Liberación: Ver que "yo" soy todo
En cierto momento determinado siendo un niño, la conciencia parece coagularse en un espacio discreto, convirtiéndose en sólida y separada de todo lo demás. Esto es lo que crea la sensación de "yo", con sus esperanzas y temores y amores y responsabilidades onerosas. Los pensamientos y sentimientos y los fenómenos sensoriales, que realmente sólo surgen en la conciencia, son ahora propiedad de alguien, ahora se siente que "me" pertenecen. Y así el drama de ser una persona comienza.
No hay una ubicación para la conciencia que no sea "en todas partes". Sólo hay liberación. Pero en la liberación la sensación de que "yo" no estoy liberado puede surgir y lo hace. Se manifiesta como el sentido de separación, de estar ubicado aquí en lugar de allí, separado de todas las demás personas y cosas. Esto genera miedo, anhelo y esperanza, y es altamente adictivo. No puede verse a través de sí mismo y puede simplemente continuar durante setenta u ochenta años hasta que termina en la muerte. O puede terminar más pronto, en cualquier lugar, en cualquier momento.
La liberación es la liberación de la carga de ser una persona que al parecer tiene que elegir y tomar decisiones; opciones y decisiones que tienen consecuencias. Qué maravilloso alivio es ver que no hay ninguna elección, ninguna persona, ninguna separación. Nada de lo que hayas hecho te ha llevado nunca a nada porque nunca has hecho nada. Nadie ha hecho nunca nada aunque parece que las cosas se han hecho.
¿No es maravilloso que nunca has hecho una elección en tu vida? No hay nada que lamentar, nada de lo que sentirse culpable. Nada podría haber sido diferente, nada podría haber sido de otra manera. ¿No es eso un alivio? Nada importa. No hay ningún lugar a donde ir. No hay nada que se tenga que hacer. No hay ningún significado ni moralidad. No hay ayuda ni esperanza. Puedes dejar que todo se vaya, puedes liberar toda la tensión. Puedes comenzar a disfrutar de la maravilla de la desesperanza y del regalo de la falta de significado. Puedes comenzar a disfrutar de tu completa impotencia.
En la liberación se ve que nada tiene sentido, es simplemente lo que es. La historia no se detiene. La historia continúa, pero ahora se ve que es sólo una historia. Todas las pasiones de tu aparente vida son sólo cosas sucediendo. Los conflictos, los amores, las luchas por el control y el poder, las victorias y derrotas son simplemente fenómenos que surgen en la unidad y se desvanecen de nuevo sin ningún significado en absoluto.
Nada tiene más significado que cualquier otra cosa o que pudiera ser mayor o menor. La guerra de Troya y un vaso de cerveza son iguales. Excepto, por supuesto, para la mente.
No se puede obtener la liberación. Yo no he obtenido la liberación. Nadie nunca obtendrá la liberación. No puedes llegar a ser lo suficientemente bueno o trabajar lo suficientemente duro o ser lo suficientemente sincero para merecerla. La liberación no me ha ocurrido a mí y no te ocurrirá a ti. Sin embargo, hay liberación. Sólo hay siempre liberación. La perfección ya está aquí. Lo que eres ya es divino.
La búsqueda no te llevará a ninguna parte, pero no hay nada malo con la búsqueda. En este proceso aparente puede oírse que la búsqueda no tiene sentido, pero la búsqueda no se puede dejar hasta que se detenga. Una vez que ha terminado se ve que lo que estabas buscando siempre ha estado contigo, de hecho siempre ha sido lo que eres. Pero sugerir que renuncies a la búsqueda con el fin de hallar es inútil. No importa si te emborrachas, meditas, lees el periódico, te sientan con el gurú o vas a las carreras. Nada de esto hará que la liberación sea más o menos probable. Buscar o no buscar, meditar o no meditar, no tiene sentido. Porque no hay nadie que pueda elegir hacer cualquiera de estas cosas. Si la meditación ocurre, ocurre y seguirá ocurriendo hasta que ya no lo haga. Es lo mismo para emborracharse.
También puedes renunciar a la creencia de que puedes elegir cualquier cosa. Excepto que tampoco puedes hacer eso. Hasta que sucede.
La liberación es lo que queda cuando el yo se ha ido. Pero el yo no es más que la liberación surgiendo como el yo. La liberación es lo que está ocurriendo mientras que buscas la liberación. En el interior, tú ya lo sabes.
Estar despierto y estar dormido son lo mismo
― a menos que estés dormido
Cuando se ve la liberación, se sabe que estar despierto en la liberación no es diferente de estar dormido. Ambos son vistos simplemente como unidad, manifestándose como dormir o despertar. En la liberación, la iluminación es despojada de toda mistificación y su absoluta ordinariedad es revela. Las montañas se ven simplemente como montañas.
