor en diferentes niveles: físico, emocional o espiritual. De hecho, cuando escuchamos la palabra dolor, a menudo pensamos en manifestaciones agudas, físicas o emocionales. El dolor también puede ser descrito como incomodidad, tensión, estrés o ser percibido como algo inoportuno o “fuera de lugar”. Dolor es cualquier cosa que nos impida conectar con nosotros mismos.  Cuando hay dolor real, lo más importante es reconocerlo, hablar con él  y sentirlo en toda su dimensión.

El dolor emocional, ese morador  dentro  nuestra alma, impide que la energía Chi quede libre, fluya y circule,  creando unidades o nódulos de energía estancada,  que imposibilitan el movimiento de esa fuerza vital que existe en nuestro cuerpo. Cuando  se produce algún evento y se conecta con estos bloqueos se activan y afectan  a todo nuestro ser, incluidas las  células, los órganos y  la mente,  revelándose comosufrimiento emocional,  somatizando esas angustias y creando el “cuerpo del dolor”.
 Depresión encubierta

¿Pero qué es el cuerpo del dolor?

Desde nuestro nacimiento y a lo largo de nuestra vida estamos  sintiendo emociones negativas, pequeños o grandes traumas,  estos fragmentos de energía  electromagnética  se va acumulando a lo largo de nuestro cuerpo y se va almacenando creando estancamientos, hasta generar una disfunción celular y corporal.

 Cuando hay dolores no resueltos, se crea obstrucción de energía en algún lugar del campo electromagnético humano e impide el libre flujo de nuestra fuerza vital. Estas capas de energía estancada,  se acumulan como memorias y depositándose en diferentes partes de nuestro cuerpo como la  cabeza, el cuello, el corazón, los brazos las piernas, el abdomen, las caderas, el esternón los muslos, y el  sistema nervioso central, etc. 

Sabemos por experiencia que el dolor  no es algo agradable y  tampoco deberíamos esperar que lo fuera, aunque hay personas que son adictas al dolor dificultando su sanación. Pero si al dolor y sufrimiento le vamos dando espacio  y comenzamos a sentirlo como una señal de aviso de sobrecarga del sistema, tanto físico como emocional, le facilitamos la posibilidad a esa energía  que entre en movimiento, circule y se transforme en lo que queremos. Por el contrario,  la reacción a negarnos a resentirlo,  no hacemos más que reforzarlo y cuyo final es almacenarlo en forma de memorias en nuestro cuerpo. En definitiva, ignorar el dolor o alejar nuestra atención de él, sólo hace que se perpetúe.

Así como creamos “el cuerpo del dolor” también creamos  “el cuerpo del dolor emocional”.  El  “cuerpo del dolor emocional” está en la sombra,  significa que no podemos verle y creemos  que no lo poseemos, pero permanece oculto y al acecho la mayoría del tiempo. De esa manera, se manifiesta en las personas como una emoción las cuales son profundamente infelices. Sin embargo, ese “cuerpo del dolor emocional” puede estar activado  todo el tiempo en nosotros sin darnos cuenta.

Ese sufrimiento, también se va acumulando en nuestras células. Cada célula es una unidad de nuestro cuerpo que puede guardar las memorias adquiridas a partir nuestra gestación. Estas memorias informan e impregnan todo nuestro ser.  Almacenadas a nivel celular,  en esas memorias  están todos los patrones conscientes e inconscientes, transgeneracionales y otras memorias  que fueron creadas por nuestras conductas erróneas y a partir de entonces,  no nos hemos permitido  sentirnos plenos y en paz con nosotros mismos ni con nuestra alma.

En estos momentos  no podemos ignorar la innata  sabiduría natural del cuerpo, en el que hay miles de millones de células preparadas para reparar o reemplazar tejidos y órganos dañados. Sin embargo, la actividad y el destino de estas células regenerativas, están sometidas a la sensibilidad, al dolor que se altera por el entorno y el estilo de vida de cada persona a lo largo de toda su existencia.

Eso significa  que nuestras células están siendo profundamente influenciadas por nuestros pensamientos y percepciones del entorno. Así, por ejemplo, nuestras creencias acerca de la vejez y la muerte, pueden mejorar el funcionamiento de nuestras células indiferenciadas o interferir en ellas, causando la regeneración o declinación de nuestra fisiología”.

Por consiguiente, cuando uno empieza a saber cómo transformar el dolor, lo que era una carga muy pesada  de sufrimiento, empieza a convertirse en un regalo de la Naturaleza y de  Dios. El dolor físico, la tristeza, la irritación, la ira y el temor, se transforman en oportunidades para  sanarnos y acceder a nuestro potencial verdadero. Esto nos da la posibilidad de despertar a un concepto más amplio y más profundo de nuestro Ser interior. Ése es el núcleo esencial de  nuestra alma de Luz. Los resultados individuales de este proceso son tan sorprendentes,  que a pesar de que se trata de una práctica muy sencilla y fácil de llevar a cabo, os puedo asegurar honestamente que, después que ocurre este despertar, la vida ya no vuelve  a ser la misma.

AUTOR: Mario Martínez, colaborador de la gran familia hermandadblanca.org

sábado, 27 de febrero de 2016

¿CÓMO HAY QUE HACER PARA SANAR?



























A menudo, solemos quedarnos "bloqueados" y sin saber qué hacer cuando se trata de sanar emociones, traumas, miedos, etc... Entonces buscamos ayuda y probamos mil y una terapias.
Las terapias van muy bien, pero si éstas no consiguen que logremos sanar aquello que está en nuestro subconsciente y que debemos sanar, va a seguir ahí (en el subconsciente) y en un momento dado, aflorará a la superficie en forma de síntomas o enfermedad.

Sanar no es fácil, pero tampoco es difícil... se requiere de paciencia, constancia y mucha auto-observación.

La misma vida, nos está reflejando constantemente, todo aquello que ya hay en nuestro interior (en nuestro subconsciente).
Cuando algo no nos gusta de otra persona, o nos molesta o nos causa malestar (irritación, enojo, ira, odio, etc...) no es la otra persona quien nos lo está causando, sino que somos nosotros mismos que vemos reflejado en la otra persona aquello que debemos sanar.
Vemos en la otra persona algo que no nos gusta, y automáticamente nos sentimos mal.
Cuando estás con alguien y esa persona te hace sentir mal, observa qué es lo que realmente sientes... también observa qué es lo que no te gusta de la otra persona... y observa cómo reaccionas con esa persona...
Te darás cuenta de que si no te gusta algo de esa persona, la rechazas, te sientes incómodo cuando estás con esa persona, o simplemente evitas estar con ella.


Cuando haces esto, no eres consciente de que esa persona te está reflejando algo que está en ti, en lo más profundo de tu subconsciente, de lo cual no te has dado cuenta, y por tanto, niegas eso... lo rechazas... no lo quieres aceptar y te alejas de esa persona... dejando atrás una oportunidad de poder sanar.

Sanar es más fácil de lo que solemos pensar...

Debemos prestar atención a esas emociones negativas que "nos causan los demás"... ver qué es lo que no nos gusta de ellos y ser conscientes de que ellos no tienen "la culpa", sino que son un espejo de nosotros mismos para ayudarnos a tomar consciencia de aquello que está escondido en nuestro subconsciente y que no hemos sanado.
Por tanto, cada vez que alguien te haga sentir mal, incómodo, irritado, molesto, enojado, etc... REVISA TU INTERIOR.
pregúntate "¿Qué es lo que hay en mi que me causa malestar?".

Eso mismo que ves en la otra persona, y que no te gusta, es lo que tienes que "trabajar" para sanar.

Por ejemplo, si no me gusta ver a alguien enojado, voy a "trabajar" la paciencia.
Si no me gusta ver a alguien egoísta, voy a "trabajar" la generosidad.
Si no me gusta ver a alguien lleno de ira, voy a "trabajar" la tolerancia.
Si no me gusta ver a alguien que no respeta, voy a "trabajar" la amabilidad y el respeto hacia los demás.

También es importante observar nuestro cuerpo físico. Cuando hay algún síntoma, nos está avisando de que hay algo en nuestro subconsciente que debe ser sanado.
La salud es nuestro estado natural. Cuando estamos en equilibrio, gozamos de buena salud. Pero cuando hay un desequilibrio, ya sea emocional, energético o mental, entonces nuestro cuerpo físico nos avisa.
Practicar meditación y técnicas de relajación y armonización como el yoga, el tai chi, etc.. nos ayuda a lograr equilibrio.

Así pues, vamos a dejar de ver faltas en los demás y culparlos por sus "errores", y empezamos a darnos cuenta de que ellos son nuestros maestros, que nos están reflejando algo que debemos "trabajar" en nosotros.
Demos gracias a la vida y al Universo por darnos la oportunidad de encontrarnos con esas personas, que nos hacen de espejo y nos ayudan a limpiar, sanar y poder evolucionar.
También demos gracias a nuestro cuerpo físico que nos avisa en forma de síntoma o enfermedad, cuando hay un desequilibrio energético, mental o emocional.
Busquemos siempre el equilibrio, evitando los extremos y manteniéndonos en el camino medio.
Y esto se logra con auto-observación, meditación, técnicas de relajación, respiración y siendo conscientes para no perdernos en la mente. Vivamos desapegados del "yo".

ESTOY HARTO DE LA EXCUSA DEL KARMA





Por  FRANCISCO DE SALES...



Karma es una palabra sánscrita que significa “acción”. Se interpreta como una Ley Cósmica de Retribución, una especie de Causa y Efecto, que se refiere a que si en otra encarnación hiciste algo negativo ahora tienes que “pagarlo”. Según algunas religiones, es una energía trascendente que se deriva de los actos de las personas. Más o menos, “el que la hace, la paga”. Cuando uno hace algo tiene que asumir las consecuencias derivadas. El Dharma, por el contrario, sería lo bueno que se recibe como recompensa por lo bueno que se hizo en otra reencarnación.

El Karma tiene sentido para quienes creen estas dos cosas: que las reencarnaciones existen, y que hay “algo” o “alguien” que lleva las cuentas de lo que uno va haciendo en cada una de ellas para reclamarle la pena correspondiente por lo que hizo mal, o premiarle por lo que hizo bien.

En mi opinión, hay muchísimas personas que desde que descubren la palabra KARMA y su significado aproximado –porque no siempre están bien informadas de lo que realmente es- lo utilizan como excusa para justificar lo que es injustificable.

Hay quienes no se responsabilizan de que su situación actual es el resultado de las decisiones que tomaron, o de las que no quisieron tomar, y en vez de hacer un acto de conciencia en el que lo asuman, sin más, sin dramas, por el solo hecho de ser humanos y poder equivocarse, buscan un culpable externo que les libere de la culpa, y el Karma les viene de maravilla, porque de ese modo se justifican ante los otros y se auto-engaña diciendo que no es culpa suya, que no depende de ellos, que es por algo que habrán hecho en otra vida, lo cual no les responsabiliza directamente, ya que no tiene que responder de lo que pasó en otra vida. 

Eso sí, en cuanto tienen ocasión se quejan del Karma y de la mala vida que les está dando. Porque del Dharma nadie se queja. Si a uno le suceden cosas desagradables en esta vida y empieza a pensar que son el pago del Karma por lo malo que hizo en reencarnaciones anteriores, al dolor que le causa su situación actual va a añadir el dolor que le causa pensar que en alguna reencarnación anterior fue malo malísimo y por eso en este vida le pasa lo que le pasa. Si uno ya está mal por el ahora… pues más leña al fuego añadiendo el pasado. Y esta es la visión opuesta de los que no se quieren responsabilizar por lo que hicieron en otra vida.

Para otros, los que no son dados a buscar el por qué, el para qué, y el origen de las cosas y la verdad que hay en ellas, es la excusa perfecta para des-responsabilizarse de su presente: “Haga lo que haga va a salirme mal porque en esta vida sólo he venido a penar”. Dirán algo parecido a “Ay, Dios mío!, ¿Qué habré hecho yo en otra vida para merecer esto?”, y se quedarán sufriendo pero sin hacerse cargo de su propia responsabilidad y sin intentar remediar su situación.

Y así, acabamos llamando destino, o Karma, a lo que limita nuestro poder, y al freno que ponemos para atrevernos a hacer lo que sabemos que tenemos que hacer porque es lo que deseamos.

Personalmente, estoy más a favor de una especie de Ley de Causa-Efecto, que viene a ser parecido –el que la hace la paga, más o menos- pero la paga ahora, que es cuando lo ha hecho, porque a mí no me hace gracia que vengan ahora a cobrarme una factura atrasada. Entiendo y acepto que de las decisiones y actos se deriven unos resultados, pero en ese caso soy más partidario de que quien hace algo mal lo expíe ahora, ya que es ahora también cuando puede sacar el aprendizaje correspondiente, y no dejándolo aplazado para la siguiente reencarnación, porque igual las reencarnaciones no existen y porque, además, para entonces uno no sabe el por qué y se queda sin aprovechar la lección. 

Prefiero ocuparme de esta vida y no preocuparme por las pasadas o las futuras que, insisto, a día de hoy nadie me puede garantizar que existieron o existirán.

Y no me  van a convencer con argumentos y explicaciones. Yo mismo tengo bastantes razones para convencer de que sí existen a quienes sean incrédulos, y más que suficientes razones para convencer de que no existen a quienes opinen que sí. Son sólo razones. Palabras y juegos de palabras. Argumentos expresados con unas palabras seleccionadas. Ninguna garantía irrefutable.

La Ley de Causa-Efecto, que sí me convence, me habla más de Aquí y Ahora. Estoy de acuerdo. Cada acto conlleva un resultado. Yo soy responsable de todos mis actos. Yo debe hacerme cargo de los resultados de mis acciones o inacciones.

Y así lo haré. 

En cuanto al Karma… quien crea en ello tiene todo mi respeto y nada le reprocharé. Que actúe de acuerdo con sus creencias. Yo me refiero en este escrito a quienes lo usan como un descargo de sus responsabilidades.

Uno de los mayores pecados y de los más difícilmente perdonables que uno puede cometer es el autoengaño.


Te dejo con tus reflexiones…

jueves, 25 de febrero de 2016

Herencia de una madre a su hija, en torno a la Prosperidad:






























Querida hija,
hace mucho que deseaba decir estas palabras para ti.
Aquí y ahora estás en un momento privilegiado para ti como mujer, aquí y ahora puedes conocer la VERDAD acerca del dinero y la prosperidad. Esa verdad que yo pude conocer de joven.
Yo tuve que trabajar mucho y muy duro para obtener poco dinero, siempre creí que necesitaba sacrificarme, sacrificar mi tiempo contigo, con una pareja y una vida bella si en verdad, deseaba obtener ingresos para el sustento básico.

Yo tuve que esclavizarme años: la libertad de mis veinte, el riesgo de mis treinta, la madurez de mis cuarenta y la sabiduría de mis cincuenta... todo lo entregué a un empleo que más bien aceptaba por la paga.
¡Ahora es tan distinto! ¡Y agradezco a la vida que me permita decírtelo así!
Trabaja en lo que más te guste, en lo que sea tu pasión... ¿Las flores, la jardinería, como chef, como empresaria, en tu propia marca personal, en tus servicios? No importa cuál es tu pasión. Hoy sé que es posible crear abundancia a partir de lo que se ama.

Nunca aceptes una rutina que te quiebre. Hoy puedes elegir invertir y optar por la belleza en tu vida. Un ramo de flores en tu mesa de trabajo. Un bello jarrón a la entrada de tu casa. Un juego de velas que armonicen tus espacios.
¡El dinero, el amor y la familia SÍ pueden ir de la mano! Si puedes tener mucho dinero, todo el amor posible y una hermosa familia - si así deseas - y todo puede fluir e ir en armonía si haces lo que dicta tu corazón.


Por eso nunca digas a tus hijos o tu esposo que lo sacrificas todo por llevar sustento a tu hogar. Porque no necesitas sacrificar nada, mucho menos cuando lo que haces lo haces desde el amor y la pasión.
Sé impecable con tus palabras, con tus actos, con tus deseos y el Universo pondrá en tus manos lo que necesitas. Sábete grande, inmensa, poderosa. Bendice tu camino con tus palabras, has de tus actos hábitos y sigue a los deseos de tu corazón para llegar hasta donde quieras llegar en tus términos, sin importar lo que otros esperen de ti. Aprende a serte fiel a ti misma.

Y finalmente, hija, sólo abre tus brazos a la Prosperidad del Universo, sin culpas, sabiéndote merecedora, por que tú eres el Universo también y cada parte de ti lo sabe. Ya no tienes nada que sufrir, las mujeres de todos los tiempos lo hemos hecho lo suficiente para descubrir lo que aquí y ahora ES TU HERENCIA y la herencia de todas las de tu generación.

Vive, sonríe, agradece, disfruta y comparte.
¡Estos tiempos tuyos son tiempos distintos!

Tu Madre,
ahora más sabia, más empoderada y quien tras años de servicio descubrió que lo más preciado es ser fiel a una misma.

www.formarse.com....

Amarse uno mismo -Louise L. Hay




COL
“Cuando uno perdona y libera no sólo se quita de encima una enorme y pesada carga sino que además abre la puerta hacia el amor a sí mismo”.
¿Cómo amarse?
Examinemos algunas formas de amarnos a nosotros mismos que pueden resultar útiles para aquellos de nosotros que ya llevan algún tiempo trabajando en ello, y también para las personas que acaban de comenzar. Yo los llamo mis Diez Pasos. Amarse a uno mismo es una aventura maravillosa; es como aprender a volar. ¿Te imaginas que todos tuviéramos el poder de volar a voluntad? ¡Sería fantástico! Empecemos a amarnos ahora mismo.
Diez maneras de amarnos:
1. Dejemos de criticarnos
Este es quizá el punto más importante. Si nos decimos a nosotros mismos que, pase lo que pase, estamos bien y valemos, podemos cambiar con facilidad nuestra vida. Pero si nos decimos que estamos mal, nos resultará enormemente difícil lograrlo. 
Todos cambiamos, todos. Cada día es un nuevo día y hacemos las cosas de manera algo diferente a como las hicimos el día anterior. Nuestra capacidad para adaptarnos y avanzar con el proceso de la vida es nuestro poder.Las personas que proceden de hogares problemáticos suelen tener un sentido de la responsabilidad exagerado y han adquirido la costumbre de juzgarse sin piedad.

