Descubriendo mi interior, puedo llegar a aquel lugar que se quiere expresar mediante las expresiones de otros... Gracias.
viernes, 19 de junio de 2015
Evitando lo inevitable
¡La cantidad de energía que gastamos tratando de evitar lo inevitable es increíble!
Me pasó recientemente: durante tres años estuve esquivando una operación por todos los medios que tuve (y no tuve) a mi alcance, sin darme cuenta de que lo mejor era enfrentarla, pasarla y dar vuelta esa hoja.
Ahora, un año después de haberme operado, tengo bien en claro que haber dado tantas vueltas y buscado tantos paliativos para una cirugía que me iba a mejorar la calidad de vida fue un desperdicio de energía. Me embarqué en laberintos médicos interminables y en consultas a distintos especialistas, y lo único que logré fue llegar siempre al mismo punto: igual diagnóstico e igual tratamiento.
Entiendo que me llevó cierto tiempo asumir que tenía que pasar por el quirófano (me pregunto, ¿quién tiene ganas?) y estoy contenta de haberlo decidido, ya que gracias a esa intervención recuperé la totalidad de mis fuerzas y de mi alegría.
Algunas veces, no estamos en el momento apropiado para hacer frente a grandes problemas o para aceptar que algo inevitablemente sucederá y no hay manera de impedirlo. Malgastamos tiempo y nos esforzamos denodadamente con el objetivo férreo de no permitir que eso suceda, como si dependiera de nosotros.
Por supuesto, me estoy refiriendo a situaciones que están fuera de nuestro control (¡y lo sabemos o lo intuimos!) y que tarde o temprano serán una realidad.
Cuanto antes logres aceptar lo que te está tocando transitar, más entereza tendrás para hacer cara a lo que se te está presentando y también dispondrás de mayores fuerzas para lidiar con ello, en pleno uso de toda tu inteligencia y de tu voluntad.
Asimismo, tendrás la mente más despejada y esa claridad te facilitará la toma de las mejores decisiones.
¿Sueles intentar evitar lo inevitable?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario