viernes, 12 de febrero de 2016

Quien se la pasa adorando una deidad, no ha comprendido su vínculo real con la divinidad.



Quien se la pasa adorando una deidad, no ha comprendido su vínculo real con la divinidad. Cualquier tipo de adoración es una máscara de la idolatría, y como tal, no hace más que propiciar que la persona se siga perdiendo en un mundo de ficción y mitologías, mismo que se ha formado a partir de construcciones mentales que proyectan el deterioro de su relación con el Dios vivo (el mismo) _


 Así que no importa a quien idealices, veneres o idolatres, todos son síntomas de una misma patología.

Un hombre con sabiduría no es un santo ni ser más perfecto o privilegiado, sino tan solo alguien que te recuerda quien eres tú. Jesús por ejemplo, fue un hombre que dio testimonio de la verdad, su objetivo no tenía que ver con que lo convirtieras en una divinidad., eso más que ayudarte, te hace daño al recrear la imagen del especialísimo en donde por supuesto tu estás excluido, y en donde a lo más que puedes aspirar, es a vivir a la sombra de su resplandor.

No eres un paria, no intentes encontrar a Dios en las historias, mitologías, templos o doctrinas del pasado, ya que se encuentran viciadas, es decir, desvirtuadas. Busca a Dios en tu interior, porque ese fue el lugar que Él escogió para hacerlo su morada. Eres parte, no alguna parte de un Dios separado de ti_ ¿Comprendes la diferencia?

No existe peor ciego que aquel que no reconoce la luz de su divinidad, es por esto que las religiones tienen muchos fans, son personas que viven en la negación de su propia luz, por ello viven como adoradores e idolatran a infinidad de cosas o personas que les pongan, se deslumbran en cuanto les dicen que eso ha bajado del cielo para salvarlos con su luz_ ¿Acaso no venimos todos del mismo lugar, acaso no tenemos todos la misma luz, entonces quien se engaña y sigue dándole credibilidad a una ficción?

La idolatría es el alimento de toda religión o secta que promueve la imagen de un falso dios, con falsos preceptos en nombre del amor para fomentar la sumisión, dependencia y desvalorización de todos sus adeptos. Hay quienes seguirán prefiriendo vivir dentro de sus celdas_ así que esta reflexión es para aquellos que vienen percibiendo de manera intuitiva desde hace algún tiempo, que es cierta aquella frase que sostenía un pensador libre en cuanto que la religión se ha convertido en el opio de los pueblos.

© Ari Shemoth / Coach Ontológico

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