 Crecieron en medio de la tensión y la angustia El mensaje que recibieron cuando eran niños les hace pensar: «Seguro que algo no funciona bien en mí». Piensa por un momento en las palabras que empleas cuando te regañas. Las más comunes son: estúpido, chico malo, chica mala, inútil, descuidado, feo, bobo, indigno, perezoso, desaseado, etc. ¿Son éstas las mismas palabras que empleas para describirte?. 
Tenemos una gran necesidad de fortalecer nuestra propia valía y mérito, porque cuando pensamos que no valemos lo suficiente encontramos la manera de ser siempre desgraciados. Nos creamos enfermedades y dolor, aplazamos cosas que nos beneficiarían, maltratamos nuestro cuerpo con comidas dañinas, con alcohol y otras drogas.
2. Dejemos de asustarnos
Muchos de nosotros nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ellos hacer las situaciones peores de lo que son. Cogemos un pequeño problema y lo transformamos en un monstruo gigantesco. Es una forma terrible de vivir, siempre a la espera de que ocurra lo peor en nuestra vida. ¿Cuántos de vosotros os vais a la cama por la noche imaginándoos el peor de los guiones posibles para un problema? Eso es lo mismo que hace un niño pequeño cuando se imagina que hay monstruos debajo de la cama y se asusta por ello. Si haces esto, no es raro entonces que no puedas dormir. 

Cuando eras pequeño necesitabas que tu madre o tu padre vinieran a tranquilizarte. Ahora que eres adulto sabes que tienes la capacidad de tranquilizarte a ti mismo.También ocurre a menudo en las relaciones. Alguien no te llama por teléfono e inmediatamente supones que no eres digno de amor y decides que jamás vas a volver a embarcarte en otra relación. 

Te sientes abandonado y rechazado. Lo mismo sucede con el trabajo. Alguien te hace un comentario y comienzas a pensar que te van a despedir. Construyes estos paralizantes pensamientos en tu mente. Recuerda que los pensamientos de temor son afirmaciones negativas. Si habitualmente repasas en tu mente situaciones o pensamientos negativos, busca la imagen de algo con lo que verdaderamente te gustaría reemplazarlos. 

Podría ser un hermoso paisaje, una puesta de sol, flores, algún deporte, o cualquier cosa que te guste. Utiliza esa imagen como un «interruptor» cada vez que te des cuenta de que tienes pensamientos de miedo.Di: «No, ya no voy a pensar en eso. Voy a pensar en puestas de sol, en rosales, en París, en yates o hermosos saltos de agua», según cual sea tu imagen. Si lo haces así, finalmente superarás la costumbre, aunque es algo que requiere mucha práctica.
3. Seamos amables, cariñosos pacientes con nosotros mismos
Con mucho humor Oren Arnold escribió: «Querido Dios, te ruego que me des paciencia. ¡Y la quiero ahora mismo!». La paciencia es una herramienta muy potente. La mayoría sufrimos de la expectativa de la gratificación inmediata. Queremos que todo suceda enseguida. No tenemos paciencia para esperar nada. Nos irritamos si tenemos que esperar en una cola o si estamos atascados en un embotellamiento. 
Queremos todas las respuestas y todos los bienes ahora mismo, ya. Con muchísima frecuencia hacemos desgraciadas a otras personas con nuestra impaciencia. 
La impaciencia es una resistencia a aprender. Deseamos tener las respuestas sin aprender la lección o sin dar los pasos necesarios.Piensa en tu mente como si fuera un jardín. Para empezar, un jardín es un trozo de tierra. Puede que en él haya muchas zarzas de odio a uno mismo y piedras de desesperación, rabia y preocupación. Hay un viejo árbol llamado miedo que necesita una buena poda o que lo corten. Una vez hayas limpiado bien el terreno y abonado la tierra, siembra algunas semillas de alegría y prosperidad. 
El sol brilla sobre tu jardín, y tú lo riegas, lo abonas y lo cuidas amorosamente. Al principio no se ve que suceda gran cosa. 
Pero tú no te detengas, continúa cuidando tu jardín. Si tienes paciencia, las plantas crecerán y se llenarán de flores. Lo mismo sucede en tu mente: tú seleccionas los pensamientos que vas a cuidar, y si tienes paciencia, verás cómo crecen y contribuyen a crear el jardín de experiencias que deseas.

Todos cometemos errores. Es normal equivocarse cuando se está aprendiendo. Como ya he dicho, son muchas las personas que padecen de perfeccionismo. No se dan ni una sola oportunidad de aprender algo nuevo porque si no lo hacen a la perfección en los tres primeros minutos, ya suponen que no sirven. Cualquier cosa que decidas aprender requiere tiempo. 

Cuando uno comienza a hacer algo que nunca ha hecho, generalmente lo encuentra algo raro. Lo mismo sucede cuando hacemos algo de una forma nueva. 

Puede parecernos diferente e inmediatamente la juzgamos. Sin embargo, con un poco de práctica se nos hace normal y natural, No vamos a amarnos a nosotros mismos totalmente en un solo día, pero podemos amarnos un poco más cada día. Si cada día nos damos un poquitín más de amor, dentro de dos o tres meses habremos progresado bastante en nuestro amor propio. Así pues, las equivocaciones son nuestros peldaños. Son muy valiosas porque son nuestras maestras.

