Muchas personas se niegan a hacer esfuerzo alguno para crearse una vida feliz porque piensan que no se la merecen. Este sentimiento puede remontarse a experiencias tan tempranas como el aprendizaje del control de esfínteres, o a cuando se nos decía que no obtendríamos algo que queríamos si no nos acabábamos la comida, o limpiábamos nuestro cuarto o recogíamos los juguetes.
Todo esto son conceptos y opiniones de otras personas, y no tienen nada que ver con la realidad de nuestro ser.
El merecimiento no tiene nada que ver con tener cosas buenas. Es nuestra poca disposición a aceptarlas lo que nos estorba. Permítete aceptar lo bueno, tanto si crees que te lo mereces como si no.
Ejercicio sobre el merecimiento
He aquí algunas preguntas que te ayudarán a comprender lo que es en realidad el merecimiento, y el amoroso poder curativo que se puede obtener de él.
¿Hay algo que deseas y que no obtienes? ¿Qué? Defínelo de un modo claro y específico. ¿Cuáles eran las leyes o reglas respecto a los merecimientos en tu casa?
¿Qué te decían? ¿«No te lo mereces»? ¿O «Te mereces un buen bofetón»? ¿Pensaban tus padres que eran merecedores? ¿Tenías que ganarte de alguna manera el hecho de merecerte algo? ¿Te iba bien en esto de ganártelo? ¿Obtenías entonces lo que deseabas? ¿Te quitaban las cosas cuando hacías algo mal? ¿Te sientes una persona merecedora?
¿Qué imagen aparece en tu mente? ¿«Más tarde, cuando me lo gane»? ¿«Tengo que trabajar por ello primero»? ¿Vales lo suficiente?
¿Serás alguna vez una persona lo bastante capaz y digna para merecer lo que sea?
¿Qué creencia obstaculiza tu merecimiento?
¿«No hay suficiente dinero»? ¿Temor? ¿Los viejos mensajes al estilo de: «Nunca harás nada bueno en la vida» o «No sirves para nada»?
¿Mereces vivir?
¿Por qué? ¿Por qué no? ¿Te dijeron alguna vez: «Mereces morir»? Si es así, ¿formó esto parte de tu educación religiosa?
¿Para qué vives?
¿Cuál es el objetivo de tu vida? ¿Qué sentido tiene para ti? ¿Tienes un motivo para vivir?
¿Qué te mereces?
¿Te dices: «Me merezco amor y alegría y todo lo bueno»? ¿O en lo más profundo crees que sólo mereces lo peor? ¿Por qué? ¿De dónde vino ese mensaje? ¿Quieres dejarlo atrás? ¿Con qué vas a reemplazarlo? Recuerda, todo esto son pensamientos, y los pensamientos se pueden cambiar.
¿Qué serías capaz de hacer para ser más merecedor? ¿Afirmaciones y tratamientos? ¿Serías capaz de perdonar? Si es así, entonces sin duda lograrás ser una persona más merecedora.
Es fácil ver el poder personal que almacenamos en la forma en que percibimos nuestro merecimiento. Intenta el tratamiento que te sugiero a continuación para instaurar una nueva pauta de pensamientos. Recuerda que este tratamiento es sólo un ejemplo. Con el tiempo es posible que quieras crear tu propio tratamiento, y el tratamiento personal siempre es el mejor. Al fin y al cabo tú eres el experto respecto a ti. Nadie jamás te conocerá mejor de lo que tú te conoces.
Tratamiento de merecimiento
Me merezco todo lo bueno. No algo, no un poquito, sino todo lo bueno. Ahora dejo atrás todos los pensamientos negativos y restrictivos. Me libero y me olvido de todas las limitaciones de mis padres.
Los amo y voy más allá de ellos. Yo no soy sus opiniones negativas ni sus creencias limitadoras. No me ata ningún miedo ni prejuicio de la sociedad en que vivo. Ya no me identifico con ningún tipo de limitación.
En mi mente, tengo libertad absoluta. Ahora entro a un nuevo espacio en la conciencia, en donde me veo deforma diferente. Estoy creando nuevos pensamientos acerca de mi ser y de mi vida. Mi nueva forma de pensar se convierte en nuevas experiencias.
Ahora sé y afirmo que formo una unidad con el Próspero Poder del Universo. Y por lo tanto, recibo multitud de bienes. La totalidad de las posibilidades está ante mí. Merezco la vida, una buena vida. Merezco el amor, abundante amor. Merezco la salud. Merezco vivir cómodamente y prosperar.
Merezco la alegría y la felicidad Merezco la libertad la libertad de ser todo lo que puedo ser. Merezco mucho más que todo eso. Merezco todo lo bueno. El Universo está más que dispuesto a manifestar mis nuevas creencias. Y yo acepto la abundancia de esta vida con alegría, placer y gratitud. Porque me la merezco. La acepto, y sé que es verdad.
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría. No importa lo que yo haya pensado de mí en el pasado; hoy es un nuevo día. En este nuevo momento, comienzo a verme deforma más compasiva.
Las críticas y los juicios se desvanecen, y a medida que desaparecen me hago más libre para apreciar todo lo que soy. Pienso como si mi vida dependiera de ello, porque sé que es así. La puerta se abre al amor, al amor por mí. Esta es la senda de la curación.
Vivo este día de tal modo que desee recordarlo mañana. Hoy comienzo mi viaje de curación. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.
Amar Sin Condiciones* * * Louise Hay
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Descubriendo mi interior, puedo llegar a aquel lugar que se quiere expresar mediante las expresiones de otros... Gracias.
sábado, 6 de febrero de 2016
Sobre merecer y no merecer
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