Pero para el buscador que todavía está dormido, y en su sueño está buscando sin descanso poner fin a la sensación de separación, parece que hay un abismo entre ese estado y la liberación. La liberación se parece a un premio maravilloso que hay que alcanzar, que promete sentimientos felices, ausencia de dolor y sufrimiento, el fin de todos los problemas, quizás poderes mágicos y por supuesto la admiración celosa de tus amigos. Esta es la razón de por qué la búsqueda de la liberación puede ser tan desesperada y la pregunta "¿La conseguiré?" Tan poderosa.
Todo lo que impide ver la liberación es el pensamiento "no estoy liberado". Así que algunos te dicen que lo que tienes que hacer para ver la liberación es abandonar este pensamiento. Pero no hay nadie que pueda optar por hacer esto. El pensamiento de que esto no es la liberación, que es lo mismo que el pensamiento "estoy separado" o "estoy buscando", continúa hasta que se desvanece. El yo aparente no puede hacer nada para descubrir que él mismo es una ilusión ― una apariencia no puede descubrir la realidad.
La liberación se ve mientras que el cuerpo-mente sigue funcionando o en la muerte del cuerpo-mente y no importa cuándo, salvo en la historia. "En la muerte sólo hay liberación. Sólo que es más elegante (chic) ver la liberación cuando estás vivo".
En la liberación se ve que nunca hubo nada que buscar. Lo que buscas siempre ha estado contigo, lo que tú eres siempre ha sido lo que tú eres. Cuando esto se ve toda búsqueda cesa.
Espero que mueras pronto
Érase una vez que yo era un ocupado buscador, que meditaba sinceramente, tenía cuidado con mi karma, recibía shaktipat, tenía mis chakras abiertos y limpios por medio de benditos gurús, y pensaba que iba a alguna parte.
Entonces llegó la catástrofe. Conocí a Tony Parsons. Y ese fue el final de lo que pensé que había sido mi vida.
Tony, que me abrazó al final de una de sus reuniones y me dijo: "Espero que mueras pronto". Tony, a quien debo el más profundo agradecimiento, a pesar de que no hay nadie.
No existe forma más adecuada para poner fin a esto. Permíteme que simplemente te pase la bendición que recibí y te diga que "espero que mueras pronto".
Richard Sylvester
Influenciado por Tony Parsons, ahora enseña en el Reino Unido.
"En la liberación la historia continúa, pero ahora se ve que sólo es una historia. Todas las pasiones de tu aparente vida son sólo cosas sucediendo. Los conflictos, los amores, las luchas por el control y el poder, las victorias y las derrotas, son simplemente fenómenos que surgen en la Unidad y que se desvanecen de nuevo sin ningún significado en absoluto."
"Esto comienza los sábados después del mediodía en Hampstead durante los debates sobre la no-dualidad con Tony Parsons. Yo no entendía todo lo que se decía, pero aún y así algo continuaba atrayéndome. Y además me encantaban las historias divertidas, la conversación y el hecho de ir a tomar algo juntos después de la reunión, así que volví una y otra vez.
"Un día, en una estación de tren en Londres, durante una calurosa tarde de verano, las personas, y el sentimiento de ser, desaparecieron por completo. Todo era igual – la gente, los trenes, las estaciones y demás objetos – así que, todo fue visto por primera vez sin la intervención de la persona, sin ninguna interpretación. No había destellos luminosos, ni fuegos artificiales, sin efectos remolino del LSD o los hongos alucinógenos. Pero lo que si era verdad
¡oh!Era ver, por primera vez, la sencillez de la estación ferroviaria, sin el sentido del yo. Era ver lo ordinario como extraordinario, manifestándose en el Uno y con nadie para experimentarlo.
"En ese momento se vio que no hay nadie. El sentimiento de que existía una persona había sido hasta entonces una constante que había dado pleno sentido a esta vida. Durante muchos años, nunca había sido cuestionada. Era tan obvio que se trataba de
mi, mi centro, mi casa, que no se percibía. Ahora es visto como algo completamente superfluo.
"De repente, estaba claro que jamás había tenido vida, porque nunca hubo un
yo. En un segundo de eternidad, estaba claro que sin un
yo, todo fue visto por primera vez, exactamente como es. Yo no vivía, era vivido. Yo no actuaba, las acciones me utilizaban, la marioneta divina.
"Todas las inquietudes de esta pequeña y no por ello menos importante vida aparente, desaparecieron en un instante."
Richard Sylvester ha escrito un libro con el provocador título: I hope you die soon (Espero que muera pronto).
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