 No te castigues por cometer un error. Si estás dispuesto a utilizarlo para aprender y crecer, entonces te servirá como un peldaño hacia la realización total en tu vida. Algunos llevamos bastante tiempo trabajando en nosotros mismos, y nos preguntamos por qué aún nos siguen reapareciendo problemas. Es necesario que continuemos reforzando lo que sabemos, que no nos resistamos agarrándonos la cabeza y exclamando: « ¿De qué me sirve?». 
Cuando estamos aprendiendo algo nuevo tenemos que ser dulces y cariñosos con nosotros mismos. Recuerda el jardín de que hablábamos hace un momento. Cuando aparezca una mala hierba negativa, arráncala cuanto antes.
4. Aprendamos a ser cariñosos con nuestra mente
No nos odiemos por tener pensamientos negativos. Podemos considerar que estos pensamientos nos «construyen», y no que nos «derriban». No tenemos por qué culparnos por tener experiencias negativas. Podemos aprender de ellas. Ser cariñosos con nosotros mismos quiere decir dejar de culparnos, dejar de sentirnos culpables, acabar con todo castigo y con todo dolor.También puede ayudarnos la relajación, esta es absolutamente esencial para comunicarnos con el Poder interior, porque si uno está tenso y asustado corta, obstruye su energía. Sólo lleva unos pocos minutos al día permitir al cuerpo y a la mente abandonarse y relajarse. En cualquier momento puedes cerrar los ojos, hacer unas cuantas respiraciones profundas y liberar cualquier tensión que lleves contigo. Al espirar, céntrate y di en silencio: «Te quiero. Todo está bien». Verás cómo te sientes mucho más tranquilo. Así te envías mensajes que te dicen que no tienes por qué ir por la vida continuamente tenso y asustado.Meditación diaria. 

También recomiendo acallar la mente y escuchar la propia sabiduría interior. Nuestra sociedad ha hecho de la meditación algo misterioso y difícil; no obstante, es uno de los procesos más antiguos y sencillos que existen. 
Lo único que necesitamos hacer es relajarnos y repetir en silencio palabras tales como «amor» o «paz», u otra que tenga sentido para nosotros. «Om» es un sonido muy antiguo que empleo en mis talleres y da muy buen resultado. Incluso podemos repetir: «Me amo», o «Me perdono», o «Soy perdonado». Después, escuchemos un momento. 

Hay quien cree que para meditar es preciso hacer que la mente deje de pensar. En realidad, no podemos detener la mente, pero sí podemos hacer más lentos nuestros pensamientos y dejar que fluyan. Se puede meditar en cualquier sitio y convertir la meditación en un hábito. Considérala como una manera de concentrarte en tu Poder Superior, de comunicarte contigo mismo y con tu sabiduría interior.
Visualizar resultados optimistas. Es muy importante también la visualización y hay muchas técnicas para llevarla a cabo. Mediante la visualización creas imágenes nítidas y positivas que refuerzan tus afirmaciones. Lo importante a tener en cuenta respecto a las visualizaciones es que deben ser compatibles con el tipo de persona que eres. De lo contrario, no funcionarán.
5. Elogiémonos
La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu Poder, reconoce a tu yo Dios. Todos somos expresiones de la Inteligencia Infinita. Cuando te desprecias, desprecias al Poder que te ha creado. Empieza por cosas pequeñas. Di a ti mismo que eres una persona maravillosa. Si lo haces una vez y dejas de hacerlo, no funciona. Continúa, aunque sea un minuto cada vez. Créeme, a medida que lo vas haciendo resulta más fácil. 

La próxima vez que hagas algo nuevo o diferente, o algo que comienzas a aprender y no sabes muy bien cómo hacerlo, proporciónate aliento y apoyo. Permítete aceptar lo bueno tanto si crees que te lo mereces como si no. Ya hemos hablado de cómo la creencia de que no somos merecedores es nuestra resistencia a aceptar el bien en nuestra vida. Eso es lo que nos impide tener lo que deseamos. ¿Cómo vamos a decir nada bueno de nosotros si creemos que no nos merecemos lo bueno?.
6. Amarnos significa apoyarnos
Acude a tus amigos y permíteles que te echen una mano. En realidad, es una muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se la necesita. Son demasiadas las personas que han aprendido a ser autosuficientes. No pueden pedir ayuda porque su ego se lo prohíbe. En lugar de intentar hacerlo todo solo y enfadarte porque no lo consigues, la próxima vez pide ayuda.En todas las ciudades hay grupos de apoyo.

 Existen programas de 12 Pasos casi para todos los problemas. Además, en algunas áreas hay Círculos Curativos y organizaciones afiliadas a iglesias. Si no logras encontrar lo que deseas, puedes iniciar tu propio grupo. No es tan difícil como podría parecer. Reúne a dos o tres amigos que tengan los mismos problemas y establece unas pocas líneas directrices a seguir. Si lo haces con el amor de tu corazón, el grupo crecerá. La gente se sentirá atraída como por un imán. 

No te preocupes si el grupo empieza a crecer y el lugar de reunión se hace demasiado pequeño. El Universo siempre provee. Todos podemos estar de verdad presentes los unos para los Otros.Los grupos de apoyo se han convertido en una nueva entidad social y son instrumentos muy efectivos para esta compleja época. Cuando las personas trabajan juntas en un objetivo común, acuden con su dolor, su confusión, su rabia o lo que sea, y se unen, no para quejarse y gemir, sino para encontrar la forma de superar sus problemas, para elevarse por encima de ellos y crecer.
7. Amemos nuestros rasgos negativos
Todos ellos forman parte de nuestra creación, del mismo modo que todos nosotros formamos parte de la creación de Dios. La Inteligencia que nos ha creado no nos odia porque cometamos errores o porque nos enfademos con nuestros hijos. Esta Inteligencia sabe que hacemos lo mejor que sabemos y nos ama porque todos somos sus creaciones; de igual modo podemos amarnos nosotros. 

Vosotros y yo, todos hemos hecho elecciones negativas, y si continuamos castigándonos por ellas, se convertirán en pautas habituales y nos resultará muy agotador dejarlas marchar y hacer elecciones más positivas.Si te pasas la vida diciendo: «Odio mi trabajo. Odio mi casa. Odio mi enfermedad. Odio esta relación. Odio esto, odio aquello…», muy pocas cosas buenas podrán entrar en tu vida. 

Sea cual fuere la situación negativa en que te encuentres, está ahí por algún motivo; de otra forma, no le hubieras permitido entrar en tu vida. El doctor John Harrison, autor del libro Love your disease [Ame su enfermedad] dice que jamás hay que condenar a nadie por haber sido operado muchas veces o por tener diversas enfermedades. 

Es necesario que entendamos que sea cual sea el problema que tengamos, nosotros contribuimos a crearlo con el fin de manejar ciertas situaciones. Una vez comprendido esto, podemos encontrar formas positivas de satisfacer nuestras necesidades. Sean cuales fueren nuestras pautas negativas, podemos aprender a satisfacer esas necesidades de forma más positiva. Por eso es tan importante hacerse la pregunta:« ¿Qué beneficio saco de esta experiencia? ¿Qué hay de positivo en ella?». No suele gustar responder a esa pregunta. Pero si realmente miramos en nuestro interior y somos honestos con nosotros mismos, encontraremos la respuesta.
8. Cuidemos nuestro cuerpo
Considera tu cuerpo como una maravillosa casa en la que vives durante un tiempo. Amas y cuidas tu casa, ¿verdad? Así pues, vigila lo que metes dentro de tu cuerpo. El abuso del alcohol y otras drogas está muy extendido; son métodos de escape populares. 

Si te drogas, eso no quiere decir que seas una mala persona, sino que no has encontrado una forma más positiva de satisfacer tus necesidades.Las drogas nos tientan: «Ven, juega conmigo y lo pasaremos muy bien». Es verdad.

 Pueden hacernos sentir maravillosamente. Sin embargo, nos alteran demasiado la realidad, y aunque al principio no se note, el precio es terrible al final. Después de ingerir drogas durante un tiempo, la salud se resiente tremendamente y la persona se siente mal. Las drogas perjudican el sistema inmunitario, lo cual puede conducir a numerosos trastornos físicos.

 Además, después de un repetido uso, se desarrolla la adicción, y entonces uno se pregunta por qué comenzó a tomar drogas. La presión de los compañeros o amigos puede que te haya obligado al comienzo, pero el uso repetido y continuado es otra historia. Busca alguna forma de hacer ejercicio que te guste, que te resulte agradable. Adopta una actitud mental positiva hacia el tipo de ejercicio que realizas. 
Muchas veces nos creamos obstáculos en el cuerpo principalmente como consecuencia de lo que asimilamos de otras personas. Aquí también, si quieres hacer cambios, es necesario que te perdones y dejes de introducir rabia y rencor en el cuerpo. La combinación de las afirmaciones con el ejercicio físico es una buena manera de reprogramar los conceptos negativos respecto al propio cuerpo.
9. Trabajemos con el espejo
Siempre insisto en la importancia del trabajo con el espejo para descubrir la causa de un problema que nos impide amarnos. Hay varias formas de llevar a la práctica este trabajo. A mí me gusta mirarme al espejo tan pronto como me levanto; es lo primero que hago por la mañana, y me digo: «Te amo. ¿Qué puedo hacer por ti hoy? ¿Cómo puedo hacerte feliz?». Escucha tu voz interior y actúa en consecuencia.Puede que al principio no oigas nada, porque estás tan acostumbrado a reprenderte que no sabes cómo responder con un pensamiento amable y cariñoso.Si durante el día te sucede algo desagradable, e al espejo y di: «Te amo de todas maneras».

 Los acontecimientos vienen y van, pero el amor que sientes por ti permanece, y es la cualidad más importante que posees. Si te sucede algo fantástico, ve al espejo y di: «Gracias». 

Agradécete a ti mismo la experiencia maravillosa que te has creado.También puedes perdonar frente al espejo. Perdónate y perdona a los demás. Puedes hablar con otras personas mirándote en el espejo, sobre todo si temes hablar con ellas de determinadas cosas. Puedes limpiar y arreglar viejos asuntos pendientes con tus padres, jefes, médicos, hijos, amantes…

Puedes decirles todas las cosas que no te atreves a decirles en persona; y acuérdate de finalizar la conversación pidiéndoles su amor y su aprobación, ya que eso es lo que verdaderamente necesitas. Las personas que tienen problemas para amarse a sí mismas son casi siempre aquellas que no están dispuestas a perdonar, porque no perdonar cierra la puerta del amor.Cuesta muchísimo que los hijos dejen de amar a sus padres, pero cuando lo hacen, les cuesta muchísimo más perdonarlos. 

Cuando no queremos perdonar, cuando no queremos liberar y olvidar, lo que hacemos es atarnos al pasado; si estamos atados al pasado no podemos vivir en el presente, y si no vivimos en el presente, ¿cómo podemos crearnos un glorioso futuro?.La vieja basura del pasado sólo crea más basura para el futuro.Las afirmaciones realizadas frente al espejo tienen una ventaja: aprendemos la verdad de nuestra existencia. 

Si haces una afirmación e inmediatamente recibes una respuesta negativa como «A quién quieres engañar? Eso no es cierto. Tú no te mereces eso», acabas de recibir un regalo que puedes utilizar. No podrás hacer los cambios que deseas hasta que estés dispuesto a ver qué es lo que te lo impide. La respuesta negativa que acabas de descubrir es como un regalo, pues se convierte en la llave para la libertad. 

Transforma esa respuesta negativa en una afirmación positiva como «Ahora me merezco todo lo bueno. Permito que mi vida se llene de buenas experiencias». Repite la nueva afirmación hasta que realmente se incorpore a tu vida.También he visto que se operan enormes cambios en una familia cuando uno de sus miembros hace afirmaciones. Muchas personas de las que asisten a las reuniones de los miércoles provienen de familias distanciadas. Literalmente no se hablan con sus padres. 

Les he hecho repetir la afirmación: «Tengo una relación maravillosa con cada uno de mis familiares; nos comunicamos con cariño, comprensión y sinceridad, incluso con mi madre» (o quienquiera que sea la persona con quien tienen el problema). Les recomiendo que cada vez que esa persona o la familia les venga a la mente, vayan al espejo y digan la afirmación una y otra vez. Es asombroso ver cómo los padres acuden también a la reunión tres, seis o nueve meses después.
10. Amémonos ya , ahora mismo
No esperes a haber arreglado las cosas para amarte. La insatisfacción contigo mismo es una pauta habitual. Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez que aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No podemos cambiar a otras personas, de modo que dejémoslas en paz. Gastamos muchísima energía intentando hacer que los demás cambien. Si empleáramos la mitad de esa energía en nosotros mismos, podríamos llegar a actuar de otra manera, y entonces los demás reaccionarían también de modo diferente.
Uno no puede aprender en lugar de otra persona. Cada uno tiene que aprender su propia lección o enseñanza particular. Lo único que podemos hacer es aprender en nuestro propio nombre, y amarnos es el primer paso, con el fin de que el comportamiento destructivo de otra persona no nos destruya. Si mantienes una relación con una persona realmente negativa y que no desea cambiar, necesitas amarte lo suficiente para poder alejarte de ello
El objetivo que en mi opinión hemos venido a conseguir aquí es el amor incondicional, y para lograrlo debemos empezar por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos. No estamos aquí para contentar a otras personas o para vivir según sus directrices, sólo podemos vivir a nuestra manera y caminar por nuestra propia senda. Hemos venido a realizarnos a nosotros mismos y a expresar el amor en su sentido más profundo. Tú estás aquí para aprender y crecer, y para asimilar y proyectar compasión y comprensión. Cuando abandones el planeta no te llevarás a tus amigos ni a tu pareja, ni tu coche, tu cuenta bancaria o tu trabajo. Lo único que te llevarás será tu capacidad de amar.
(Louise L. Hay de su Libro: El Poder esta dentro de Ti).